La columna del consumidor
Propaganda engañosa y la obesidad

Andrea Salicrú, Luis Lombó/ Adelco

Cuando las familias miran televisión, escuchan radio u otro medio de comunicación, es común encontrarse con algún desconocido personaje que cuenta cómo bajó de peso de manera muy sencilla y, lo que es mejor, sin ningún esfuerzo, de manera casi mágica. En todos los casos esto va asociado a la venta de un "milagroso" producto descubierto en algún país asiático, o por un ignoto profesor de una importante Universidad de un siempre lejano Estado. También puede presentarse un "producto natural" descubierto en la selva amazónica.

Ante esto los consumidores deben preguntarse: ¿Es posible que la industria farmacéutica, que invierte cientos de millones de dólares en investigación y desarrollo, no "descubra" estos productos o adquiera la patente, dejando la oportunidad de facturar cifras varias veces millonarias?>

La lógica indica que esto es ilusorio y que lo que muestra la propaganda es un fraude realizado a la vista de todos. Además, también pone en evidencia la omisión de un Estado permisivo que, al no reconocer a la obesidad como enfermedad, no controla que se vendan "remedios" como si fueran prendas de vestir, permitiendo que cientos de miles conciudadanos sean engañados en su buena fe, gastando dinero en adquirir productos que en el mejor de los casos no sirven para nada y, lo que es más grave, poniendo en riesgo su salud. >

En un país que ha sufrido una tragedia cultural, donde muchos parecen estar convencidos que las personas valen por lo que aparentan y no por lo que son, y donde se privilegia la imagen y la estética, muchos buscan recetas mágicas para perder peso y mejorar su apariencia física. Y es allí donde se apela a estas "soluciones" que normalmente traen más complicaciones y angustias o, lo que es peor, alguna afectación a la salud por ingerir productos sin el debido control del médico.>

Y mientras se esperan los resultados que nunca llegarán, personas con serios problemas de salud desperdician el tiempo que podrían dedicar a seguir un tratamiento adecuado. Y, lo que se presenta más perjudicial: utilizan productos que pueden agravar el mal u originar otro padecimiento. >

Por ello no se deje engañar y antes de decidirse a adquirir algún "producto para adelgazar" , consulte con un profesional de la salud, que es el único capacitado y autorizado legalmente para indicar tratamientos y medicamentos. Recuerde que la afirmación de que una persona puede comer todo lo que quiera y a la vez perder peso sin el menor esfuerzo, es totalmente falsa. Para reducir el peso corporal es necesario disminuir el consumo de calorías o aumentar el ejercicio físico.>

Problemas frecuentes

Desconfíe de las empresas que le "garantizan la devolución de su dinero", no olvide que es muy probable que los responsables de este tipo de organizaciones nunca estén presentes para responder a una demanda.

Tenga en cuenta que los argumentos utilizados por los charlatanes para engañar a los consumidores son muchos y, en la mayoría de los casos, muy convincentes. Con el fin de orientarlo, a continuación presentamos algunos de los casos más frecuentes:>

- El vendedor hace uso de palabras como "descubrimiento científico", "medicina milagrosa", "producto exclusivo", "ingrediente secreto" o "remedio antiguo". >

- En la publicidad han sido incluidos testimonios no documentados y se asegura que el producto ha dado magníficos resultados. >

- Utilizando diferentes argumentos, el vendedor afirma que científicos, investigadores, médicos y autoridades del gobierno, han conspirado para suprimir la venta del producto.>

Ahora bien. ¿Por qué estos fraudes tienen tanto éxito? Porque desde el Estado poco se hace para educar y crear conciencia sobre la problemática de la obesidad, y porque al no reconocer la misma como una enfermedad, las obras sociales y las prepagas no cubren su tratamiento, incentivando a los ciudadanos a buscar estas soluciones ilusorias que generan un gran negocio para estos estafadores que lucran con la angustia de las personas.>

Por ello nos parece muy importante el proyecto de ley recientemente aprobado en la Cámara de Diputados para que el Estado Provincial asigne carácter prioritario dentro de las políticas de salud pública a la prevención y tratamiento de la obesidad para brindar atención a las personas que la padecen, con un criterio de prevención y tratamiento médico. >

La misma considera que el Ministerio de Salud, en forma conjunta con el de Educación, promoverán en las escuelas campañas de información referida a la prevención de la obesidad, sus consecuencias y enfermedades asociadas.>

En consecuencia, queremos indicar nuestro beneplácito por la media sanción de esta norma, haciendo votos para que se apruebe rápidamente en la Cámara de Senadores, y luego se aplique efectivamente por el poder Ejecutivo, recomendando se incorpore alguna prohibición específica respecto de la publicidad de estos fraudes.>