La victoria que San Lorenzo consumó ayer sobre Newell's Old Boys de Rosario por 2 a 1 fue insuficiente para aplacar la ira de la parcialidad local, que dedicó todo su tiempo a insultar al entrenador, Oscar Ruggeri, y al presidente, Rafael Savino. Insultos de principio a fin y banderas colocadas del revés en señal de protesta marcaron el contexto del triunfo del equipo de Boedo en el Nuevo Gasómetro.

Los dos goles de Roberto Jiménez en el primer tiempo no bastaron para acallar los cuestionamientos. Cristian Ansaldi descontó en el complemento para Newell's en un partido anodino.>

El presente del equipo rosarino no es el mejor y la continuidad del entrenador Nery Pumpido también está en riesgo.>

En un partido de ritmo lento, San Lorenzo, sin lucir, ejerció una ligera supremacía ante un rival tibio y endeble en el aspecto defensivo. En ese contexto, el equipo orientado por Ruggeri obtuvo una rápida y amplia ventaja en dos acciones similares. Jiménez, una vez con el pie, y otra, con la cabeza, definió con autoridad dos centros lanzados por Ezequiel Lavezzi y, así, el local se adelantó en el marcador.>

El segundo tiempo tuvo el mismo pobre nivel; sin acciones elaboradas ni jugadas colectivas cerca de los arcos. Newell's, sin embargo, logró descontar con un zurdazo "seco" de Ansaldi.>