EN SU 45° ANIVERSARIO
El Polifónico homenajea a Bach
 El orfeón será dirigido por el maestro Sergio Siminovich. Foto: ARCHIVO EL LITORAL. 

Es el tercer concierto del ciclo destinado a este compositor. Se desarrollará mañana a las 21 en el Teatro Municipal, con entrada libre y gratuita.

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

El Coro Polifónico Provincial de Santa Fe presentará, en el año de su 45° aniversario, el tercer concierto de su ciclo dedicado a Johann Sebastian Bach.

En la primera parte del encuentro se desarrollará, con jóvenes integrantes de la Orquesta Sinfónica Provincial, el quinto Brandenburgués con los solistas instrumentales Manuel Marina (clave), Raúl Vallejos (violín) y Sergio Siminovich (flauta).

Esta obra es considerada el primer concierto para teclado, debido al rol protagónico del clave. Representa el Estilo Galante, con sus inflexiones aristocráticas y su rica ornamentación.

En la segunda parte, el Coro Polifónico Provincial presentará la mística cantata 131: "De lo profundo Señor, a ti, Clamo", con los solistas vocales Laura Leal (contralto), Mario Martínez (tenor) y Daniel Caronni (bajo).

Esta obra es una joya de introversión y meditación religiosa; alterna coros de profunda reflexión existencial con arias de abnegación sacra. Prevalece el contrapunto por sobre la melodía; esto es, la riqueza del espíritu frente a las fugacidades sensuales.

Con estas dos obras, en este concierto se cubrirá el abanico expresivo de Bach en el aspecto profano y el sacro. El grupo instrumental estará compuesto por Oscar Conforti y Margarita Constanza (violines), Miriam Rodríguez y Marcelo Barolín (violas), Gabriela Peirano y Jorge Revello (violoncelo), Heraldo Botta (contrabajo) y Juan Revello (oboe).

El encuentro es organizado por la Secretaría de Cultura de la provincia y cuenta con el auspicio del diario El Litoral, LT10 y Hotel Bertaina.

SOBRE LA OBRA

"En Muhlhausen, importante centro musical de Turingia adonde llega en 1707 para ocupar el cargo de organista de San Blas, el joven Bach compone sus primeras cantatas. Su ardiente deseo de renovar la música religiosa, que había estado como adormecido durante los últimos años, se despierta ahora con fuerza irresistible. Ello se refleja en la música exuberante de esas cantatas, en las que se advierte la influencia de los compositores de la Alemania del Norte y del Centro contemporáneos suyos, como también cierto parentesco con las cantatas de Pachelbel, Bšhm y Buxtehude", consignaron desde el Coro.

"Cronológicamente, la primera de aquellas cantatas es la 131, compuesta en Muhlhausen en agosto de 1707 para una ocasión no especificada, y por encargo de un amigo de Bach, el reverendo Georg Christian Eilmar, pastor de la iglesia de Santa María. El libreto, que tiene por tema el contraste entre el pecado y la redención, se basa en el `De Profundis' (Salmo 130) y en 2 estrofas de coral. El compositor opta por una forma muy sencilla y equilibrada: entre un coro inicial, que está precedido de una sinfonía, y un coro conclusivo, sitúa dos arias (movimientos segundo y cuarto) y un coro como centro de la obra. Los 2 coros extremos están compuestos sobre el `De Profundis'. Las 2 arias, la primera para bajo y la segunda para tenor, son arreglos de coral escritos sobre un doble texto: al salmo se añade en cada caso una estrofa del himno. Ambas arias son de una concepción contrapuntística típicamente bachiana, como lo es también el coro final.

"Los escasos instrumentos de la partitura (cuerdas, oboe y flauta) establecen el tono sombrío de la sinfonía. El primer coro, que se inicia con una sección lenta sobre las palabras `De lo profundo, Señor, a tí clamo', se convierte en vivace cuando expresa un sentimiento de súplica. Ésta se prolonga en el aria del bajo con coral de sopranos, donde el hombre, bajo el dolor de sus pecados, pide la misericordia divina. La cual comienza a concedérsele en el coro central, `Mi alma espera', que se inicia bajo el signo de la antigua música litúrgica. Sobre el aria del tenor flota de nuevo un coral místico, esta vez en la voz de las contraltos. El coro final comienza con una triple exclamación del nombre de Israel. Por último, una gozosa fuga sobre las palabras `Redimirá a Israel de todos sus pecados', nos lleva de la tristeza y la desesperanza a la alegría del perdón".