Gimnasia ganaba un partido clave para quedar como líder del grupo D, pero los fallos arbitrales le impidieron quedarse con los tres puntos. Expulsiones, un gol viciado de nulidad y un penal no cobrado fueron las notas salientes del partido.
De la redacción de El Litoral
En este torneo, muchas veces se corre el riesgo de encontrarse con arbitrajes de muy poco nivel. En algunos casos son decididamente malos para ambos lados, pero en otros, como en el caso de ayer, son netamente localistas. Suele decirse que cuando un árbitro pasa desapercibido tuvo una buena actuación. Pero cuando el hombre de negro carga de amarillas a un equipo, expulsa mal a dos jugadores visitantes, sanciona un gol en posición adelantada del equipo local y no cobra un claro penal en tiempo de descuento, lejos está de que el comentario del partido no se relacione con su actuación. Es más, está claro que incidió en el resultado, porque la combinación de todos esos errores convergieron en el empate final en un tanto.
No hizo pie
En un campo de juego que sufrió las consecuencias de los 70 milímetros de agua caída, Gimnasia tuvo muchas dudas en el comienzo. Porque la lluvia en la histórica ciudad entrerriana motivó incluso que el partido se retrase una hora en su inicio. Es que la cancha estaba inundada en muchos sectores, y fue por eso que el árbitro decidió postergar el inicio, para permitir que los auxiliares locales trabajen con el fin de desahogar el campo de juego, algo que sirvió para marcar los límites, pero que poca efectividad tuvo a la hora de hacer que el terreno no tenga lagunas en toda su extensión.
Incluso, hubo sectores en los cuales la pelota quedaba muerta e imposibilitaba el normal traslado de la misma. En esas condiciones, el que mejor se adaptó fue el "decano", puesto que en la contabilidad de las situaciones de peligro fue Atlético el que más cerca estuvo de marcar el desnivel. Los laterales de Gimnasia se convirtieron en los sectores elegidos para ser atacado. Usando un fácil juego de palabras, por momentos la defensa de Gimnasia hizo agua.>
Mosquera y Gómez fueron los hombres más peligrosos, con la ayuda de Oyarbide, que tirándose unos metros atrás fue una especie de conductor del equipo entrerriano. Una vez más Juárez quedaba demasiado solo para intentar crear alguna jugada de peligro. Fue por eso que los merecimientos fueron del local en el primer tramo del partido. Así se sucedieron situaciones, entre las que se destacaron un centro de Oyarbide que fue bajado por Beñez de cabeza y el remate a quemarropa de Gómez fue contenido por Ribas, mientras que a los 24 nuevamente Mosquera tuvo la apertura, cuando estrelló su cabezazo en el travesaño. Fue una jugada que generó mucho sufrimiento en el puñado de 20 hinchas que viajaron los 380 kilómetros para estar presentes en esta nueva presentación mensana.>
Hubo que esperar hasta el minuto 27 para que Gimnasia arrime peligro. Luego de varios rebotes en el área, la pelota derivó para Ceballos y el "Pilu" clavó un tiro que pegó en el ángulo. A diez del final, Juárez ganó en velocidad, dejó dos marcas en el camino, pero su remate terminó desviado. Fue muy poco lo mostrado por los dirigidos por Sergio Benítez. Sin embargo, esas dos llegadas marcaron el principio del equilibrio y posterior dominio que tendría el "pistolero" en el partido.>
El mejor libreto
En el complemento la historia fue muy diferente. El equipo santafesino le encontró la mano al campo de juego, a su rival y así inclinó la balanza a su favor. Crecieron los trabajos de Pereyra y Juárez, el equipo achicó metros con el solo echo de adelantar la línea de fondo. Fue entonces cuando comenzó a generar preocupaciones al arquero Rougier. A los 7, Guillermo González mandó un centro atrás para Ceballos, quien forzó la atajada del arquero local. El balón merodeaba siempre el área del equipo de Concepción, a tal punto que no tuvo casi trabajo de mitad de cancha para atrás.
A los 23, Juárez aguantó la marca y le sirvió el balón a Pereyra. El volante tomó la pelota, se la mostró al defensor, le ganó en velocidad y cuando el arquero salía a intentar achicar el ángulo de disparo, el "Perro" marcó la apertura del marcador, con un remate suave y esquinado. Era un resultado justo, con base en lo hecho en el complemento por el equipo santafesino. Un justo premio al cambio de actitud necesario para jugar el encuentro y no sufrirlo.>
El otro partido
Por lo que se vio posteriormente en el campo de juego, el gol pareció ser el castigo por animarse a ser protagonista en terreno ajeno. Una reprimenda por demostrar ser superior a su rival en su propia casa. La increíble expulsión de Guillermo González, cuando ni siquiera había cometido la infracción, y la mal llamada compensación, cuando Cuenos ve la roja por clavarle los tapones en la rodilla a Pereyra, cuando éste estaba en el piso. Es que el árbitro en una decisión salomónica pensó que era mejor expulsar también al autor del gol de Gimnasia. De ese modo, seguía siendo el conjunto visitante el que jugaba con uno menos.
Y cuando parecía que todo se encaminaba al triunfo y la obtención de la punta para el equipo de Ciudadela, Impidi empujó la pelota al arco en evidente posición adelantada, para poner el empate a dos del final. Para colmo los jugadores de Gimnasia juran que, como agregado, el jugador entrerriano empujó la pelota con la mano. Sobre el final casi lo pierde, de no ser por una chilena de Rodríguez en la línea, que evitó el segundo. Pero también estuvo muy cerca de ganarlo. Claro que para que eso suceda, deberían haberle cobrado el claro penal que Núñez le cometió a Sebastián González, en tiempo adicionado el reglamentario.>
Pudieron ser tres puntos, fue sólo uno. Pudo ser la punta, pero no lo fue. Pero algo que sí quedará en la conciencia de los muchachos es que se dejó todo en la cancha y que en esta ocasión los errores no fueron propios, sino que hubo factores externos. Un árbitro, que con sus fallos perjudicó notablemente al conjunto de Ciudadela, porque como se decía en el barrio o en la popular, "el rival jugó con doce".>
Atl. Uruguay 1Gimnasia 1
Atlético Uruguay: Rougier (5); Cuenos (4), Gallegos (5), Acosta (5), Beñez (5), Núñez (5), Ocampo (6), Balbi (5), Gómez (5), Oyarbide (5), Mosquera (6).
D.T. Pablo Cruassar.
Gimnasia: Ribas (6); Rodríguez (6), Godoy (5), Marini (5), Gaydou (5), Guillermo González (5), Zeballos (6), Ceballos (6), Suárez (5), Pereyra (6), Juárez (6).
D. T: Sergio Benítez.
Goles: en el segundo tiempo, a los 23 min. Pereyra (G) y a los 43 min. Impidi (Atl.).
Cambios: Impidi por Gómez, Espinosa por Oyarbide y Aguiar por Ocampo (Atl.); Sebastián González por Suárez y De Olivera por Juárez (G).
Incidencias: en el segundo tiempo, fueron expulsados, a los 26 min. Guillermo González (G) por doble amarilla, a los 29 min. Cuenos (Atl.) y Pereyra (G), por supuesta agresión mutua, y a los 45 min. Aguiar (Atl.) por juego brusco.
Cancha: Simón Luciano Plazaolla (Atlético Uruguay).
Árbitro: Sergio Méndez (Zárate).
Los otros partidos
El resto de la décima fecha tuvo estos resultados: El Linqueño (Lincoln) 1-La Emilia 1, Juv. Unida (Gualeguaychú) 3-Patronato (Paraná) 3 y Sp. Las Parejas 0-Libertad (Sunchales) 1. En tanto, la próxima fecha tendrá esta programación: Gimnasia-El Linqueño, Libertad-Atl. Uruguay, La Emilia-Juv. Unida y Patronato-Sp. Las Parejas.
Vestuario caliente
Esteban Pereyra hizo de todo ayer: marcó un gol, fue figura y también recibió la roja por parte del árbitro. Al respecto dijo que "es una sensación agridulce, un empate de visitante para un equipo como éste, que es nuevo en este torneo, no es malo. Pero por cómo se dio el partido, nos vamos un poco tristes, porque estábamos muy bien parados atrás, pero se nos vinieron las expulsiones, el árbitro comenzó a pitar a favor de ellos. Igualmente, esto sigue y estamos por buen camino".
