El presidente brasileño y el candidato opositor sacaron a relucir anoche todos los trapos sucios de la política brasileña en los últimos años, en un debate electoral marcado por muy duras acusaciones de un lado y otro.
AFP-EFE
Los brasileños asistieron anoche a un inusual debate con intercambio de agresiones, centrado en escándalos de corrupción, entre el presidente, Luiz Inacio Lula da Silva, y su adversario socialdemócrata Geraldo Alckmin, que el 29 de octubre disputarán la Presidencia del país.
Alckmin trató a Lula de "arrogante, irónico e irrespetuoso" y lo acusó de haber "huido" de los dos debates previos a la primera vuelta del 1° de octubre.>
Lula dijo que su adversario se limitaba a "adornar frases hechas", a las que contrapuso lo que considera éxitos de su gestión en materia de lucha contra la corrupción y de estabilización económica.>
"¿De dónde vino el dinero sucio para la compra del dossier?", disparó Alckmin, en referencia al escándalo que estalló a dos semanas de la primera vuelta, cuando dos miembros del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) fueron detenidos con 800.000 dólares supuestamente destinados a comprar documentos perjudiciales para líderes opositores.>
Lula respondió que deseaba saber también quién orquestó lo que calificó de "plan maquiavélico" que, afirmó, perjudicó sobre todo a su propia candidatura.>
Ante la insistencia de Alckmin, recordó que no es un investigador de la policía, sino el presidente de la República.>
Seguridad
Lula contraatacó en el tema de la seguridad en San Pablo, Estado que Alckmin gobernó de 2001 a 2006, y que se vio asolado este año por una ola de violencia lanzada por la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC), con saldo de más de 180 muertos.
"El choque de gestión de Alckmin es el PCC controlando San Pablo", dijo Lula.>
Alckmin replicó que Lula se comportaba "como comentarista", pues el Estado federal había recortado gastos en materia de seguridad y no vigilaba adecuadamente las fronteras por donde entraban armas y drogas al país.>
Durante más de dos horas el debate transmitido por la red nacional de TV Bandeirantes permitió a los brasileños conocer las ideas de los dos candidatos más votados en la primera vuelta (Lula obtuvo 48,6 % y Alckmin 41,6 %).>
Alckmin, un médico de 53 años, exhibió un estilo mucho más agresivo que el de la imagen poco ofensiva que mantuvo durante la primera parte de la campaña, y varias veces llamó al presidente de "mentiroso".>
Lula "miente cuando dice que yo pretendo privatizar (las estatales) Petrobras, Banco de Brasil, los Correos y (el banco) la Caixa", asestó Alckmin.>
"Él solo utiliza frases hechas" dijo Lula, que insistió en el carácter privatizador del gobierno socialdemócrata de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), en referencia a la venta de empresas de telecomunicaciones y de electricidad.>
"Cuando no tengan nada más para vender van a vender la Amazonia", provocó Lula, pero Alckmin respondió que no pretende privatizar nada ni acabar con el programa Bolsa Familia, que beneficia a 11 millones de familias de bajos ingresos.>
Satisfecho
El director de TV Bandeirantes, Fernando Mitre, se mostró muy satisfecho con el impacto del debate que, según él, "dio el tono de la campaña", al permitir confrontar estilos y atender plenamente a las expectativas.
"Fue un debate muy aguerrido", dijo el periodista Ricardo Boechat, que actuó de moderador, y que en diversos momentos tuvo que cortar el micrófono del candidato que había superado el tiempo concedido para su respuesta.>
