Fue excomulgado automáticamente

El obispo Milingo acabó con paciencia de Papa

El obispo, en plena ceremonia matrimonial en mayo de 2001 en Nueva York. Foto: Archivo El Litoral.. 

El Vaticano anunció la excomunión automática del polémico exorcista, cantante y arzobispo emérito de Lusaka (Zambia), Emmanuel Milingo, con quien el Papa mostró reiterada comprensión, pero ha acabado con la "vigilante paciencia" de la Santa Sede.

Milingo, de 78 años, ha quedado excomulgado latae sententiae, es decir, automáticamente, por haber ordenado obispos a cuatro sacerdotes estadounidenses casados que, asimismo, han sido excomulgados y sus ordenaciones, no reconocidas por el Vaticano.

Desde que el pasado mes de julio Milingo reapareció en Estados Unidos abanderando la causa de los curas casados y asegurando que la coreana María Sung -con la que se casó en 2001 y, después, repudió- sigue siendo su esposa, el Vaticano siguió de cerca, "con preocupación", sus pasos.

Hasta ahora, oficialmente, la Santa Sede había callado, pero la ordenación de cuatro curas casados como obispos, oficiada por Milingo el pasado día 24 en Washington, fue la gota que colmó el vaso.

Hoy, en un comunicado, el Vaticano manifestó que ha seguido "con viva preocupación" los pasos dados recientemente por Milingo, "con la creación de una nueva Asociación de Sacerdotes casados, sembrando división y desconcierto entre los fieles".

El Vaticano precisó que exponentes de diferentes niveles de la Iglesia intentaron "en vano" contactarse con Milingo para "disuadirlo de proseguir con sus acciones, que causan escándalo, sobre todo en los fieles que han seguido su ministerio pastoral en favor de los pobres y enfermos.

"Teniendo en cuenta la comprensión manifestada por el Papa hacia este anciano pastor, la Santa Sede esperó con vigilante paciencia el desarrollo de los acontecimientos, los cuales, por desgracia, han llevado al arzobispo Milingo a una progresiva ruptura con la Iglesia, primero, con el matrimonio y, después, con la ordenación de cuatro obispos (casados) el domingo 24 de setiembre en Washington", explicó el Vaticano.

La Santa Sede agregó que con este último "acto público" -es decir, la ordenación como obispos de George Augustus Stalling, de Washington; Peter Paul Brennan, de Nueva York; Patrick Trujillo, de Newark, Nueva Jersey, y Joseph Gouthro, de Las Vegas- tanto Milingo como los cuatro sacerdotes "han incurrido en la excomunión latae sententiae, prevista por el canon 1.382 del Código de Derecho Canónico".

Sin reconocimiento

El artículo 1.382 establece que "el Obispo que confiere a alguien la consagración episcopal sin mandato pontificio, así como el que recibe de él la consagración incurren en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica".

El Vaticano subrayó que la Iglesia no reconoce esas ordenaciones "ni las que se puedan derivar de las mismas" y manifestó que "el estado canónico de los cuatro supuestos obispos es el mismo en el que se encontraban antes de la ordenación".

Expresando pesar, el Vaticano señaló que había esperado que la mediación de personas cercanas a Milingo hubiera dado fruto, que el arzobispo jubilado lo "hubiese repensado" y regresado "a la plena comunión con el Papa.

"Por desgracia, los últimos acontecimientos han alejado esa esperanza", señaló el comunicado.

Tras conocer la reacción del Vaticano, George Augustus Stalling dijo que para Milingo la excomunión "no vale ni el trozo de papel en que ha sido escrita", aseguró que el anciano prelado continuará su labor en favor de los curas casados y que considera las ordenaciones de los obispos como "válidas".

Según el "portavoz" de Milingo, éste está dispuesto a discutir con el Vaticano siempre que se acepte su propuesta y se le conceda una prelatura persona, tipo la del Opus Dei.

Milingo saltó a la notoriedad por sus exorcismos, que atrajeron a numerosos fieles a sus ceremonias. También grabó discos y cantó en numerosas televisiones de todo el mundo.

Su nombre volvió de nuevo a las primeras páginas de los diarios en mayo de 2001, al casarse en un hotel de Nueva York con la médica cuarentona coreana María Sung.

La boda, oficiada por el reverendo Moon, fundador de la secta del mismo nombre, causó un gran escándalo, puso en apuros a la Santa Sede y supuso ya la amenaza de excomunión para el prelado "rebelde".

Varios meses después, fue recibido por Juan Pablo II, lo que propició el retorno al redil del prelado.

Milingo renunció a su matrimonio y reafirmó su fidelidad a la Iglesia Católica. Hasta ahora.

Se insiste en celibato mientras hay 100.000 curas casados

La excomunión del arzobispo jubilado Emmanuel Milingo por ordenar obispos a cuatro curas casados ha puesto de nuevo sobre la mesa el tema del celibato en la Iglesia Católica y la situación de los cien mil curas católicos que, según fuentes religiosas, están casados.

De esa cifra, unos 20.000 viven en Estados Unidos, 10.000 en Italia y 6.000 en España, según las asociaciones de sacerdotes casados.

Los sacerdotes católicos son unos 400.000, lo que supone, según las cifras de esas asociaciones, que el 25 por ciento no respeta la normativa emanada por el Vaticano.

Algunos de los sacerdotes casados se redujeron al estado laical. No obstante, unos cuantos ofician celebraciones litúrgicas en comunidades de base y otros ejercen su ministerio pastoral en parroquias, con el conocimiento del obispo de la diócesis.

Según contó a EFE un sacerdote casado, los únicos desconocen su estado son sus feligreses. Otros, sin embargo, no dudan en mostrar a sus esposas e hijos a la comunidad donde prestan servicio.

Los curas casados defienden el celibato libre y argumentan que el impuesto por la Iglesia Católica no encuentra base ni en la Biblia, ni en la Tradición, ni en la Teología, y el mismo no supone un mayor servicio a la comunidad cristiana, como precisaron los obispos en el Sínodo del pasado año.

Según Julio Pinillos, sacerdote secularizado y casado, el cura casado "que debe vivir de su trabajo profesional" incorpora al presbiterio el mundo civil, con todo lo que conlleva de pluralismo, así como el mundo de la familia.

Pinillos precisó que, viviendo desde dentro la familia, cambiaría el modo de hablar de los eclesiásticos cuando se refieran a temas como el afecto o la sexualidad, entre otros.

Algunos grupos de sacerdotes casados están convencidos de que en medio siglo será abolido el celibato, aunque la mayoría piensa que ni durante este papado ni tal vez en el siguiente se producirá el cambio.

En el último Sínodo de Obispos, celebrado en octubre de 2005 en el Vaticano, los prelados mantuvieron la necesidad de mantener el celibato, lo que fue apoyado incluso por prelados de las iglesias orientales, que permiten la ordenación de sacerdotes casados.

"Hay un aprecio por el celibato sacerdotal", dijo en aquellos días el cardenal de Santiago de Chile, Francisco Javier Errazuriz Ossa, quien manifestó que los prelados de las iglesias católicas de rito oriental contaron que los sacerdotes casados se pueden convertir "en un problema".

Juan Lara (EFE)