Unión - Chacarita
Empate, y nada más
Los tatengues volvieron a empatar -esta vez frente a Chacarita- y otra vez quedó en evidencia la falta de ataque. De todos modos, el equipo fue prolijo en el juego. El mejor jugador del equipo fue Paulo Rosales.

Enrique Cruz (h) - (Enviado Especial a Buenos Aires)

Habrá que acostumbrarse a que esta clase de partidos, como el de ayer o el de Ferro, sean corrientes. Y que para ello, este Unión que intenta jugar, que pretende ser protagonista a través de intentar un trato prolijo y atildado a la pelota, deberá tener respuestas adecuadas a las circunstancias. O bien seguir trabajando para que si enfrente se encuentra con un equipo que aprieta, que muerde en toda la cancha y que achica espacios como lo hizo Chacarita -mucho más fuerte y riguroso en la marcación que Ben Hur, por ejemplo-, haya variantes adecuadas para no resignarse a quedar sin posibilidades ofensivas.

Unión juega bien con espacios, pero se pierde cuando se le reducen en ataque. Le pasó con Ferro y también con Chacarita. Porque si la idea es recuperar y pasar al ataque con verticalidad, hay que tener espacios y precisión. Ni el domingo pasado en Santa Fe ni ayer en José Ingenieros, Unión tuvo inteligencia para quebrar dos planteos que se basaron en trabar el partido y llevarlo al terreno de la "suciedad" (bien entendida) futbolística.

Dos 0 a 0, ¿qué dejan?

Para cualquier observador natural y hasta poco analítico, los dos 0 a 0 de Unión en los últimos partidos dejan una aureola de algo impensado y hasta raro, tratándose de un equipo que pretende ser agresivo y que, de hecho, lo fue en el primer partido.

¿Qué pasó? Si hay tres enganches para generar fútbol y un punta para definir, nadie puede ignorar que la apuesta ofensiva está bastante clara. Se podrá discutir si ese delantero (por Rami) es el adecuado o no (insisto en que no) para jugar como único habitante del área porque lo que menos hace es estar adentro del área. Pero que la apuesta es avezada, nadie lo discute. La cuestión es que si los enganches no aparecen para hacerse dueños de la situación y para aportar desequilibrio, todo lo demás cae en saco roto.

Si Unión se encuentra con un rival que para dos líneas de cuatro, que juega con dos volantes de contención por el medio (Pereyra y Gallardo) dispuestos casi con exclusividad a anular a Rosales o a cualquiera de los que ande merodeando por su sector, es necesario que el equipo tenga variantes. Porque si no, en un torneo en el que muchos se van a plantar como lo hace Chacarita, a Unión se le va a complicar lo que mejor tiene: la voluntad para ir al frente cambiando el ritmo y gestando espacios por la movilidad natural de sus jugadores.

Ese es el análisis preciso del partido de ayer. Unión no tuvo nunca la pelota porque los enganches no aparecieron. Casanova estuvo ausente, Zapata se fue a jugar atrás, casi al lado de Battión para darle una mano en la contención y Rosales se tuvo que tirar a los costados para escaparle a Pereyra, que lo siguió por todas partes, pero perdiendo gravitación en los últimos metros. Si a esto se le suma que Rami, único punta neto, se tiraba atrás o a los costados (posiciones en las que acude naturalmente por sus características, ya que no le gusta estar todo el partido metido en el área), el equipo quedaba siempre a una distancia muy considerable de Bernacchia y con una línea de cuatro que lo esperaba bien armada.

Menos mal que el equipo tuvo otra vez una buena respuesta defensiva. Como dice Trullet -que sostiene que su defensa es la mejor del campeonato-, Unión tiene un resguardo defensivo que tranquiliza. Porque esta clase de partidos (el de ayer o contra Ferro), donde las cosas no salen de mitad de cancha para adelante, generan luego situaciones desgraciadas frente al arco propio. Y se terminan perdiendo o sufriendo, cosa que a Unión no le ha pasado y por eso justificó plenamente los resultados conseguidos hasta ahora.

Empiezan a conocerlo

Este proyecto que, según Trullet, la gente ha comprendido desde su gestación y seguirá apoyando sin pensar en que el éxito o el fracaso se medirá por el ascenso inmediato -dicho en otras palabras, no depende del exitismo de los resultados- va a tener sus puntos claros o altos y quizás vengan también algunas situaciones oscuras.

Por lo pronto, empezó bien. El equipo está invicto en tres partidos, superó ayer una prueba dura ante un rival siempre complicado y aspira a ser protagonista. Para eso, necesita tiempo. Son esos diez partidos de que habla el técnico y que determinarán para qué está Unión. La sensación, ya que tantas comparaciones se hacen, es que este proceso tuvo un arranque mucho más limpio y claro que el del 95-96. Esto no asegura que Unión ande mejor, porque aquella vez se ascendió arrancando muy mal. Y el equipo recién apareció en las últimas quince fechas del torneo. O más adelante también.

Pero a la gente la debe tranquilizar y mucho que el equipo esté como está. Hay mucho para mejorar. Y seguramente, mucho para ensayar. ¿Habrá llegado la hora de jugar con dos delanteros?, ésa es la pregunta que todos se hacen. Y que el propio Trullet no esquiva, porque también forma parte de su análisis cotidiano. A él le hubiese encantado que este sistema tenga éxito (o sea, que tenga gol), porque es el que planificó de entrada. Y por eso repitió la misma formación en todos los partidos jugados.

La defensa no tiene problemas y responde como Trullet lo pretende. En el medio, Fontana es útil porque se ve que conoce a la perfección los secretos del puesto de carrilero, sobre todo cuando tiene que cerrar a espaldas de Desvaux para los centros desde el otro costado (ayer se cansó de sacar pelotas que llegaban llovidas desde la derecha buscando el segundo palo), y Battión es un jugador que ha logrado un crecimiento futbolístico que hoy lo pone por encima de todos y como un estandarte del equipo, no sólo para contener sino también para jugar.

La cuestión es el convencimiento de los tres enganches para arrollar al rival como lo hicieron en los avasallantes primeros 20 minutos del partido contra Ben Hur. Eso es lo que hay que buscar. Con movilidad, con dinamismo, con precisión y, sobre todo, con confianza para juntarse y encarar a rivales que, generalmente, podrán ganarle en fortaleza física pero no en velocidad ni reacción.

Síntesis

Chacarita 0

Unión 0

Cancha: Almagro (local Chacarita).

Arbitro: Pablo Giménez.

Chacarita: Bernacchia; Aguilar, Molina, Insaurralde y Yocco; Romano, Pereyra, Gallardo y Leone; Parra y Alustiza. A.S.: Llinas. Estuvo en el banco: López. D.T.: Héctor Rivoira.

Unión: Nereo Fernández; Desvaux, Mosset y Vera; Fontana, Battión y Bolzán; Casanova, Rosales y Zapata; Rami. A.S.: Assef. Estuvieron en el banco: Carabajal y Sartor. D.T.: Carlos Trullet.

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Ciavarelli (Ch) por Yocco; a los 16 m Torres (U) por Casanova; a los 28 m Mariano Martínez (Ch) por Gallardo; a los 36 m Lucas Martínez (U) por Bolzán y a los 41 m Preccone (Ch) por Parra.

Amonestados en Unión: Desvaux, Fontana, Torres, Casanova y Rosales.