Investigan escándalo sexual que sacude EE.UU.

Télam

Un comité de Ética del Parlamento estadounidense tiene previsto reunirse hoy por primera vez para comenzar a investigar el escándalo sexual que amenaza con quitarle al Partido Republicano del presidente George W. Bush el control del Congreso en las elecciones del 7 de noviembre próximo.

El escándalo lo desató el diputado ultraconservador republicano Mark Foley, quien la semana pasada renunció al saberse que mandaba mensajes sexuales a becarios menores de edad desde su computadora, admitió ser homosexual, pidió perdón públicamente e inició un tratamiento por un supuesto problema de alcoholismo.

Pero el caso también amenaza con cobrarle el puesto al presidente de la Cámara de Representantes y tercero en la línea de sucesión presidencial, el republicano Denis Hastert, a quien la oposición demócrata exigió la renuncia al denunciar que encubrió el escándalo durante varios meses, casi un año.

Con los republicanos preocupados en mantener el control de ambas cámaras en los próximos comicios, el apoyo a Hastert disminuyó en las últimas horas, informó la cadena CNN.

El canal de noticias afirmó que algunos funcionarios republicanos, pocos pero de gran influencia, discutieron anoche si pedir o no a Hastert que dé un paso al costado.

Hastert dijo ayer al diario Chicago Tribune que no piensa en renunciar y acusó a la cadena ABC -que reveló el escándalo antes de que Foley dimitiera- y a "operadores demócratas" de querer derribarlo.

El Departamento de Justicia, por su parte, ordenó a funcionarios del Congreso preservar todos los registros de los mensajes sexuales que Foley mandaba a becarios menores, muchos de los cuales blanquearon detalles de los acosos en los últimos días.

Un ex asistente de Foley -quien paradójicamente era uno de los abanderados contra la perversión sexual- dijo ayer que hace más de tres años pidió a miembros de la más alta jerarquía de la Cámara de Representantes que intervinieron en el tema.

El ex asistente, Kirk Fordham, no identificó a quién elevó sus solicitudes, pero fuentes citadas por la CNN dijeron que uno de ellos fue Scott Palmer, el jefe de asesores de Hastert, que sin embargo negó todo.

Ahora el comité de Ética de la Cámara de Representantes, formado por igual cantidad de miembros republicanos y demócratas, tiene la delicada tarea de investigar a Hastert.

La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que la comisión debe interrogar bajo juramento a Hastert y a toda la cúpula republicana de la cámara sobre lo que sabían, cuándo se enteraron y qué hicieron al respecto.