La segunda vuelta en las presidenciales brasileñas
Lula desafía a Alckmin, que enfrenta rebelión en sus filas
El presidente brasileño afirmó que la oposición se aferra a temas éticos por falta de "coraje", en tanto que Geraldo Alckmin enfrentaba una rebelión de sus aliados por haber aceptado el apoyo de dos políticos acusados de corrupción.

EFE-AFP

La crisis en la alianza Por Un Brasil Decente se desató por el apoyo dado a Alckmin por la gobernadora de Río de Janeiro, Rosinha Matheus, y su esposo y predecesor en el cargo, Anthony Garotinho, que enfrentaron juicios por desvíos de fondos de programas sociales para fines electorales.

"Fue el beso de la muerte", dijo el alcalde de Río, César Maia, del Partido del Frente Liberal (PFL), que junto al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) forma la coalición de apoyo a Alckmin.

Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), y Alckmin, del PSDB, dirimirán la elección presidencial de Brasil en una segunda vuelta, el próximo 29 de octubre.

El mandatario saliente era gran favorito para ganar el duelo en la primera vuelta, el domingo pasado, pero pasó las últimas semanas a la defensiva por nuevas denuncias de corrupción contra el PT, y no consiguió superar la barrera de la mitad de los votos, como se lo auguraban las encuestas hasta pocos días antes de los comicios.

"Los escándalos de los gobiernos de los Garotinho no son menores que los del gobierno de Lula" y con su apoyo "acabó la fuerza del discurso ético de la candidatura de Alckmin", afirmó Maia.

Voto anulado

La candidata al gobierno de Río, Denise Frossard, del Partido Popular Socialista (PPS), que también apoya a Alckmin, anunció que anulará su voto en la elección presidencial.

Alckmin, ex gobernador de San Pablo, "mostró que no le gusta Río (...). Le retiro mi apoyo y voy a seguir mi camino", declaró.

La indignación en las filas opositoras surgió también por la manera en que Alckmin aceptó el apoyo de los Garotinho, con gran despliegue de fotos que ayer aparecieron en primera plana de los diarios.

Alckmin y su candidato a vice, José Jorge, viajarán esta semana a Río para tratar de apagar el incendio.

"Nos equivocamos al aceptar con tanta prisa y de esa manera el apoyo de Garotinho. Vamos a reparar el error", dijo José Jorge, en una entrevista con el Blog do Noblat, en el sitio de internet del diario O Estado de San Pablo.

Garotinho fue a candidato a presidente en 2002 (quedó tercero, con casi 18 % de los votos) y apoyó a Lula en el ballottage de ese año, pero luego rompió con él. Dirige un sector del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que tanto Lula como Alckmin tratan de ganar para su campaña.

El PT desafiante

Los tropiezos de Alckmin dieron ánimos a los aliados de Lula.

"Cada cual tiene el PMDB que se merece", ironizó el ministro de Comunicaciones, Helio Costa, que pertenece a ese partido.

Lula, que a raíz de denuncias de corrupción perdió en el último año y medio a sus principales colaboradores, tanto en el gobierno como en el PT, se mostró desafiante con la oposición.

"Como ellos no tienen coraje de discutir el país, se aferran al discurso sobre la corrupción", declaró el mandatario, en una reunión con ocho gobernadores electos en los comicios generales del domingo pasado.

"No hay problema, vamos a discutir ética, pero esta vez de una manera profunda", añadió.

Los escándalos del año pasado se debieron a denuncias de que el PT había comprado con sobornos el apoyo de decenas de diputados; los del mes pasado, que complicaron la reelección de Lula, estallaron por una presunta tentativa de compra por parte de dos personas vinculadas con el PT de documentos comprometedores sobre Alckmin y otro líder opositor socialdemócrata.

Sin delito

La Policía Federal de Brasil informó hoy que "no hay indicios" de que un estrecho colaborador del presidente Lula haya participado en un intento de comprar un falso dossier que incriminaba al candidato opositor Geraldo Alckmin.

Según informó el principal cuerpo policial del país, no fueron halladas llamadas telefónicas que indiquen la participación de Freud Godoy, hoy ex asesor de Lula, en este caso desvelado poco antes de las elecciones presidenciales del domingo pasado.