SOCIEDAD / INSTITUCIONES & PERSONAS
Historia(s) de una casa de obreros y estudiantes
Los 50 años de la COE. Creada por un grupo de jóvenes en el año 1956, la Casa del Obrero Estudiante es el hogar de quienes dejan su casa familiar, para emprender un trabajo o un estudio en la ciudad.

Los primeros amigos. Rostros amables en una ciudad que muestra su cara más hostil a quien llega desprovisto de afectos. Largas noches de mate, charlas y libros. Una guitarra de mano en mano. Y un novio (o novia), en aquella edad perdida del tiempo.

Una historia creada de pequeñas historias. Eso es la COE para quienes cierta vez la poblaron y, con sus propios sueños, construyeron su devenir. Eso está siendo, ahora mismo, para quien encuentra calor de hogar bajo tu techo.

¿Qué otra cosa es una casa, si no eso? Calor. De allí que sea una llama la imagen que identifica a esta Casa del Obrero Estudiante, esas puertas que abrieron un puñado de jóvenes hace cinco décadas sin sospechar siquiera que iba a convertirse en una entidad con sólidos cimientos, por la que ya han pasado más de 2.500 historias de vida.

"La COE nació en 1956, cuando Santa Fe era un boom industrial y por la llegada de obreros de distintos pueblos del interior y de otras provincias, más los jóvenes que venían a seguir sus estudios, la ciudad carecía de pensiones. Precisamente, la intención fue buscar un espacio donde sentirnos como en casa, para reemplazar la ausencia de ese hogar que habíamos dejado para trasladarnos a la ciudad", cuenta Norberto Juan Raselli.

Él, como tantos, llegó desde Reconquista para estudiar y trabajar. Residió en la casa entre 1962 y 1970, y es hoy presidente de la Fundación COE, una institución que nació en la década del sesenta a partir de la iniciativa de ex residentes, para apoyar la vida institucional de la residencia y su desarrollo. "Llegué cuando compramos la actual sede de calle San Jerónimo, y me fui cuando la terminamos de pagar", recuerda.

Un lugar de aprendizaje

El 30 de agosto de 1956 se inaugura oficialmente en Santa Fe la Casa del Obrero Estudiante, que ya funcionaba desde el 6 de junio de ese mismo año. Aquel día, un grupo de jóvenes obreros y estudiantes de varias localidades de la provincia, alquilaron una vivienda en calle San Luis 2873. Y con esa decisión, comienzan a escribir esta historia.

"Sin embargo, la creación de la COE no obedece solamente a facilitar una vivienda familiar y económica, sino que surge inspirada en el deseo de atender a una necesidad social que nace del conocimiento de ciertas pensiones que albergan a jóvenes llegados desde distintas partes del país -explican sus residentes-. De allí que no sólo buscó prestar el servicio material de cualquier pensión, sino crear un espacio de convivencia humana y fraternal, que posibilite la formación integral de todos aquellos que pasan por esta casa, preparándose para la vida".

La COE se funda bajo la fuerza de la solidaridad y con el convencimiento de que los jóvenes trabajadores, estudiantes o no, eran capaces de construir una casa en donde se podían tejer lazos de amistad para toda la vida.

Desde entonces, la COE tiene como misión, constituirse en un espacio donde los jóvenes formen una comunidad de intereses y de vida, que les permita establecer vínculos y formarse para enfrentar con responsabilidad los días que vienen.

En un comienzo, todas las actividades cotidianas estaban a cargo de los residentes. Pero de a poco la organización comenzó a crecer y fue necesario alquilar otras residencias, en calles La Rioja 2476 y 9 de Julio 2947, hasta que en el año 1962, con el esfuerzo de los residentes y la cooperación de la Fundación -que acompañó el proyecto desde el origen-, pudo adquirir el edificio que hoy es su sede, en San Jerónimo 2743.

"Los objetivos de la COE son, entonces, prestar un servicio amplio que posibilite una residencia modesta pero confortable; prestar el servicio de comedor; biblioteca para ampliar su formación intelectual; y -sobre todo- ofrecer a cada residente un ámbito familiar que, además de suplir en parte a la familia que ha dejado en su lugar, sea el clima propicio para el desarrollo de una personalidad íntegra y con espíritu solidario", sintetizan los integrantes de la casa.

Democracia y compromiso, prácticas cotidianas

Mauricio Majul es de Romang. Llegó a Santa Fe para estudiar y trabajar, y encontró cobijo en la COE. Hoy es el decano, pieza fundamental de esta organización democrática que timonean los propios residentes.

"Me costó mucho venirme de mi pueblo a la ciudad. Pero acá estamos como en nuestra casa. Somos una gran familia. Y la COE es el fiel reflejo de lo que pasó y pasa en el país. Pero si sobrevivió estos 50 años, con todas las crisis que ha tenido que atravesar, es porque la esencia está intacta. Las personas hemos ido cambiando, los residentes vamos pasando, pero la intención original sigue siendo la misma. Hacer de ésta, nuestra casa".

La COE asume, en varios sentidos, un aprendizaje de entrecasa. Es ese espacio cotidiano donde se intercambian saberes, experiencias y pensamientos que definen una postura frente a la vida. Formalmente constituida como una asociación sin fines de lucro, la democracia se practica a partir de las decisiones que los residentes deben tomar diariamente sobre situaciones que afectan a todos en la convivencia.

Cada residencia (actualmente, funcionan tres, en calle San Jerónimo 2737, 2743 y 2830) tiene su propia dinámica y un residente electo por sus pares, que forma parte del Consejo Directivo de la COE. En las asambleas anuales son los propios residentes quienes van decidiendo sobre los destinos de la casa.

"La COE es una organización independiente, que defiende la libertad de ideas y mantiene una actitud de servicio y compromiso con la comunidad. Es nuestra organización, forma legal y modo de vida en comunidad la que diferencia a esta casa de otras residencias para estudiantes", subrayan sus dirigentes.

Crisis que edifican

Tanto los ex residentes como los actuales pobladores de la COE recuerdan las crisis que tuvieron que atravesar dentro de la casa, que tensaron los esfuerzos y consiguieron involucrarlos cada vez más con el espíritu de la residencia. "Desde el comienzo, existió la intención de crear una comunidad con un fuerte sentimiento de identidad y un marcado compromiso social, que inspiró el esfuerzo de quienes llevaron adelante este proyecto", destaca Majul.

"Las etapas duras en la historia de la COE acompañaron el ritmo de las sucesivas crisis económicas, políticas y culturales que vivió el país, en un proceso de segmentación que todos padecimos. Y como institución comprometida con la realidad, fija posición en defensa de los derechos humanos, porque la idea madre ha sido y es la de comunidad solidaria, donde la persona es protagonista y se alimenta de valores que ponen al hombre sobre toda vanidad material", señalan los residentes actuales.

Mauricio y otros jóvenes de la COE destacan la vivencia de la inundación de 2003, cuando la casa se convirtió en un centro de evacuados donde se brindó amparo a 90 personas durante dos meses. "Fue una experiencia que nos marcó mucho -dice- y nos selló todavía más fuerte el compromiso con la casa".

Un relato que se sigue escribiendo

Hogar para 63 residentes. Comedor con capacidad para 150 comensales, con horarios que se adaptan a la dinámica de quienes estudian y trabajan. Una biblioteca con más de 4.000 obras de las más diversas disciplinas y libros de estudio de distintas carreras. Algunos datos que hablan del presente de la Casa del Obrero Estudiante. Un espacio de vida que los residentes construyen cada día.

Para sostener su funcionamiento, se han organizado en varias subcomisiones: la de Cultura, Prensa y Difusión organiza charlas sobre distintas temáticas, sostiene la biblioteca y reeditará la revista CRECER, que nació como una publicación de circulación interna de la casa y ahora tendrá una distribución abierta. La idea es, precisamente, integrar la COE a la dinámica social. La de Acción Social tiene como objetivo generar actividades para ayudan a entidades de bien público. La de Deportes y Recreación se encarga de promover torneos deportivos y campamentos. La de Fiestas organiza periódicos encuentros con la idea de mantener los lazos vivos con los ex residentes, y este año está dedicada al reencuentro por los 50 años.

"En estas cinco décadas, pasaron más de 2.500 residentes y, con seguridad, todos se enorgullecen de haber estado en la COE y ser parte de un relato humano vivo, crítico, de utopías, sueños y construcciones comunitarias. Quienes lo iniciaron casi como una aventura, quienes los continuaron y sostuvieron en su desarrollo, y quienes lo heredaron sin olvidar en ningún momento los objetivos y la misión fundacional -dicen los residentes. En su historia, la COE dio mucho más que techo y comida a sus residentes. En su historia, se ganó el nombre de casa, capaz de formar y alojar a una gran familia".

Porque encontrarse es una fiesta

QUE SE VENGAN TODOS...

"Nuestro hogar de tiempos juveniles, de estudio, de nuestros primeros trabajos, cumple 50 años. Y este gran acontecimiento es motivo para el reencuentro de todos los que nos sentimos privilegiados por haber participado -o estar participando- de esta escuela de vida".

Con estas palabras, tan simples como caras al sentimiento de todos quienes han compartido un tramo de su vida en la COE, se invita a estar presentes en las actividades previstas para el 23 y 24 de setiembre.

  • El sábado 23: a las 21, en la sala de Luz y Fuerza (Junín 2957), encuentro cultural, con la actuación del ex residente y concertista de guitarra, Eduardo Fassón, el Coro de la UNL y el padre Julián Zini con su conjunto Neike Chamigo. Presentación de la revista Crecer. Entrada gratis. Quienes no hayan residido en la COE y quieran asistir a esta actividad, buscar las invitaciones en la sede de San Jerónimo 2743.
  • El domingo 24: a las 10, misa en la sede de la entidad; a las 11, inauguración de obras edilicias; y a las 12, almuerzo en el Predio Ferial Municipal (detrás de la terminal de ómnibus), posterior mateada y actuación de grupos musicales. Las tarjetas están a la venta en San Jerónimo 2743, teléfonos (0342) 4000786 ó (0342) 154-059421 (Mauricio Majul); o en Facundo Zuviría 6296, tel. (0342) 4893359 (Norberto Raselli)."Nuestra intención es contar con la mayor cantidad de ex residentes posible, de allí que hemos contactado a cientos de ellos que están dispersos por todo el país, pero de otros muchos no tenemos información -destacan Majul y Raselli-. Y como no queremos que el precio de la tarjeta sea impedimento para asistir, pedimos que por favor se comuniquen con nosotros".
  • La misión

    Amparo y valores

    Con los años han cambiado las formas, pero en su esencia, la COE sigue su derrotero inicial: brindar amparo para el desarraigo y afianzar los valores de libertad, amistad y solidaridad.

    El techo

    Obra en construcción

    Estos 50 años encuentran a la COE renovando su edificio. El antiguo salón comedor fue derrumbado para construir allí una estructura más amplia y confortable. La cocina ya tiene lugar nuevo.