"¿Quién consume a quién?" es la reflexión que quieren dejar en la comunidad las alumnas del 3° año Polimodal Ciencias Naturales del Colegio San José Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad Eempi N° 8002, a través de un folleto informativo sobre el tabaquismo y sus consecuencias.

Karina Virgilio, Virginia Corese, Sofía Spizzirri y Maribel Nobile (integrantes de un grupo) realizaron una investigación sobre el tabaquismo y medio ambiente, junto a las docentes Adriana Mongielo y Viviana Peralta, de la asignatura Proyecto de Investigación e Intervención Sociocomunitaria.

Al igual que otras compañeras, el eje central fue el tabaquismo y cada grupo tuvo que abarcar diferentes puntos de vista, como su relación con la familia, la publicidad, el embarazo o la adolescencia, entre otros aspectos.

Las integrantes de este grupo explicaron que su trabajo consistió en analizar la ley provincial N° 12.432, que es la que prohíbe -dijeron con precisión- fumar en espacios públicos cerrados, vender cigarrillos en atados o sueltos a menores de 18 años, que haya ceniceros en los bares, restaurantes o pubs y exige que estén los carteles que dicen que está prohibido fumar porque está en vigencia la ley.

En relación con la intervención en la comunidad, contaron que -además del folleto que diseñaron, para el que debieron buscar sponsors para solventar los gastos- intercambiaron una rifa por dos cigarrillos a los fumadores que veían en el centro o en el barrio de la escuela. Con esos cigarrillos que juntaron tienen previsto hacer -en otra etapa del trabajo- una solución de nicotina, que sirve como plaguicida.

Las alumnas también hicieron 240 encuestas a personas de 12 a 60 años o más, que preguntaban sobre si fumaban, cuántos cigarrillos por día, si conocían la ley y si estaban de acuerdo con ella, y si los fumadores se merecían respirar aire puro. Fueron realizadas en ese colegio y en el Paula Albarracín, pero también a familiares y gente en la calle.

Aseguraron que encontraron muy poca diferencia entre la cantidad de gente que fumaba y la que no, pero eran más los primeros, los que fumaban en promedio 9 cigarrillos por día. También advirtieron la presencia de los denominados fumadores sociales, es decir, que fuman los fines de semana, además de los pasivos. Sin embargo, adelantaron que -en una segunda etapa- deben hacer otra encuesta para comparar los resultados y ver si funcionó la intervención que pusieron en práctica, que consistió en ofrecer una charla a la comunidad, en la vecinal Guadalupe, oportunidad en la que se sorteó la rifa.

Al respecto, contaron que "la charla pretendía informar a la comunidad los conocimientos que habíamos obtenido y concientizarlos sobre el tema, para que vean los riesgos que conlleva el fumar. Invitamos a un especialista, el Dr. Martín Maillo, que tiene una clínica privada para dejar de fumar a través de un tratamiento que ofrece un equipo interdisciplinario de profesionales. También estuvo Fabián Mazzi, periodista que se ofreció a hacer la presentación de la charla porque lo conocíamos de antes ya que difundió nuestro proyecto en la radio donde trabajan".

Por su parte, Stella Moyano, directora del establecimiento, aseguró que "el médico que habló dijo que estaba sorprendido por la calidad de la información que proporcionaban las alumnas que, incluso él no tenía, porque eran datos de la ciudad. Por eso es doblemente valioso el trabajo que ellas han hecho, motivo por el cual las queremos felicitar".

Para finalizar, las alumnas coincidieron en destacar que "le pusimos mucho énfasis a la investigación porque el cigarrillo es una droga legal, que se vende mucho, y enferma y mata a gran cantidad de gente. El tabaquismo es una adicción psicológica, social y física, que se calcula que en 2020 producirá más muertes incluso que el HIV/Sida y los accidentes de tránsito. Por eso quisimos concientizar a la comunidad. Además, vimos que el inicio de este hábito es cada vez más temprano, entre los 12 y 13 años, y que las tabacaleras buscan a estos nuevos consumidores, sobre todo a través de las publicidades".

Y agregaron que "estamos totalmente de acuerdo con la ley porque ese humo que queda en el ambiente no se va, ya que se necesitan 3 horas para que el 95% de ese humo salga del ambiente cerrado, que es el más nocivo. Además, desde que está la ley las cosas en este sentido están cambiando".

Nicotina como plaguicida

"No sabíamos qué hacer con los cigarrillos recolectados durante nuestra investigación", aseguraron las alumnas del grupo que trabajó sobre tabaco y medio ambiente. Explicaron que "como no podíamos quemarlos porque íbamos a contaminar el ambiente, ya que se produce cuando se enciende el cigarrillo, las profesoras nos contaron que existía esta posibilidad de usar la nicotina como plaguicida, para las plantas".

Pero también averiguamos -advirtieron- que era tóxico, de manera que sólo se podía usar cuatro veces al mes y no en mucha cantidad. El proyecto contempla hacer este plaguicida, teniendo en cuenta las indicaciones que nos dieron las docentes para preparar esta solución.