Nuevas bajas para tamberos
La leche levanta temperatura
Mientras el Gobierno intenta avanzar por el canal del diálogo que abrió con algunas entidades del campo, los productores tamberos de las principales provincias lecheras amenazan con romper la tregua, si las industrias no acceden a recomponer el valor de la materia prima.

La cabeza de playa en esta ofensiva la dieron los productores de la cuenca de Villa María, que el jueves comenzaron a analizar la posibilidad de efectuar un plan de lucha. El estado de deliberación continuará el próximo martes 22 en San Francisco, donde definirán el mandato que elevarán a una asamblea nacional que realizarán en forma conjunta con tamberos de Santa Fe y Entre Ríos a fin de mes.

La circular que enviaron algunas industrias lácteas que operan en la provincia, en la que comunican bajas en el precio del litro de leche de hasta un cuatro por ciento para las entregas de agosto y setiembre, pareció ser la gota que colmó el vaso en la producción.

"En julio, ya habían comunicado rebajas y ahora se vuelve a profundizar la crisis. Con los 48 centavos promedio que se cobra por el litro de leche ya no se cubren los costos de producción", explicó el titular de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), Juan Trossero.

Las industrias, que en julio hicieron el intento (fallido) para que el Gobierno les permitiera actualizar los precios en góndola, sostienen que la sobreoferta de leche de la primavera resulta excesiva para el mercado interno y externo. El reclamo para que el Ministerio de Economía deje sin efecto el incremento en las retenciones a las exportaciones de leche en polvo y quesos, une los ánimos de la industria y de la producción.

Sin embargo, los tamberos amenazan con definir un plan de lucha en forma independiente de las gestiones que las entidades del campo y los Gobiernos provinciales puedan realizar para dejar sin efecto los derechos a las exportaciones. Aseguran que las usinas están en condiciones de mejorar los precios, más allá de la vigencia del impuesto al comercio exterior.

Los productores se apoyan en datos de la Secretaría de Agricultura de la Nación que aseguran que la expansión de la oferta de leche cubre el alza que muestra el consumo y la exportación.

Con una demanda interna que creció 7,5 por ciento en lo que va del año, y que se muestra abastecida, las industrias lograron mejorar su performance exportadora, a pesar del mayor impuesto que impera sobre los quesos y la leche en polvo, los productos insignias del negocio lácteo. En los primeros seis meses del año, las 148 mil toneladas colocadas en el exterior representaron un incremento del 12 por ciento en volumen y del 17,5 por ciento en valor, en relación con igual período del año pasado. Sólo en quesos, la expansión llegó al 12 por ciento en toneladas y al 21 por ciento en la cantidad de divisas aportadas; en leche en polvo, los números crecieron ocho por ciento en volumen y 12,2 por ciento en valor.

Si bien las industrias reconocen este mejor desempeño en las ventas, a partir de un mayor esfuerzo por conseguir nuevos destinos para sus productos, también advierten que los mayores costos internos, que no se han podido trasladar a los precios (por la negativa de la Nación), son los que complican sus márgenes.

Puja en la carne

Las negociaciones que mantienen los grandes frigoríficos y las entidades agropecuarias (CRA, Coninagro y Sociedad Rural Argentina) para consensuar una estrategia que permita liberar el comercio de carne bovina, tampoco está exenta de diferencias.

La exigencia realizada el martes por la ministra de Economía, Felisa Miceli, de que la propuesta tenga el visto bueno de toda la cadena de ganados y carnes, está demorando el acuerdo entre los eslabones.

Mientras los principales exportadores son partidarios de mantener un sistema de cuotificación para los cortes de alto valor (llevándolo hasta el 60 por ciento con un programa de reducción de retenciones hasta el año 2008) y fijar una banda de precios para el valor de la hacienda, desde la producción se propone liberar las exportaciones de los cortes de alto valor (exentos de retenciones) para poder subsidiar los precios internos de los cortes delanteros. A pesar de las diferencias, la meta de la cadena es poder llegar a un acuerdo antes de fin de mes.

Alejandro RollánCMI Contenidos