Julio César Toresani rompió el silencio y fue durísimo...
"Me defraudaron los que hablaban de pertenencia"
 La triste despedida del "Huevo" Toresani. Así se fue después del partido con Estudiantes. Faltaba el último, ante Gimnasia. Foto: Flavio Raina. 

El ex técnico de Colón criticó a los dirigentes, defendió al plantel y dijo que "me dolió que nadie me habló después del partido con Gimnasia y me enteré de que no era el técnico de Colón por una carta-documento".

Enrique Cruz (h)(Enviado Especial a Buenos Aires)

Hacía más de un mes que no hablaba. En realidad, Julio César Toresani se llamó a silencio en el mismo momento en que finalizó el último partido que dirigió al equipo: contra Gimnasia en el estadio Unico de La Plata. Se subió al micro aquella tarde en La Plata, con toda la tristeza a cuestas por haber acumulado la cuarta derrota consecutiva, pero citó igual al plantel para entrenar. Al día siguiente, Toresani fue despedido. Sin embargo, el "Huevo" decidió callar y se disculpó ante cada llamado telefónico. "Ya va a llegar el momento de decir lo que pienso", decía ante cada convocatoria a expresarse públicamente. Y el día llegó ayer, cuando formuló declaraciones en la transmisión del partido por La Red.

"Estoy defraudado y no quise hablar antes por el bien de Colón, porque soy hincha del club y no quería causar un daño. Además, por los jugadores, que se portaron muy bien conmigo y a quienes les estoy agradecido", empezó diciendo el "Huevo".>

-¿Qué sentís en este momento, cuando ya pasó más de un mes de tu despido, Julio?-Me siento defraudado... El 70 por ciento de los votos que consiguió Lerche fueron gracias a mí, porque se habló mucho de la pertenencia y se lo hizo a través de nombrarme a mí, diciéndole a la gente que yo iba a ser el entrenador. Con Germán tenía una muy buena relación, pero me defraudó. Yo me adapté al presupuesto del club y ganaba la cuarta parte del cuerpo técnico actual y de cualquier técnico de Primera. A mis colaboradores ni siquiera le pagaron. Me enteré que iba a dejar de ser el técnico de Colón por una carta-documento, porque no me hablaron. Nadie levantó el teléfono, aunque más no sea, para llamarme. Argumentaron que fui un mal técnico, porque había una cláusula en el contrato que expresaba que si yo no mostraba capacidad para dirigir, me podían echar (¿?)... Yo no le quería hacer un daño al club y siempre estuve dispuesto, y lo estoy, para el diálogo. Me ofrecieron dos mangos y yo soy un profesional, vivo de esto. Me usaron, me trataron muy mal y pienso seguir con esto hasta las últimas consecuencias. -¿Te tomó por sorpresa la decisión?-Cuando fuimos a La Plata, Germán viajó en el micro con nosotros. Fuimos diagramando el futuro de Colón en esas horas. Y esta es otra de las cosas que me da bronca, porque yo no sólo era técnico, sino que también hacía de dirigente. Hasta en el mínimo detalle estaba. A la vuelta, venían David y Pradolini pero no se animaron a decirme nada. Al otro día me mandaron la carta-documento. Pero después me enteré de que en la segunda fecha habían hablado con Falcioni y que en la tercera lo hicieron con Astrada. -¿Cómo te enteraste de eso?-Después del partido con Gimnasia, el "Negro" Astrada me llamó y me lo dijo. -¿Por qué decís que Lerche te defraudó?-Yo no lo conocía a Germán. En realidad, cuando estaba en San Juan el primero que me llamó fue Busatto. Luego, cuando vine de allá me reuní en el Ubajay con Germán, Pradolini, Maglianesi, David y Kaial. Ese día lo conocí. Me pareció un buen tipo, pero evidentemente hay mucha incapacidad dirigencial. Un día le dije: "Germán, quiero a Nasutti', y él me contestó: "¿de qué juega?'. -¿En qué pensás que te equivocaste?-Primero quiero decirles que el máximo responsable de las cuatro derrotas soy yo. Respecto de los refuerzos, nadie debe dudar que se trajeron los jugadores que se podía, porque el club no tenía posibilidades. Además, había jugadores que no se querían quedar. Bieler, Blanco y Gandín querían jugar; Malandra no se quiso ir y Ramírez tampoco. Además, hubo un Mundial de por medio y varios de los jugadores que trajimos no jugaban en sus equipos. Por ejemplo, Romagnoli se quería ir porque tenía un problema de dinero con Colón, y lo busqué a Esmerado, un buen jugador que no había tenido chances en Estudiantes. Barrado estuvo ocho meses sin jugar en River, Juan Fernández se había ido al descenso, Grabinski no jugaba en Racing, Enría tampoco lo hacía en Vélez. Los dirigentes sabían que esto iba a llevar un tiempo. Y los jugadores de abajo no estaban para que los pusiera, salvo Lucas Acosta, a quien sí veía en condiciones para que juegue. -¿Qué incidencia tuvo Mántaras en esas contrataciones?-Ninguna. Con él tenía buen diálogo, pero una vez que me echaron ni siquiera me llamó. Pero cuando armamos el equipo, me consultaba a mí. Cángele se quería ir, Vargas también. No fue fácil armar el equipo porque entre los que se querían ir y los problemas para traer jugadores, la cosa se había complicado... ¿Saben en quién tuvo injerencia Mántaras? En Iriarte. Lo trajo a prueba y yo ya lo había visto jugar en el equipo campeón de Gallego. -¿No tendrías que haberte puesto más firme en el tema de las contrataciones?-Puede ser. Yo me puse en dirigente y quería ayudar. Fijáte que me banqué que hagamos la pretemporada en Paraná porque había un contrato, cuando, en realidad, quería instalarme una semana en Buenos Aires para hacer amistosos. Además, Lerche sabía muy bien cuál era mi proyecto porque lo hablamos. Yo quería que el 60 ó 70 por ciento de los jugadores de la categoría "87, "88 y "89 estén en el plantel profesional, porque mi idea era que haya un titular para cada puesto y que el suplente sea uno del club. Pero me dan bronca muchas cosas... -¿Por ejemplo?-Las pelotudeces que se dijeron respecto de que el plantel me hizo la cama y que el "Bichi" Fuertes era el camarillero... Boludeces, porque el plantel se portó bárbaro conmigo y estoy seguro de que van a salir adelante... Pero bueno, nadie es profeta en su tierra. Ya le pasó al Juanchi Pizzi, ¿cómo no me va a pasar a mí?... ¿Saben qué es peor?, lo que me ocurrió con mi hijo. En el partido con Newell's lo habían designado para alcanzar pelotas. No quería ir a la cancha. Me dijo: "después de lo que te hicieron a vos, no voy'. Y lo tuve que convencer y llevar a la cancha a las 6 de la tarde. Un bajón total. -¿Cómo sigue la cosa en lo contractual y en lo legal, Julio?-No, lo mío pasó a la convocatoria de acreedores, así que lo pagará otra comisión directiva. Lo que no saben los dirigentes es que yo tenía previsto donar el dinero a las divisiones inferiores. Y cuando lo cobre, alguna vez, lo voy a hacer. Yo vi a los chicos de Colón entrenarse en Las Achiras y cambiarse en pleno invierno abajo de un ombú. Esas no son condiciones de trabajo para un pibe que pretende llegar y tiene aptitudes para hacerlo. -¿No hubo ninguna posibilidad de arreglo?-A Jorge Vidal, mi representante, lo hicieron venir de Buenos Aires y lo dejaron plantado. Fue muy cruel lo que hicieron conmigo después de hablar tanto del sentido de pertenencia. Alguien se tiene que hacer cargo de esto. Se tienen que sacar la careta los dirigentes y decir, por ejemplo, que en la comisión directiva hay muchos que al doctor Hilbert no lo quieren. Pero todo tiene una vueltita en la vida y lo mejor que me pasó es haber estado en Colón. Esto se lo dejo muy en claro a los hinchas, a quienes quiero y respetaré por siempre. -Se ve que estás muy dolido...-Muchísimo... Cuando Sand llegó a Santa Fe me dijo que venía porque Passarella le dijo: "andá a Colón, que ahí te va a dirigir mi pollo el Huevo'. ¿Sabés lo que es para mí que un tipo al que adoro como Passarella y que tan bien me hizo en mis tiempos de jugador, haya dicho eso de mí? Y tenía la ilusión de entrar al Monumental y darle un abrazo a Daniel y decirle allí que si estaba sentado en el banco de suplentes de un equipo de Primera era gracias a él. Y no pude hacerlo porque no me bancaron.