El despido del piquetero D'Elía

Finalmente, el presidente de la Nación se decidió despedir a su funcionario piquetero Luis D'Elía, titular de la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social. El desencadenante de la medida fue la participación del dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda en un acto organizado por funcionarios de la embajada de Irán. Durante ese acto, se repudió la decisión de la Justicia argentina de pedir la captura internacional de nueve funcionarios iraníes comprometidos con el atentado contra la AMIA.

Los analistas políticos discurren acerca de si D'Elía hizo lo que hizo porque cree en la causa iraní o estaba buscando un pretexto para salir de un gobierno en donde su relativa cuota de poder se achicaba todos los días. En un caso u otro, lo que queda en claro es que la estrategia del oficialismo de integrar a uno de los dirigentes piqueteros más representativos fracasó, aunque habría que ver si, luego de su pasaje por las poltronas del poder D'Elía sigue siendo un referente de la causa piquetera.>

Al gobierno nacional es necesario reprocharle una toma de decisión que debería haber resuelto mucho tiempo antes, atendiendo a los atropellos políticos e institucionales cometidos por el señor D'Elía. En su momento se advirtió sobre la imprudencia de designar como funcionario a una persona cuyos antecedentes políticos eran poco confiables.>

Ninguna de estas observaciones -algunas planteadas por sus mismos colaboradores- fueron tenidas en cuenta. En diferentes ocasiones D'Elía se pronunció contra Israel y Estados Unidos, y atacó con un lenguaje violento y procaz a dirigentes opositores. Nadie le dijo nada cuando presentó un proyecto de expropiación de tierras en el Congreso y tampoco le impidieron irrumpir en los campos correntinos de Tomkins.>

Si el presidente Kirchner creyó que con la designación de D'Elía en una subsecretaría nacional lograba desactivar la movilización piquetera o, peor aún, ponerla al servicio de su causa, los hechos demostraron que se equivocó en toda la línea. Dirigentes opositores denunciaron en su momento esta iniciativa observando los antecedentes de D'Elía y, muy en particular, su participación en la toma de una comisaría en el barrio porteño de la Boca.>

A todos los observadores políticos les pareció un acto imprudente y peligroso premiar a quien acababa de cometer un acto delictivo con un cargo nacional. En más de un caso, la decisión dio lugar a que se interprete que el presidente quería transformar a los piqueteros en verdaderas fuerzas de choque del oficialismo, en una suerte de "milicias oficiales" encargadas de poner reprimir o amedrentar a los disidentes.>

Las movilizaciones convocadas por el jefe piquetero contra empresas extranjeras acusadas de maniobrar con los precios, parecían confirmar estas hipótesis, algo exageradas tal vez, pero certeras a la hora de advertir sobre el peligro de sentar un precedente de esta naturaleza. >

Tuvo que ocurrir lo de Misiones y abundar las acciones provocativas para que el presidente Kirchner se convenza de que D'Elía más que una solución era un problema para su propio gobierno.>