El grupo Noble inauguró ayer su complejo portuario en Timbúes, donde invirtió más de 50 millones de dólares en un área de más de 200 hectáreas, que el año próximo abarcará otras actividades del rubro agroindustrial, como la fabricación de aceites y fertilizantes. Una de las apuestas grandes, según señalan en la firma, estará centrada en la producción de biocombustibles.

El acto contó con la presencia de las principales autoridades de la empresa, como el CEO de Noble Group, Richard Elman; el presidente de Noble Argentina, Esteban Zombory; el gobernador Jorge Obeid, y el ministro de la Producción, Roberto Ceretto.

El complejo tiene una superficie de 201 hectáreas y 1.800 metros de costa sobre el río Coronda, donde llegarán los barcos a cargar cereales y oleaginosas rumbo a los países asiáticos donde Noble pisa muy fuerte.

La modernización y el desarrollo de la infraestructura portuaria ha llevado a estos emprendimientos a optimizar en pocas manos el manejo de la planta. Según datos de la empresa, en la parte específica de puerto y silos trabajarán sólo unas 35 personas.

Una noción de la envergadura de la planta la otorga la playa de estacionamiento, que tiene espacio destinado para 350 camiones. La planta tiene una capacidad de descarga diaria de mil vehículos, en tres plataformas hidráulicas, que derivan luego el cereal y las oleaginosas a los 14 silos que tiene el complejo, con una capacidad de almacenaje para soja de 135 mil toneladas.

Las cintas transportadoras que salen de los silos tienen una extensión total de 2 kilómetros. En sólo una hora cargan con 1.600 toneladas un buque que atraque en el puerto de Timbúes. La estrategia central de la multinacional es enviar hacia China los granos de soja enteros, es decir, sin procesar. En ese país le van a dar el valor agregado a la materia prima.

Pero una de las dificultades que enfrentan las plantas procesadoras de granos de la zona es la enorme demanda de granos, que ha provocado escasez en el mercado, junto con una leve merma de la producción de oleaginosas para esta campaña. "Se nos hace cada vez más difícil conseguir los granos", admitió Zombory.

Por su parte, Obeid manifestó: "Este proyecto tuvo su origen en la misión encabezada por el presidente Néstor Kirchner a China en 2004. En aquel momento conversamos con gente de este grupo que estaba interesada en invertir en el país. Hoy es una realidad".