La Argentina liderará este año el crecimiento de América latina, el cual se proyecta que ronde entre 3,9 y 4,4 por ciento, según un informe de la Unión de Bancos Suizos (UBS).

"La Unión de Bancos Suizos (UBS) estimó para este año un crecimiento económico para América latina de 4,4 y de 3,9 por ciento para 2007. En tanto, prevé una inflación para 2006 de 5 y de 5,1 por ciento para el año que viene", consignó hoy el diario El Observador de Uruguay.

En ese contexto la Argentina liderará el crecimiento económico para este año en América latina ubicándose por encima del promedio estimado para la región. En efecto, UBS prevé que el país crezca 7,8 por ciento en 2006.

En segundo lugar, se destacó Chile con un crecimiento de 5,4 por ciento, seguido de Perú (5 por ciento), Venezuela y México (4,1 por ciento), Colombia (4 por ciento), Brasil (3,9 por ciento) y Ecuador (3,4 por ciento).

El informe titulado "Perspectivas económicas para América latina" y divulgado el lunes pasado incluye estimaciones de ocho países de América latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.

En tanto, Chile registrará el año que viene el mayor crecimiento económico con 5,1 por ciento, seguido de Perú (5 por ciento), Argentina (4,7 por ciento) y Brasil (4,1 por ciento).

Respecto a la inflación, el banco estimó que sólo dos países tendrán un incremento de los precios de dos dígitos para este año: Venezuela con 13 por ciento y en segundo lugar Argentina, cuya previsión es de 10,3 por ciento para 2006.

La UBS estimó además que la deuda pública como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) para América latina será 43,3 por ciento en 2006 y de 41,5 por ciento para el próximo año.

Las proyecciones para Argentina indican que la deuda pública será 66,5 por ciento del PBI, seguida de Brasil y Colombia, con 49,9 y 45 por ciento, respectivamente.

Además prevé que en la Argentina el peso de la deuda será 60,5 por ciento del PBI, Brasil (47 por ciento), Chile (6,3 por ciento), Colombia (44,5 por ciento), Ecuador (36,7 por ciento), Perú (36,5 por ciento) y Venezuela (26 por ciento).

Por su parte, la deuda externa como porcentaje del PBI será para América latina 24,5 por ciento para este año y 23,1 por ciento para el próximo.

La estimación para la Argentina se ubicó por encima del promedio de la región al situarse en 46 por ciento para este año, al igual que Ecuador (44,2 por ciento), Chile (35,2 por ciento), Perú (34,7 por ciento), Venezuela (30,7 por ciento) y Colombia (28,7 por ciento).

"En cambio, la deuda externa en Brasil se estimó en 21,1 por ciento del PBI y la de México en 17,2 por ciento", sostiene el informe.

El ex presidente del Banco Central Mario Blejer estimó que la "bonanza" de la economía argentina es sostenible en el tiempo porque "es estructural" y acompañó su idea con un panorama sólido de las finanzas mundiales.

"El entorno es sólido... Los países emergentes pasaron de déficit fiscal a superávit fiscal. Además, los precios de los commodities, de las materias y la energía, son altos", abundó Blejer.

En este sentido, precisó que "todos estos factores repercuten favorablemente sobre la Argentina", por lo cual estimó que la bonanza "seguirá por mucho tiempo" porque "es estructural".

También destacó en entorno internacional, al señalar que "la tasa de crecimiento es sostenidamente alta, tenemos un crecimiento robusto en el mundo y sostenible por el resto de la década".

Consultado si el crecimiento argentino es por "el viento a favor" de la economía mundial o por las medidas tomadas por los últimos dos gobiernos, Blejer estimó: "Ambas cosas... Por más viento a favor, si se hubieran tomado medidas equivocadas el crecimiento no habría sido tan grande".

Industria

La producción industrial registró en julio crecimientos de 8,8 por ciento con relación a igual mes del año pasado y de 0,3 por ciento frente a junio, en términos desestacionalizados, según confirmó el Indec. Con estos resultados desde enero la actividad manufacturera acumuló una expansión de 7,6 por ciento con respecto a igual período de 2005. En tanto, la utilización de la capacidad instalada se ubicó en un 72,7 por ciento. El progreso industrial estuvo impulsado por la fabricación de automóviles y la elaboración de materiales para la construcción.