Hay numerosos ejemplares que están plagados de estas plantas
Se observa una gran población de claveles del aire en árboles
Asiduos caminantes del Parque del Sur notan cómo, día a día, aumenta la presencia de claveles del aire en los árboles del lugar y temen que los estén secando. Sin embargo, especialistas consultados niegan esta posibilidad.

De la redacción de El litoral.

Desde un tiempo a esta parte se puede ver cómo el aspecto de algunos árboles de plazas, parques y calles santafesinas está cambiando. Muchos visitantes del Parque del Sur, en particular, advierten cómo las ramas de las especies más antiguas se cubren con el llamado "clavel del aire", al punto de que la corteza desaparece bajo un manto verde grisáceo, interrumpido de vez en cuando por sus flores.

La preocupación y la polémica pasa por saber si esa pequeña planta minúscula, que se aloja en la corteza, entraña algún tipo de perjuicio para los árboles o si sólo se trata de una cuestión meramente estética. Éstas son las posturas que dividen la opinión de algunos especialistas en el tema y, por lo tanto, las sugerencias en cuanto a qué hacer también difieren. >

El clavel del aire pertenece a la familia de las epífitas, de las que hay reconocidas 400 especies. Son aquellas plantas que crecen y florecen adheridas a los troncos de los árboles, tales como los musgos, líquenes y helechos. Cabe aclarar que esta clase no vive a expensas de los vegetales a los que está sujeta, a diferencia de las parasitarias, que sí causan diversas enfermedades y hasta la muerte de las especies hospedantes.>

El Thillandsia recurvata, como se conoce científicamente al clavel del aire, elige para vivir lugares donde se acumula tierra, recibe agua de lluvia, la luz del sol y excremento de pájaros. Por eso, muchas veces, se los puede ver crecer en rocas, cables y paredes, lugar en los que a cualquier otra planta se le haría imposible la supervivencia.>

Opinión calificada

Se consultó al respecto al ingeniero agrónomo Juan Carlos Debona, actual director de Sanidad Vegetal del Ministerio de la Producción de la provincia de Santa Fe. "El clavel de aire no está declarado plaga de la agricultura. Pertenece a la familia de las bromeláceas. En los últimos años, como consecuencia de la contaminación ambiental, ha tomado un auge importante desarrollándose en ramas, troncos y en algunos lugares también crece en los cables del tendido eléctrico", aclaró el ingeniero. Agregó que, "muchas veces, las poblaciones son tan grandes que pueden llegar a provocar la asfixia en partes de los vegetales y hay casos en los que es de difícil control, por la ubicación que tienen, pero son situaciones extremas. Nosotros hemos visto árboles que tienen claveles y pensamos que se iban a morir, pero, por el momento, gozan de muy buena salud".

En coincidencia con el ingeniero Debona, se conoció la opinión del arquitecto Ezio Mazzarantani, actual vicepresidente del Centro de Protección a la Naturaleza, vicepresidente de la Estación Zoológica Experimental Granja La Esmeralda, y ambientalista. "Nadie puede pensar que una raíz tan pequeña como la del clavel del aire puede atravesar las cuatro capas que forman la corteza de un árbol -la corteza, el costanero, el sámago y la albura-, llegar al floema, que es donde circula la savia, y secarlo. Se instala en las ramas muertas".>

Sobre la cuestión de si se deben o no extraer los claveles de donde estén adheridos, el arquitecto Mazzarantani señaló que "todas las especies naturales tienen su razón de vida. La gran población del clavel del aire puede afectar la hidrogenación del árbol, sobre todo, de los que tengan cortezas muy rugosas o ásperas. En ese caso, como son inocuos, no pinchan, no tienen contaminantes, se pueden sacar tranquilamente con la mano. En el aspecto estético parece una plaga pero no lo es.>

"Nosotros hemos escuchado opiniones que dicen que la floresta urbana santafesina se acaba porque el clavel del aire la está matando, y es totalmente erróneo porque, si no, ya no habría un árbol en pie", sentenció el ambientalista.>

Desde la Municipalidad

Desde Espacios Verdes de la Municipalidad de la ciudad, el ingeniero agrónomo Armando Varela también brindó su opinión sobre el tema y adelantó que el municipio tiene un proyecto de extracción del clavel del aire.

"La cuestión es netamente estética, ya que afea el aspecto normal de la especie afectada. La mejor manera de combatirlo es manualmente. También se pueden usar agroquímicos, pero son peligrosos; el clavel, no", expresó el ingeniero. >

Además, Varela explicó que pensar en erradicarlo totalmente es casi imposible, ya que esta especie vive alrededor de la zona urbana y, cada vez que hay viento, las semillas vuelan, se posan en los ambientes propicios y germinan.>

Actualmente, en Espacios Verdes se está gestando un plan que se pondrá en práctica en los próximos días, que consta en quitar manualmente los claveles del aire de algunos árboles. La prueba se hará en la plaza España y en algunas especies arbóreas que, por características puntuales, merezcan ese tratamiento. Por ejemplo, árboles añejos o aquellos que estén en lugares destacados de la ciudad, como en la Plaza de Mayo.>

Ésta será sólo una prueba; en el futuro se verá, según los resultados, qué se resuelve hacer, ya que realizarles ese tratamiento a todos los árboles de la ciudad o, por lo menos, a todos los afectados, sería imposible por el costo.>

No es un clavel

La Thillandsia, pertenece a la familia de las "bromeláceas"-como el ananá, el caraguatá o de la barba de monte-, que son aquellas plantas monocotiledóneas, con el tallo muy corto terminado por una roseta de hojas gruesas. Crecen en las regiones tropicales de América y las hojas de algunas especies suministran fibras que se utilizan para fabricar cuerdas y tejidos.

No es un clavel, lo llaman así porque la forma de la planta y la apariencia y el color de sus hojas hacen que se parezca un poco a una planta de clavel.