Se retiró uno de los mejores de la historia
El largo adiós de un grande
El estadounidense Andre Kirk Agassi cayó ante el alemán Benjamin Becker en la tercera vuelta del US Open y automáticamente colgó la raqueta, su compañera durante 21 años. Se fue uno de los más respetados, para dejar inscripto a fuego su nombre en los anales del deporte blanco.

Alejandro Galetto

Y el día tenía que llegar. A pesar de que nadie lo deseaba, Andre Agassi fue derrotado en la tercera ronda de la edición 2006 del US Open y al mismo tiempo su extensa y prolífica carrera se vio interrumpida definitivamente. Es que el llamado "Kid" de Las Vegas había anunciado días antes del inicio de Wimbledon, en junio pasado, que el cuarto certamen del Grand Slam actual iba a ser su torneo de despedida. Y el final se veía venir, porque el duelo de cinco sets que mantuvo con el chipriota Marcos Baghdatis en la segunda ronda le pasó factura a este muchacho de 36 años que no pudo dar más con su espalda.

Quien lo despidió fue un desconocido. El alemán Benjamin Becker, de apellido ilustre para este deporte pero con pergaminos escasos, se encargó de convertirse en una especie de iconoclasta delante de 20.000 espectadores que fueron a ver la continuidad del "pelado" más amado del tenis mundial. Lo venció por 7-5, 6-7 (4), 6-4 y 7-5. Sin embargo, finalmente se terminó el sueño, después de dejar atrás dos escollos muy difíciles como fueron Andrei Pavel en primera vuelta y Marcos Baghdatis en segunda para dar definitivamente el adiós a este deporte que le dio tanto, y al cual le devolvió en la misma dimensión.

Toda una vida

A muchos se le vienen a la memoria aquel 24 de febrero de 1986, cuando un tal Andre Agassi, de 15 años, pelo largo y un tanto desaliñado, se presentaba por primera vez en el circuito ATP, en el certamen de La Quinta, en California, donde obtuvo su primer triunfo como profesional ante su compatriota John Austin, antes de caer con otro grande de su generación, el sueco Mats Wilander.

Desde el inicio mostró destellos de un talento distinto hasta que llegó noviembre de 1987 y el rebelde de los pantalones de jean cortados y remeras multicolores levantó por primera vez un trofeo: fue en Itaparica, Brasil, tras derrotar al local Luiz Mattar en la final. La leyenda estaba en marcha...

Multigeneracional

"El marcador dice que perdí, pero lo que no refleja es lo que siento. Encontré inspiración en ustedes y me llevaron a ganar en los momentos más bajos y ver realizado sueños que hubiesen sido imposible sin esa ayuda", anunció Agassi apenas terminado el encuentro a un Arthur Ashe repleto que lo escuchaba con total y absoluto respeto.

Respeto por este viajante del tiempo, que pudo afrontar los desafíos de medirse con los máximos exponentes de las distintas generaciones tenísticas. Desde sus duelos ante Jimmy Connors (con un récord favorable de 2-0), John McEnroe (2-2) o Ivan Lendl (2-6), pasando por las increíbles batallas ante Boris Becker (10-4), Stefan Edberg (6-3) o, fundamentalmente, su máximo rival, Pete Sampras (14-20), llegando hasta los choques con Andy Roddick (5-1), Lleyton Hewitt (4-4), Roger Federer (3-8) y, el más joven, Rafael Nadal (0-2). A todos ha enfrentado, y siempre con la seguridad de brindar un espectáculo fantástico.

Cómo no recordar aquel primer gran triunfo, el que le dio el empujón definitivo para ser el grande que es. En junio de 1992, cuando derrotó en la final de Wimbledon al croata Goran Ivanisevic y ganó así su primer título de Grand Slam, que lo catapultó al estrellato máximo que tiempo después alcanzara y con el cual logró dejar atrás su fama de perdedor de grandes finales, como le había ocurrido en Roland Garros y en el Abierto de Estados Unidos.

"Tengo que reconocer que el título de Wimbledon cambió por completo toda mi trayectoria profesional porque ahí fue cuando me convencí que podía ser un ganador, que debía confiar en mí mismo y el juego que realizaba", destacó Agassi hace muy poco.

Dentro de sus sesenta consagraciones también se cuenta la medalla de oro en los juegos olímpicos de Atlanta en 1996, además de haber sido partícipe de las consagraciones de los conjuntos estadounidenses en Copa Davis "90, "92 y "95. Su última consagración fue en Los Angeles, el año pasado, con la cual llegó a los 60 trofeos adquiridos por derecho propio. Con ese número quedó a dos de los obtenidos por Guillermo Vilas y Bjorn Borg, como para terminar de confirmar -por si hacía falta- que ayer se retiró uno de los más grandes exponentes del tenis mundial en la historia.