Publicaciones
"La novela de mi vida"

Su presentación resulta casi un cliché: Sidney Sheldon es el autor de mayor éxito en la industria editorial, como lo prueban sus más de cien millones de ejemplares vendidos a lo largo de todo el mundo. Ahora Emecé acaba de publicar "La novela de mi vida", su autobiografía. Como es de rigor, para que esta vida (y el libro) conquistasen un desarrollo digno de atrapar la atención de los lectores de Sheldon, debían incluir una buena dosis de esfuerzos, fracasos y logros, el destino en suma de un self made man, cuya cuna y escuela fuesen un hogar problemático en la penuria de la crisis de los años '30 en los Estados Unidos, obstáculos a los que debemos sumar una hernia de disco y el diagnóstico de ser maníaco depresivo (una dolencia, le explica el psiquiatra, "que padecen al menos dos millones de norteamericanos. Uno en cada familia").

Las desventuras se suceden antes de que Sheldon logre introducirse y afirmarse como guionista en el mundo del cine y del teatro; ganar un Oscar, un Tony, un Edgar Allan Poe, y relacionarse con las estrellas más rutilantes del mundo hollywoodense. A partir de estos logros, la autobiografía de Sheldon deja de ser el testimonio de una persona decidida con ahínco a triunfar en la vida, para transformarse en una serie de anécdotas más o menos jugosas del mundo del espectáculo, entre ellas la que cuenta sobre el dramaturgo Charles MacArthur, que cuando vio por primera vez a la actriz Helen Hayes se enamoró instantáneamente, tomó un paquete de maní y se lo ofreció diciéndole: "Me gustaría que fueran diamantes". Se casaron y al año siguiente, para el cumpleaños de Helen le regaló un paquete con diamantes y le dijo: "Me gustaría que fueran maníes".>

O la anécdota de Cary Grant, que sentenció, cuando ya era una leyenda de sofisticación, seducción e impasibilidad viril: "Todos quieren ser Cary Grant. Incluso yo quiero ser Cary Grant".>