Será el 4 de noviembre, a las 17, y las entradas tendrán un valor mínimo de $ 20.
Después del recital ofrecido el 21 de setiembre en el estadio Cordobés de Chateau Carreras, al que asistieron más de veinte mil personas, el sábado 4 de noviembre, a las 17, Callejeros tocará en Santa Fe, posiblemente en el estadio cubierto del club Unión. Las entradas se pondrán a la venta a partir del 15 de octubre, y tendrán un costo mínimo de $ 20.
Éste será el tercer recital de Callejeros tras un año y nueve meses de silencio, provocados por la tragedia de Cromagnon en la que la banda se vio involucrada en la muerte de 194 personas. Pero antes de tocar en Santa Fe, el grupo hará un recital el 13 de octubre en La Rioja, en el estadio Vargas, situado en la zona norte de esa cuidad.
Sobre el escenario del estadio mundialista, Patricio Santos Fontanet -voz de Callejeros- advirtió que "los chicos muertos" en el incendio del boliche "van a estar presentes" siempre que actúe Callejeros. Mientras el tablero electrónico del Chateau mostraba el mensaje "A los invisibles, por siempre", el cantante dijo a su público que "muerto es aquel que nadie recuerda. El 30 de diciembre de 2004 perdimos todos" y dedicó una canción a Gastón Amaya, una de las víctimas de Cromagnon.
En el show, Christián Torrejón, Eduardo Vazquez, Elio Delgado, Juan Carbone, Maximiliano Djerfy y Santos Fontanet recorrieron el repertorio de sus cuatro placas y, hacia el final, abrieron las puertas del estadio para que todas las personas que habían quedado afuera pudiesen ver los últimos temas.
Controversia
El regreso de la banda a los escenarios es motivo de una fuerte polémica que incluye amenazas al grupo y acciones judiciales de los familiares de las víctimas. El grupo fue incluso denunciado por desconocer un embargo dictado por la Justicia, que dispuso de diez mil pesos de la recaudación del show que el grupo había donado al hospital cordobés La Calera. El denunciante fue José Iglesias, padre de una de las víctimas, quien además solicitó a la justicia que se modifique el "estado de libertad" de la banda a raíz de haber violado las condiciones impuestas en el marco del procesamiento. Los cinco miembros del grupo se encuentran procesados por estrago doloso seguido de muerte, que se castiga con hasta 20 años de prisión. Frente a estas acusaciones, Maximiliano Djerfy declaró ayer a la prensa que "la causa terminará en la nada, como pasó con la AMIA". Djerfy también sostuvo que "estamos jodidos, seguimos jodidos, faltaba que nos vinieran a pegar un tiro, la mitad de la vida se nos acabó ese 30 de diciembre".
