Más del 60 % se produce por accidentes eléctricos
Preocupan los incendios en viviendas precarias

Los tendidos deficientes de las casas, muchas veces "colgados" del sistema eléctrico, son la causa más frecuente de la salida de los bomberos locales. Foto: Archivo El Litoral. 

Un relevamiento de la Agrupación de Bomberos Zapadores da cuenta del aumento del número de estos siniestros en casas con instalaciones eléctricas deficientes. Dos especialistas se refirieron a los incendios en altura, la desactualización de la normativa vigente y la falta de prevención de la población.

Juliano Salierno

Una estadística que suministró la Agrupación de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional I, comandada por el comisario Oscar Mirón, reveló un importante aumento de los incendios en la ciudad de Santa Fe y zona de influencia. Entre enero y julio de 2006 se contabilizaron 670 salidas, mientras que en todo el 2005 la cifra alcanzó 889. De continuar esta tendencia podrían superarse los mil casos este año. Del total, se destacan quemas de pastizales, autos y casas.

Dos profesionales del cuartel de bomberos local, accedieron a hablar con El Litoral, sobre los principales problemas que afectan a la ciudad. Se trata de los comisarios Juan Carlos González y Juan Carlos Segovia, ambos licenciados en Sistemas de Protección contra Siniestros, recibidos en la Facultad de Ciencias de Seguridad, del Instituto Universitario de la Policía Federal.

González trabaja desde hace 20 años, actualmente está en la Sección Riesgos Especiales, en el manejo de sustancias peligrosas. Segovia en cambio, se desempeña en la Sección Planeamiento y Asesoramiento, oficina que asesora al municipio en lo que hace a equipamientos de extinción de incendios en inmuebles. Hace 23 años que es bombero.

Falta invierno

Los profesionales destacaron que los problemas más graves ocurren en las viviendas precarias, donde las instalaciones eléctricas deficientes aparecen como las principales causas de incendios.

También hay otros factores de influencia: "Este año no estamos teniendo invierno, y eso agrava la situación, porque la maleza sigue seca", comentó Segovia, con relación al fuerte incremento de quema de pastizales.

Según la estadística el año pasado se registraron 342 casos por quema de yuyos, mientras que en lo que va del 2006 ya se intervino en 327 oportunidades, y todavía resta afrontar los calores de fin de año. De esos totales, el 40 % en 2005 y el 55 % este año, ocurrieron en zona de la costa.

Aquí la recomendación es clara: "No se puede desmalezar quemando, hay una normativa que lo prohíbe", intervino González.

Por otra parte, el incendio de autos aparenta una leve baja respecto del año pasado. La estadística muestra que en 2005 hubo 160 intervenciones de ese tipo, contra apenas 74 de 2006.

Donde sí es alarmante el aumento de incendios es en las viviendas. En los primeros 7 meses de 2006, hubo 185 intervenciones, contra 208 del 2005 completo. Apenas 23 casos restan para igualar las estadísticas, y existe tiempo de sobra para que esto ocurra.

Pero no se trata de una cuestión de tiempos, sino de una constante falta de prevención de la población, con una fuerte incidencia del factor económico, debido a que "la mayoría son viviendas semiprecarias o precarias", indicó González.

Riesgo eléctrico

"Normalmente, la mayoría de las salidas son a viviendas de la periferia", dijo Segovia, y destacó que "la instalación eléctrica es fundamental. Pero en la periferia de Santa Fe no está acorde a las reglamentaciones, y como consecuencia los principios de incendios se están notando en las estadísticas".

De enero a julio de 2006, hubo 74 casos comprobados de accidentes eléctricos que terminaron en incendios, sobre un total de 135 intervenciones por hechos fortuitos. El cortocircuito o electrocución que deriva en un foco ígneo es la causa más importantes de incendios en hogares, al punto que en 2005 hubo 105 cuadros de estas características, sobre 154 intervenciones.

El resto es ocasionado por negligencia de los habitantes de la casa. La caída de velas, recalentamiento de aceites en cocinas, pérdidas de gas, juego de chicos con fósforos, colillas de cigarrillos mal apagadas y estufas u hogares, conforman el grueso de los accidentes domésticos.

El caso de las velas es uno de los más llamativos. Para González se da muy seguido en casas pequeñas o monoambientes, "que para iluminar necesitan velas que cuando se caen prenden todo". Pero aunque cueste creerlo, "por ahí son devotos de algún santo, prenden la vela y se van", y cuando regresan todo está en llamas.

Los dos trabajadores del cuerpo de bomberos Zapadores de La Capital coincidieron en que la prevención, la capacitación y la educación, son herramientas fundamentales para paliar la situación, considerada grave. "Cuando insistimos con que cumplan las normas de seguridad, es porque conocemos las consecuencias", dijeron.

Edificios altos

El licenciado Juan Carlos Segovia reafirmó lo que el jefe de la Agrupación manifestó hace un tiempo en la radio de la universidad: "No tenemos escalera para llegar más allá de un quinto piso".

Asume que "tenemos un inconveniente", pero dice que "hay que tener cuidado con la psicosis de la gente, que piensa que porque es un edificio en altura se va a prender fuego todo, y no es así". A su vez indicó que "tenemos elementos para ingresar, dominar y extinguir un incendio".

En ese sentido, su compañero Juan Carlos González, destacó que "al vivir dentro de un edificio tiene que haber un plan de contingencia", con personas capaces de usar la manguera, gente preparada para evacuar lo más rápido posible, y usar los matafuegos.

Cromagnon y después

Diecinueve meses más tarde de la tragedia de Cromagnon, en diciembre de 2004, continúa rigiendo para Santa Fe una ordenanza de edificaciones privadas de 1976, en la que se reglamentan las medidas de seguridad y la intervención de bomberos como mero asesor.

"Desde ese año no fue tocada nunca más, se fue quedando en el tiempo y se está pidiendo lo mismo que se pedía en el año 1976", se indignaron los servidores públicos.

Como si fuera poco, "hubo una confusión bastante grande después de lo de Cromagnon, porque decían que bomberos tenía el poder de policía para clausurar a las confiterías de Santa Fe, cuando en realidad ese poder lo tiene la municipalidad", destacó el responsable de la Sección Planeamiento y Asesoramiento.

Si bien los bomberos hacen su trabajo "con las medidas de seguridad más altas", en ocasiones, "los profesionales se basan únicamente en lo que dice la ordenanza" local. Por tal motivo consideraron "importante que empiecen a modificarla".

Exigir la construcción de una caja de escalera en los edificios, es una prioridad, pero la ordenanza vigente la prevé únicamente "cuando el número de ocupantes supere las 500 personas". El ascensor contra incendios es otra medida importante para edificios altos, pero tampoco está previsto en la normativa local, para edificios de menos de 19 pisos.