El invitado
Ineficiencia en política energética

Una vez más la falta de gasoil, entre otros faltantes, alerta y preocupa al movimiento económico de la Argentina. Parece una paradoja que en un país como el nuestro, estemos en emergencia en cuanto al abastecimiento de combustible y que además, nuestros funcionarios no reconozcan públicamente la falta de política de estado para resolver los temas de fondo.

Hace dos años, cuando desde el Grupo Pampa Sur recibíamos a los productores preocupados por comenzar a sentir con mayor rigor el faltante de gasoil, se consiguió que la Secretaría de Energía de la Nación dictara -como medida paliatoria- una resolución exigiendo el abastecimiento interno antes de la exportación. Dicha exigencia hoy no se ve cumplimentada en numerosos puntos del país.

La falta de planificación y de estrategia en materia de inversiones energéticas, sumado a la creación, en general, de un ambiente político y económico poco propicio para que las mismas se den, son causantes directos de esta crisis que ya está afectando gravemente el transporte y la producción nacional. Mientras tanto, ni el gobierno nacional ni los gobiernos provinciales toman nota de esta situación en procura de una urgente solución.

A ello se suma la sequía que afecta a gran parte del territorio, muy especialmente a mi provincia de Santa Fe. La sequía es dramática pero que ello no oculte una crisis mucho más profunda como la que hoy denunciamos. La esperanzada lluvia que el sector agropecuario está esperando desde hace meses, a Dios gracia puede llegar en cualquier momento. Pero ello no obsta a que desde el Estado se tomen las medidas urgentes que son necesarias para mitigar esa situación y, fundamentalmente, resolver el problema energético planteado, ya que los pocos cupos de gasoil que hoy sólo se están utilizando en materia de transporte -en algunos casos casi nada-, se volverán un verdadero drama para nuestra producción.

Es extremadamente negativo el hecho de que sólo se tomen decisiones de coyuntura, como las relacionadas con la importación de combustible, ya que no sólo implica un costo enorme para nuestra economía, sino que siguen sin tomarse las decisiones que resuelvan los problemas de fondo.

Ello, en el marco de la gravedad que significa el traspaso al Estado Nacional, de los recursos de provincias como la nuestra, por sumas realmente extraordinarias (3.000 millones de pesos anuales sólo en retención agrícola). Nos indigna a los santafesinos esta transferencia de recursos, cuando se da tamaña falta de correspondencia con lo que en materia de infraestructura y servicios necesitamos. No se trata de pedir dádivas, sino de exigir lo que nos corresponde para seguir trabajando, produciendo e incluyendo socialmente a miles de santafesinos.

María del Carmen Alarcóndiputada nacional