Al margen de la crónica
La resistencia al cambio

En materia de legislación, no todo es atraso en la provincia, como lo marcó esta semana la Corte Suprema de Justicia respecto del sistema penal santafesino en un pronunciamiento sobre el caso Fraticelli que conmovió las estructuras del Poder Judicial.

Sin ir más lejos, esta semana fue tapa de varios diarios nacionales, la televisión y la radio de Buenos Aires gastaron centímetros y minutos en discutir y difundir los alcances de dos métodos anticonceptivos que ahora serán de práctica obligatoria en los hospitales públicos de la Nación: la vasectomía y la ligadura de trompas de Falopio. No faltaron comunicadores locales que se prendieron a la onda y quisieron indagar cómo sería aplicada la ley, alcances y otros vericuetos. Sin embargo, en la provincia de Santa Fe el debate ya fue dado y la ley tiene más de un año de vigencia y es de aplicación en los hospitales de la provincia. Cuando se indaga sobre el nivel de consultas y de intervenciones, las cifras son contundentes: muchas son las mujeres que solicitaron el tratamiento y prácticamente nulos los hombres, lo que revela un machismo exacerbado o una falta total de educación sexual.

También la provincia es pionera y ejemplo en los alcances de la ley antitabaco. Días atrás el ahora diputado nacional Juan Héctor Sylvestre Begnis, impulsor de la medida en Santa Fe, señaló que el Congreso Nacional apuesta a lograr un consenso para que la norma nacional tenga los alcances fijados por nuestra Legislatura.

Hay cientos de ejemplos en que los asuntos se resolvieron antes en la provincia que en la Nación y existe toda una historia sobre la materia. Volviendo al principio y la reprimenda de la Corte a la justicia santafesina, hubo diagnóstico a comienzos de la década del 90 y hubo propuestas de sobra encaradas en más de una ocasión en los últimos quince años. Sin embargo, siempre hubo una férrea oposición en el seno del Poder Judicial que es el que debería haber efectuado los cambios necesarios para modernizar el sistema de justicia. Los jueces, como los fumadores y como la mayoría de los hombres, resisten los cambios. Especialmente cuando le toca a ellos.