En Santa Fe y Entre Ríos, si bien se seguían manteniendo los barbechos para la siembra gruesa, se había iniciado la implantación de algún lote de maíz, aunque la mayoría esperaba una lluvia. En el centro y norte de Buenos Aires los preparativos para la siembra gruesa estaban en marcha, la mayor parte de los lotes estaban barbechados y en el sur de la provincia la mayor parte de la superficie se destinaría a soja y algo a girasol. En Córdoba y La Pampa preocupaba el futuro de esta siembra pues las actuales condiciones creaban incertidumbre para la misma si bien aún hay tiempo.

Con respecto al trigo, en Santa Fe donde se nota un incremento del área sembrada, las condiciones hídricas se van degradando por ausencia de precipitaciones en algunas zonas. Este cultivo está en condiciones regulares y en distinta forma según el suelo y agua recibida, esperándose pobres rindes si no llueve pronto. En general la mayor parte del cultivo se encuentra en encañazón, con tres nudos desarrollados. En el norte y centro de Buenos Aires, la falta de lluvias de los últimos días iba consumiendo reservas del suelo especialmente hacia el oeste donde eran muy escasas. En el sector del noreste de la provincia se observaba un lento avance del cultivo en macollaje, frenado por heladas y falta de humedad del suelo. Hacia el sur de la misma, aunque sin lluvias, las condiciones aún eran favorables por el importante aporte de humedad de fines de julio, pudiendo completarse la siembra, por lo que se podía observar lotes en distintos estados desde macollaje a recién nacido. En Entre Ríos con muy pocas lluvias y aunque la mejor dotada en humedad dentro de la pradera pampeana, ya en amplios sectores empezaban a notarse deficiencias de agua superficial en los suelos, por lo que los lotes progresaban lento, alcanzando la etapa de encañazón con algunos síntomas de amarillamiento, por mancha amarilla, efecto de las heladas y mal aprovechamiento de los fertilizantes nitrogenados por la poca humedad disponible. En Córdoba, sin variantes de importancia, el trigo sembrado menor a otros años, estaba casi perdido por lo que muchos lotes se dieron a los animales y otros se quemaron con herbicida para destinarlos a siembra gruesa. Por otro lado mientras que en el norte de La Pampa donde se sembró menos que otros años debido a la sequía, estaba regular, macollando con poco crecimiento, al sur de la provincia sin precipitaciones y con reservas de humedad casi inexistentes, los pocos lotes de trigo sembrados, estaban en mal estado.

En general hacia el norte de la región había poco forraje verde y se debía suplementar para sostener la producción, aunque todavía se encontraba dentro de los parámetros normales, mientras que hacia el sur la oferta forrajera era escasa y quedaban pocos verdeos que estaban afectados por heladas al igual que las pasturas, debiéndose usar silos y rollos.

Por segundo mes consecutivo las precipitaciones fueron entre escasas y nulas, registrándose los máximos zonales en la franja occidental del área de influencia de la EEA Rafaela.

El balance entre las lluvias acumuladas del presente año respecto al promedio histórico continúa siendo negativo en casi todos los puntos de pluviometría relevados, excepto los de los departamentos San Martín y San Cristóbal.

En las pasturas de base alfalfa, la falta de agua y las heladas registradas durante el mes disminuyeron la tasa de rebrote y por consiguiente la oferta de forraje.

Los verdeos de invierno, también están afectados en el rebrote por la falta de agua. En Carlos Pellegrini estaban entre el tercer y el cuarto aprovechamiento y con poco aporte. Los lotes de San Cristóbal se pastorearon en general dos veces.

La producción de leche es sostenida por el aporte de forrajes conservados y concentrados a la dieta. Además, incidió el mayor número de vacas en los tambos, provenientes de los servicios de primavera del año 2005. Sólo en el Dpto. San Jerónimo se registró una tendencia a la baja debido a restricciones en el suministro de reservas por la incertidumbre de ocurrencias de lluvias futuras.

La producción de carne es entre normal y baja. En San Justo y San Cristóbal esta situación respondió a la menor oferta de los pastos naturales.

Con respecto a la apicultura, se visualizó una mayor actividad que se reflejó en el número de cuadros de cría. Por esta razón resulta necesario continuar con los controles de consumo de las reservas energéticas.

Las producciones frutihortícolas resultaron normales para la época y se continuó con las tareas de siembra. En Coronda estaba generalizada la cosecha de frutilla.