"Chacarita" García, un símbolo de vida
Es un verdadero personaje de la ciudad. El ambiente del fútbol lo reconoce por su trayectoria en los torneos libres, liguistas y certámenes independientes. Cumplió 80 años y todavía despunta el oficio los domingos en las canchas de la Liga Cordial.

Juan Carlos Haberkon - [email protected]

Humilde y de perfil bajo. Sereno, austero y de gran corazón. Conocido por todos, trabaja, con 80 años, en su taller de autos. Chapista, de los buenos, de aquellos que promete el día de la entrega y cumple. Rafael "Chacarita" García sigue jugando para el equipo de San Lorenzo que participa en la Liga Cordial de Fútbol. Los domingos, bien temprano, se prepara, concentra, asegura él, y hasta disfruta de unos ricos mates con su mujer Rosa antes de ir a la cancha. Allá, en el rectángulo, lo esperan compañeros, afectos y los más apasionados futbolistas. "Se juega por los puntos", dice.

Susana, Ricardo y Silvina son los tres hijos de una pareja que siempre estuvo unida. El 23 de setiembre último pusieron un pasacalle que lo hizo emocionar hasta las lágrimas. "Eran las siete de la mañana, uno de mis hijos me dio un fuerte abrazo y me sacó para la calle donde estaba, con letras grandes, un feliz cumpleaños, haciendo referencia a mis 80 años de vida".

-¿Hay en vos un futbolista frustrado?-No sé. Soy un apasionado y siempre disfruté del juego de la pelota. Gracias al fútbol he cosechado muchos amigos y en todo momento me ha servido como una descarga, como una distracción, algo lindo. Después, fue, soy y seré un apasionado del fútbol en general, pero en particular del fútbol nuestro de cada día, ése que se siente con el alma. -¿Desde qué edad jugás al fútbol?-Desde los 8 años. Nosotros tuvimos una ventaja porque vivíamos frente a una cancha y en ese momento era la principal diversión. Después, en horas de la tarde casi noche, le sumábamos el tiro al pato. Era muy simple, las boleadoras se armaban con alambre que llevaban plomo en la punta y cuando venía la bandada tirábamos y seguro que bajábamos tres o cuatros patos, que después iban a la olla con un preparado que llevaba, además de otras cosas, polenta. -¿Cómo era tu familia?-Como todas, gente de trabajo y mucho sacrificio. Mi padre y mi madre eran separados y vueltos a casar. Nosotros somos cuatro hermanos legítimos, pero papá tenía tres por su lado, cosa que en ese tiempo era toda una novedad. Mi viejo, muy querido por cierto, llegó viudo de Oviedo, España, y dejó allá cinco hijos. Se vino solo, pensando en traer a los hijos, pero luego nunca pudo. Trabajaba de carpintero y en ese tiempo con eso le bastaba para vivir bien. Él siempre insistía con que debíamos tener un oficio para poder hacerle frente a la vida y en eso tenía razón. Hoy todo cambió: estudiás una cosa y trabajás de otra.Mi madre, gran persona, era ama de casa. Además de hacer las tareas del hogar, amasaba el pan y lo que sobraba salíamos a venderlo nosotros. Lamentablemente, a mi vieja la perdimos siendo muy jóvenes. Mirá, yo tenía apenas 17 años y ella cuando nos dejó tenía 39, producto de una neumonía terminal. La falta de mamá cambió todo, porque desde ahí cada uno de nosotros se fue a buscar nuevos horizontes. Yo siempre digo que a los padres los puede suplantar otro, pero a la madre no se la cambia por nadie. -¿En qué trabajabas?-En un kiosco que estaba frente a la facultad, en San Jerónimo y bulevar. Después de cuatro años en el kiosco me fui a trabajar a Chevrolet. Más tarde, me instalé solo, por mi cuenta, y la verdad es que la pasé bien, regular y mal. Como todo, hay buenos momentos y de los otros. -Tu amistad con Reutemann se debe a la actividad con los autos...-Tengo una buena amistad que nació allá por el "60, cuando el "Lole" corría en Fiat 1500 en Córdoba y el Chaco. Yo le pinté primero el casco y después el auto, y nos hicimos amigos. Hasta tuve la oportunidad de trabajar con él en el taller, pero justo se fue a correr a Europa de la mano de Grossi. Mirá cómo es la vida: ahora nos cruzamos cuando corremos en la Costanera. -Se saludan...-Siempre. Es un buen tipo y si se hubiera postulado para presidente yo lo votaba con los ojos cerrados.

Premiado

Rafael "Chacarita" García ha recibido el Premio a la Excelencia en 1996 por su dedicación al deporte amateur. Hace más de trece años que realiza coberturas de partidos liguistas para este diario y otros medios de comunicación.