ARTES VISUALES
El grabado en Santa Fe

En fecha reciente fue inaugurada, en las Salas del Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez -Sala Mayor y laterales- la exposición titulada "El grabado en Santa Fe", muestra colectiva en la que se subraya la presencia de Mele Bruniard, en calidad de invitada de honor a modo de homenaje y reconocimiento a la trayectoria y a la calidad creativa de esta maestra de la Xilografía, reconocida en el ámbito nacional e internacional.

La exposición nombrada, que historia el Grabado como disciplina artística en sus distintas variables de ejecución, desde los inicios pasando por su horizonte de esplendor hasta su actual lánguida presencia en los espacios públicos de creación y difusión del arte visual, tuvo un marcado auge, con proyección a todo el país entre los años 50 y 70. La por entonces activa Sociedad de Grabadores y Dibujantes de Santa Fe, hoy inexistente, llegó a realizar salones competitivos de alcance y proyección nacional, haciendo de esta ciudad un centro de atención dentro del panorama artístico argentino de por aquellos años. Hoy, todo lo antes citado es sólo nostalgia de un ayer perdido. Razones y argumentos de distinto peso pueden ensayarse al infinito. Huelen, en todo caso, a justificación; más que ello, a excusas.>

El grabado, en todas sus variantes (xilografía, aguafuerte, mezzotinta, intaglio, litografía, etc.), demanda un conocimiento real de los procesos de reproducción, la práctica exigida, una capacidad de anticipación, una cierta planificación hipotética del resultado final, que van a contrapelo de las prácticas artísticas de moda generalizadas hoy, excesivamente próximas a la improvisación oportuna; a cierta argumentación semiótica de hueca resonancia, cuando no modestas manifestaciones manuales destinadas a ocupar el tiempo vacuo, o a la canalización de tensiones emocionales que demandan atención terapéutica. Lo cierto es que el grabado es una disciplina que pone -blanco sobre negro- las capacidades expresivas y creativas de cada quien que lo intente, construyendo un vínculo de profundo encantamiento que resplandece en el taller, entre autor, proyecto de obra y resultado final. Paso a paso, con sabiduría exigida, el artista, creador de imágenes, de símbolos, de sombras y de luces cargadas de sentido vinculante, logra un "taco matriz" y, en cada copia que brota de la prensa, del precario frotado de la cuchara sobre plancha entintada y papel sobrepuesto, obras gráficas, portadoras ellas sin saberlo del "sudor y las lágrimas" de su creador.>

Práctica artística desechada por la recurrencia a novedosos medios técnicos que suman a su inmediatez, practicidad y "limpieza" de ejecución, la despersonalización y una cierta anomia que remite a la asepsia del laboratorio antes que al tráfago cálido, propio del grabado, de papeles humedecidos, tintas, gubias y prensas. La mediocridad, cuando no la lisa ausencia, habla una vez más de tanta pérdida y vaciamiento cultural tan nuestro, tan argentino. La práctica del grabado está hoy por hoy circunscripta a algunos pocos y fervorosos artistas y su coleccionismo, acotado a grupos de expertos y conocedores de la cuestión.>

Curioso recorrido existencial el del Grabado. Nació con la difusión icónica de imágenes religiosas y de culto en las primeras prensas de tipos móviles y de la mano de Gutemberg hacia el siglo XV en Europa, si bien sus raíces están en la cultura del Oriente Extremo -China y Japón-. Su sentido estaba centrado en la difusión, hoy diríamos popularización, de la cultura visual, en suma, del conocimiento. Hoy se circunscribe a grupos selectivos de expertos coleccionistas. Una vez más, la "Galaxia Gutemberg", de la cual el Grabado es imagen exponencial, junto al libro impreso en papel, los periódicos, etc., señala un descenso social de lo colectivo universal hacia lo individual y selectivo.>

Muestra retrospectiva

La exposición El Grabado en Santa Fe reúne trabajos de cincuenta y seis artistas, con obras patrimoniales de los museos locales. Algunos de los expositores son activos practicantes actualmente, y el listado, impreso en un buen catálogo de mano, indica que esta muestra está curada por Geraldhyne Fernández de Gasparotti, grabadora partícipe de la exposición precitada, cuyo recorrido se inicia con obras de Sergio Sergi, maestro inicial del grabado en Santa Fe.

La invitada de honor en esta Retrospectiva, que merece recorrerse más de una vez, y si es en forma guiada por expertos o conocedores, tanto mejor, es la auténtica maestra de la xilografía Mele Bruniard. Esta consecuente y tenaz creadora, convencida de su trabajo y de su destino artístico, ha construido con el pasar de los años una suerte de cosmogonía de imágenes, de símbolos, de retratos, de arquetipos, en los cuales la exigencia técnica va enlazada de modo admirable con la iconografía de soles, lunas, flora y fauna, rostros, perfiles que se muestran y se imponen por el aura de sarcástico humor teñido ocasionalmente por acentos de ácida ternura. La precisión de los cortes y perfiles, las netas oposiciones de luces y sombras que eluden los espacios de nebulosos grises optando por los contrastes tajantes, definitivos, son modélicos en su modo de construir imágenes planas, rotundas, que no dejan espacio alguno para la ambigüedad interpretativa.>

Mele Bruniard es una maestra de la xilografía y su obra expuesta resplandece en la Sala Mayor del Museo Provincial. Los paneles de grabados sobre tela explicitan de manera incuestionable "quién es quien" cuando de la xilografía se habla por estos pagos. "Sístole y Diástole" de blancos y negros rítmicamente organizados en el plano, que se enriquece con letras, números, devenidos por la voluntad de la artista en elementos inherentes a la creación plástica a la vista. No son datos circunstanciales éstos; la autora los transforma en señalamientos que saturan el plano, haciendo del mismo un acotado marco en el cual el ojo salta de aquí para allá, volviendo y recomenzando el sortilegio del periplo exploratorio.>

Pruebas al canto. No canta (Graba) quien quiere, sino aquel que puede (Sabe) cantar (Grabar).>

Por Domingo Sahda