Una página de la historia
El nacimiento del Ejército Republicano Irlandés, desde la mirada de Ken Loach, en "El viento que acaricia el prado". Foto: Agencia Télam. 

Por Laura Osti

Los sucesos ocurren en la campiña irlandesa, en 1920, cuando un grupo de jóvenes campesinos se unen para improvisar un ejército de guerrilleros y así poder enfrentar a los despiadados Black and Tans, los integrantes de las tropas británicas de ocupación que acosaban a los pobladores con la intención de sofocar los intentos independentistas de Irlanda.

El conocido y discutido cineasta británico Ken Loach vuelve con un tema polémico desplegado con su estilo característico adscripto al realismo social, fiel a la ideología marxista que profesa.>

Su objetivo, como en sus otras realizaciones, es poner el foco en la pequeña historia de un grupo de gente, actores sin embargo de un momento clave de la gran historia de los pueblos. En este caso, se concentra en el proceso que provocó la retirada de la ocupación británica en Irlanda, pero que a la vez suscitó la división de los propios irlandeses entre quienes aceptaron el tratado que les otorgaba una independencia relativa y los más radicalizados que prefirieron seguir luchando en la guerrilla del IRA, el Ejército Republicano Irlandés, con el fin de lograr una mayor autonomía, sobre todo, en el aspecto económico que seguía siendo dominado por los intereses del Estado más poderoso.>

Empujados por una situación de violencia, que tenía como víctimas fundamentalmente a los más jóvenes, los irlandeses empiezan a organizarse para enfrentar con las armas a los británicos, y lo que intenta mostrar Loach es esa situación crítica en la que casi nadie puede tener las ideas claras, ni la mente despejada. Se trata de una circunstancia en que las emociones y las pasiones se desatan, ante la amenaza concreta y constante que se cierne sobre la gente, sometida por el terror, por el hambre y por el despojo permanente de sus bienes.>

Así, se producen situaciones intensas de todo tipo, como las que se viven en una circunstancia de guerra: heroísmos, traiciones, cobardías, aciertos, errores fatales, abusos y sufrimiento, sobre todo, mucho sufrimiento, sin atenuantes.>

Cámara implacable

La cámara de Loach es implacable con sus imágenes rotundas y su estética que prioriza los mensajes contundentes y los colores intensos. Criticado por cierta tendencia al maniqueísmo y por tomar partido por uno de los bandos, el revolucionario, pero respetado por la seriedad de sus propuestas, el director, sin embargo, se afirma en su postura aun a sabiendas de que los resultados nunca serán totalmente satisfactorios.

Apoyado en el guión de su fiel colaborador Paul Laverty, en El viento que acaricia el prado Loach pone en escena los comienzos de uno de los conflictos regionales y fratricidas más virulentos que han caracterizado al siglo XX, distrayendo un poco la mirada, hoy por hoy absorbida por la eterna crisis de Medio Oriente y la guerra interminable en Irak, hacia otras problemáticas no menos vigentes ni menos trascendentes.>

Así uno puede recordar que detrás de cada enfrentamiento armado entre los pueblos o entre integrantes de un mismo pueblo, subsiste la misma lógica violenta, que se alimenta del dolor en procura de ventajas materiales, y que más allá de los tratados circunstanciales, son procesos que permanecen activos durante muchos años, no sólo en la memoria, marcando a generaciones y generaciones.>

Se destaca la actuación de Cillian Murphy, interpretando a Damien, un médico que decide sacrificar su carrera para sumergirse de lleno en el desgarrador conflicto.>

El viento que acaricia el prado

"The wind that shakes the barley", Irlanda, Reino Unido, Alemania, Italia y España, 2006. Dirección: Ken Loach. Con Cillian Murphy, Pádraic Delaney, Liam Cunningham, Orla Fitzgerald y otros. Guión: Paul Laverty.

Producción: Rebecca O'Brien. Música: George Fenton. Fotografía: Barry Ackroyd.>

Montaje: Jonathan Morris. Duración 124 minutos.>