El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, lanzó una renovada ofensiva política en un intento de rescate del Partido Republicano ante el creciente malestar por la situación en Irak, a cinco días de la realización de elecciones legislativas clave.

"Sé que se unirán a mi en el esfuerzo final hacia la meta", dijo Bush a cientos de seguidores en un gran complejo de entretenimientos, donde dio inicio a una gira por al menos nueve Estados en ayuda a candidatos republicanos vulnerables.>

Los demócratas, que cuentan con una gran ventaja en los últimos sondeos a nivel nacional, "piensan que esta elección ya está definida. No entienden que la población de Montana no votó aún", agregó el mandatario antes de prometer: "Ganaremos el Senado y ganaremos la Cámara (de Representantes). Vamos a ganar estas elecciones porque entendemos los valores y las prioridades de los estadounidenses".>

Bush respondió además a los ataques demócratas por su manejo de la guerra en Irak, situación que lo ha debilitado y podría costar a su partido el control del Senado, de la Cámara de Representantes, o ambas el próximo 7 de noviembre.>

"Los demócratas no tienen plan para la victoria, no tienen idea sobre cómo ganar", dijo ante los vítores de quienes asistieron al acto. "El criticar con dureza no es un plan para la victoria".>

"Uno no puede ganar la guerra a menos que esté dispuesto a pelear la guerra", agregó, antes de defender en forma desafiante su decisión de invadir Irak en marzo de 2003 para derrocar a Saddam Hussein. La guerra ha cobrado la vida de más de 2.800 soldados de Estados Unidos.>

Bush también se ocupó de advertir que el partido opositor elevará los impuestos por el sólo hecho de dejar vencer sus enormes recortes impositivos y que está interesado en "sólo decir no" ante las solicitudes del gobierno para obtener mayores poderes en la lucha contra el terrorismo.>