Advierten sobre ola de violencia
Comienza la apelación de Saddam en medio de un Irak dividido
 En la ciudad de Samarra, 125 kilómetros al norte de Bagdad, seguidores de Hussein protestaron en las calles luego de conocer la condena a muerte. Foto: AFP. 

Mientras los chiítas salieron a festejar, los sunitas amenazan con represalias. Se estima que Saddam será ejecutado el año que viene. Los abogados defensores no creen en el tribunal.

EFE/AFP

El proceso de apelación del ex dictador iraquí Saddam Hussein, condenado a muerte en la horca, se inició esta mañana en Bagdad, que seguía bajo el toque de queda junto con otras dos provincias un día después del veredicto que profundizó las tensiones religiosas en el país.

Los chiítas, que son mayoría en Irak pero fueron oprimidos por el régimen del ex dictador sunita, manifestaron su alegría a través de todo el país al enterarse que Saddam Hussein fue condenado a morir en la horca por la matanza de 148 habitantes chiítas del poblado de Dujail en 1982.>

Los sunitas, por el contrario, protestaron frente a lo que consideran un complot y auguraron días sombríos para los estadounidenses y sus aliados iraquíes.>

Para evitar que las manifestaciones degeneren en violencia, el gobierno mantuvo el toque de queda para peatones y automovilistas en Bagdad y en dos provincias del norte de la capital: Diyala, punto habitual de conflictos entre chiítas y sunitas, y Salaheddine, cuya capital, Tikrit, es el pueblo natal de Saddam Hussein.>

"El toque de queda permanece en vigor por una duración indeterminada para preservar la seguridad de los iraquíes", declaró a la AFP Bassam Ridha, consejero del primer ministro Nuri al Maliki.>

Las fuerzas armadas iraquíes también siguen en estado de alerta y el aeropuerto internacional de Bagdad continúa cerrado "hasta nueva orden", igual que las fronteras terrestres con la vecina Jordania.>

Saddam Hussein fue condenado a muerte más de tres años después de ser derrocado por Estados Unidos, tras un juicio marcado por el carácter dudoso de la imparcialidad del tribunal y la naturaleza de la jurisdicción elegida para juzgar los crímenes imputados al antiguo régimen.>

Su hermanastro y ex jefe de los servicios de inteligencia iraquíes, Barzan al Tikriti, y Awad Ahmed al Bandar, ex presidente del tribunal ilegal que ordenó la ejecución de los chiítas, también fueron condenados a la pena capital, mientras el ex vicepresidente iraquí, Taha Yassin Ramadan, fue sentenciado a cadena perpetua.>

Tres ex responsables del partido Baas en Dujail fueron sentenciados a 15 años de prisión cada uno y un cuarto responsable local fue absuelto.>

Los estatutos del tribunal, sin embargo, prevén un procedimiento automático de apelación en caso de condena a muerte o cadena perpetua, lo que podría aplazar semanas o incluso meses la ejecución de las sentencias.>

Pesimismo

"Mi experiencia con esta corte muestra que no ganaremos nada apelando porque este tribunal es político, pero de todas formas apelaremos", dijo uno de los abogados de Saddam, Jalil al Dulaimi.

Si la Cámara juzga fundada la apelación, arrancará un nuevo proceso. En caso contrario, es decir, si ratifica la decisión tomada en primera instancia, Saddam Hussein sería ejecutado en un plazo de 30 días desde ese momento.>

El ex presidente iraquí volverá a ocupar el banquillo de los acusados el martes, en el marco de otro juicio donde se le acusa de "genocidio" contra la población kurda que habita el norte del país en la "campaña de Anfal", que tuvo lugar en 1987 y 1988 y dejó un saldo de más de 180.000 muertos en Kurdistán.>

"íEs el fin de un dictador!", se regocijaba Saad Ali Hassun, de 40 años, en las calles de Samawa, una ciudad chiíta al sur de Irak donde miles de personas manifestaron su alegría.>

"Las familias de los mártires han esperado durante mucho tiempo este momento, ahora sólo pueden disfrutarlo", aseguró Mohamed Hussein Jaber, un obrero de 45 años.>

Pero en Hawija, una ciudad sunita de 300.000 habitantes situada al norte de la capital iraquí, lo que exigen los pobladores es la liberación de Saddam Hussein.>

Centenares de personas, entre ellas escolares, desfilaron a pie o en coche en el centro de la ciudad, a 220 kilómetros de Bagdad, con retratos del ex presidente iraquí y pancartas reclamando su liberación.>

"Seguiremos manifestándonos, no porque somos sunitas, sino porque somos iraquíes. Nos gustaba la época en que gobernaba Saddam", afirmó Abdala Zamar Hassan, un comerciante de 49 años, quien define ese período como "estable y seguro".>

"Un período sombrío aguarda a los estadounidenses y a sus aliados iraquíes", estimó.>

Aprobación y desconfianza mundial

La prensa mundial oscilaba hoy entre la aprobación y la desconfianza tras la condena a muerte del ex dictador iraquí Saddam Hussein, anunciada según muchos medios adrede dos días antes de las elecciones legislativas estadounidenses.

El juicio del ex dictador por la muerte de 148 habitantes chiítas en 1982 no ofreció a Irak "ni la justicia total ni la equidad total" que merece, estimó el influyente diario The New York Times, tradicionalmente opuesto a la pena de muerte.

El Times pidió aplazar la ejecución de la sentencia al menos hasta que culmine el segundo juicio contra Saddam, en el cual es acusado de ordenar un genocidio contra los iraquíes de origen kurdo.

"El presidente George W. Bush fue demasiado ambicioso al calificar el juicio de `hito en los esfuerzos de los iraquíes para reemplazar el papel de un tirano por el de la ley"', sentenció el periódico.

El veredicto "es un legado admirable del sacrificio estadounidense en Irak", consideró por su lado The Wall Street Journal. "Pero para hacerlo permanente, Estados Unidos también debe derrotar la insurgencia que combate en nombre de Saddam", advirtió.

Según el diario The Washington Post, el juicio, aunque imperfecto, ayudará a instaurar la democracia en Irak.

"A corto plazo, la condena de Saddam Hussein y su eventual ejecución pueden empeorar el conflicto civil en Irak", alertó. "Sin embargo, los juicios (contra Saddam) pueden llegar a ser vistos como mojones en el lento y doloroso intento de construir un Irak más civilizado a partir de las ruinas venenosas de su régimen", opinó.

El diario más importante de España, El País, señaló por su lado que "no cabe alegrarse sin más" de la condena a muerte, entre otras razones por "irregularidades procesales y la politización de un juicio que ha durado un año".

"Si el ex dictador fuera al final ejecutado, es muy probable que muchos de sus seguidores de la comunidad sunita lo conviertan en un mártir, dificultando la cada vez más difícil normalización del país", estimó El País.

En Londres, sólo el tabloide The Sun se congratuló sin dudas del veredicto. "No puede haber un final más merecido que la horca para ese bandido que llegó a presidente", afirmó.

Su competidor, el Daily Mirror (centro izquierda), llamó al mundo a "desconfiar de las felicitaciones por la condena a muerte de un hombre, aunque se trate de Saddam Hussein".

"Fue un dictador brutal, pero existe el riesgo de que su ahorcamiento sólo conduzca a un mayor derramamiento de sangre", advirtió.

The Daily Telegraph, de derecha, sostuvo por su lado que "la muerte de Saddam no es condición suficiente para el establecimiento de la democracia en Irak, pero es necesaria", mientras The Independent señaló que "ni el proceso ni su desenlace tendrán el menor efecto sobre la insurrección" en Irak.

Blair, en contra.

El primer ministro británico Tony Blair reiteró en Londres su oposición a la pena de muerte, "sea en contra de (el ex presidente iraquí) Saddam Hussein o de cualquier otro".

"Estoy en contra de la pena de muerte, sea la de Saddam (Hussein) o la de cualquier otro. El juicio de Saddam nos recuerda la brutalidad", declaró Blair en su rueda de prensa mensual, en la que fue interrogado con insistencia por los periodistas respecto de si se oponía o no a la condena a la horca del ex presidente iraquí.

Elecciones en Estados Unidos

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush arriesga perder la mayoría en el Congreso, un sostén clave desde el inicio de su mandato en 2001, pero al término de una campaña dominada por la guerra en Irak, nuevas encuestas revelan que los republicanos ganan terreno poco antes de las elecciones legislativas de mañana.

El experto independiente Charlie Cook estimó, al final de la semana, que sólo un "milagro" podrá salvar al Partido Republicano de Bush de una derrota en la Cámara de Representantes. La pérdida del control del Senado también es una posibilidad, aunque menos probable.

Sin embargo, nuevas encuestas divulgadas este domingo revelaron que hay docenas de duelos electorales para la Cámara de Representantes demasiado cerrados para efectuar predicciones, y sugieren un repunte tardío de los republicanos.

En la recta final de las elecciones, el presidente Bush puede capitalizar la decisión del tribunal iraquí de sentenciar a muerte a Saddam Hussein, lo que puede mostrarse como una evidencia de progreso en el país árabe, que acaparó la atención de la campaña electoral estadounidense.

Unos 200 millones de electores decidirán mañana la suerte de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y de 33 de los 100 del Senado, al mismo tiempo que se pronunciarán sobre innumerables decisiones locales.

Los demócratas deben conquistar al menos 15 asientos en la Cámara para recuperar el control de la misma, algo que no sucede desde hace 12 años.

En el Senado, la cifra mágica es de seis asientos, pero los expertos coinciden en que ello será más difícil que ocurra.

Los sondeos de opinión efectuados en las últimas semanas concedían entre 11 y 18 puntos de ventaja a la oposición demócrata.

Pero ahora, dos encuestas nacionales redujeron esa diferencia en forma sensible. La del Washington Post y la cadena de televisión ABC indica que los demócratas siguen al frente, pero sólo con seis puntos de ventaja (51 a 45 por ciento) y con un margen de error de tres puntos porcentuales. En un sondeo efectuado en octubre, los demócratas lideraban 55-41.