Enrique Cruz (h)(Enviado Especial a Buenos Aires)
Después de uno de los partidos que Unión jugó como local -creo que fue ante Ferro-, Carlos Trullet dijo que había que esperar que pasaran diez partidos y allí se iba a saber para qué estaba el equipo. Hoy, consumida más de la mitad del torneo, se puede decir que Unión está, ni más ni menos, que para lo que se pensó cuando arrancó este proceso. Es decir, está para armar el equipo, para transitar con dignidad el campeonato, para sumar un buen colchón de puntos y para que este Apertura sea la base para intentar algo concreto en el Clausura. Que de por sí no son objetivos para desecharlos, porque todo éxito deportivo se consigue a través de un proceso de trabajo. Y esto es lo que está haciendo Carlos Trullet con un plantel que, se sabe y se dijo hasta el hartazgo, es barato, de entrecasa, sin grandes estrellas y, en algunos aspectos, hasta "corto" en cantidad y calidad.
A esta conclusión se llega después de observar lo ocurrido hasta aquí. En algún momento, Unión despertó una expectativa que hasta pareció superar el más optimista de los cálculos, pero sus propias limitaciones lo devolvieron a una realidad de la que no hay que renegar ni lamentarse. >
*1) No se puede pelear un campeonato si no se consigue eficacia como local, condición en la que Unión ha logrado la mitad de los puntos que jugó.>
* 2) No se puede pelear un campeonato sin tener un hombre-gol arriba. Y la realidad indica que a este Unión le ha costado mucho encontrar una dosis adecuada de eficacia ofensiva en sus delanteros.>
Con estos dos simples pero contundentes argumentos, basta para señalar por qué el equipo está adónde está y por qué está mucho más cerca de pelear por un objetivo de base de 27 ó 28 puntos y no por algo más pretensioso, lo cual, insisto en el detalle, no es la meta apuntada en el principio y tampoco formaba parte del cálculo más optimista, al menos para este primer campeonato.>
Anoche, Unión no jugó un gran partido ni mucho menos. Pero no fue menos que Huracán para irse de Caballito con las manos vacías. Esa es la realidad. Porque basta con detenerse en algunos detalles puntuales (la figura del partido fue Leo Díaz, Unión tuvo más tiempo la pelota y atacó también en mayor cantidad que su rival) para entender que el resultado es injusto y que terminó premiando a Huracán sólo por el hecho de haber sabido aprovechar una situación como la del penal que construyó Milano (Vera se lo llevó "puesto" adentro del área y el árbitro entendió que hubo falta en perjuicio del hábil delantero) y que Celay se encargó de marcar en gol.
Trullet habló después del partido y dijo que no hay reproches que hacer para los jugadores. Y es verdad si se la mide en cuanto a la entrega y esa tan mentada actitud que se le exige a un equipo. Esto le da mucha tranquilidad, no sólo a Trullet sino también al hincha, que saben que el sacrificio, la solidaridad y el despliegue estarán asegurados siempre con este plantel.
El problema se plantea, puntualmente, en la ausencia de un definidor. Y también en que aparezcan variantes de juego para ayudar a un Rosales que muchas veces se debe cargar al hombro demasiado solo el peso de hacer jugar al equipo.>
Pero lo que preocupa es conseguir esa dosis de gol que permita lograr resultados y que no se lamenten derrotas como la de anoche. ¿La puede brindar Rami?, se sabe que no, que el "Flaco" deja todo en cada partido pero no lo hace adentro del área, sino en las inmediaciones. Y Weiner entró bien ayer, pero para meter centros o sacarse de encima alguna marca (porque tiene habilidad), pero no para asegurar goles. Entonces, la conclusión surge a simple vista: Unión tiene un déficit que es pronunciado, y hasta que finalice la temporada y se busque a alguien que lo subsane, habrá que esperar que aparezca el encargado de destaparse del resto y ganarse la confianza del técnico. Ayer estuvo a punto de lograrlo Márquez, que, entiendo, hizo lo suficiente para merecer otra oportunidad.>
Hasta ahora, Rami fue indiscutido a la hora de armar el equipo. Ya sea con tres enganches y un punta (como arrancó), y mucho más cuando Trullet decidió poner dos delanteros, el "Flaco" siempre estuvo a disposición y fue elegido. Al principio hizo goles. Y eso tranquilizaba al técnico. Pero ya hace varios partidos que no la mete y es lógica la preocupación. El otro que tuvo cierta continuidad, en su momento, fue Lucas Martínez, que no es un delantero de área sino que busca deshacerse de la marca tirándose atrás o volcándose a los costados; y lo mismo pasa con Weiner.>
En fútbol nada es absoluto y todo se transforma en relativo. Esa relatividad la dan los resultados y la eficacia que pueda conseguirse. Algunos dicen que debe jugarse con un delantero por afuera y otro por adentro; otros dicen que dos "9" pueden jugar tranquilamente, que la cuestión es que se complementen. Lo cierto es que Unión ni siquiera encuentra un delantero que colme las expectativas y se transforme en indiscutido. Entonces, la búsqueda de la mejor combinación está abierta.>
Cancha: Huracán.
Árbitro: Daniel Rafa.
Huracán: Leonardo Díaz; Cellay, Ubeda y Cristian Díaz; Solana, Sánchez Prette, Vigna y Poggi; Milano; Cristian Alfaro y Larrivey.DT: Antonio Mohammed.
Unión: Nereo Fernández; Marcelo Mosset, Renzo Vera y Héctor Desvaux; Fontana, Ignacio Canuto, Leandro Sartor y Martín Zapata; Rosales; Márquez y Cristian Rami. DT: Carlos Trullet.
Gol en el primer tiempo: 16 min., Cellay (H), de tiro penal.
Cambios en el segundo tiempo: 10 min., Mauricio Jofre por Alfaro (H); 12 min., Bruno Casanova por Sartor (U); 21 min., Sebastián Weiner por Rami (U); 25 min., Claudio Guerra por Milano (H); 32 min., Emanuel Torres por Rosales (U), y 35 min., Manuel Baigorria por Poggi (H).
Incidencia: Expulsado en el segundo tiempo, 9 min., Vigna (H).
NEREO FERNÁNDEZ (5).- Tuvo escasa actuación. En el primer tiempo debió revolcarse en un par de ocasiones y tuvo la pierna salvadora de Desvaux primero y de Vera después para sacar dos pelotas cuando ya estaba vencido. En el complemento no intervino.
Quedó séptimo.
Al completarse ayer la undécima fecha del torneo, Olimpo es el puntero con 24 puntos y un encuentro suspendido (a los 8 del segundo tiempo cuando perdía con Ferro 1 a 0). El escolta es Chacarita con 23. Luego están San Martín (SJ) y Tigre con 20. Posteriormente, vienen Platense y Rafaela con 19 y en el séptimo lugar está Unión con 17.
Se jugaba la parte final del encuentro en Caballito y Unión lo tenía a Huracán encerrado en su propio terreno. Recibió la pelota Casanova y metió un centro que se fue cerrando sobre el arco de Leo Díaz. El arquero retrocedió un par de pasos, se hizo la pelota y con el envión se metió adentro del arco.
Que Leo Díaz pisó más allá de la línea de sentencia, no caben dudas. Eso no hace suponer que la pelota también entró (debe atravesar la totalidad de su circunferencia la línea de gol), pero el asistente ni siquiera se inmutó y Leo Díaz sacó rápidamente para disimular y disipar cualquier duda.
El único jugador de Unión que advirtió la jugada y levantó las manos para intentar una tibia protesta fue Márquez. El resto de los jugadores de Unión no estaba en una posición adecuada para darse cuenta de la maniobra.