Reunión del Consejo Confederal de Control de la enfermedad
La demora en el diagnóstico aumenta tasa de tuberculosos
Nuestro país se ubica en un nivel medio inferior entre los países en desarrollo con respecto a la tasa de enfermos. La tendencia de la prevalencia de esta enfermedad es al descenso (incluso en nuestra provincia) pero continúa habiendo nuevos casos por año.

Mariana Rivera

En el marco del Plan Federal de Salud y los compromisos que adoptó el gobierno nacional referidos al cumplimiento de los Objetivos para el Desarrollo del Milenio, la tuberculosis (TBC) es una de las áreas clave en la que se trabajará.

Por este motivo, el año próximo se tiene pensado reforzar las acciones de control de esta enfermedad -en nuestro país hay aproximadamente una tasa de 29 casos nuevos por cada 100.000 habitantes por año- completando el Programa Nacional de TBC con un Plan Nacional.>

Éste fue uno de los anuncios que surgió durante la XXXVIII Reunión del Consejo Confederal de Control de la Tuberculosis, que se realizó en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Dr. Emilio Coni, de nuestra ciudad.>

Participaron los jefes de los programas provinciales de control de esta patología y los responsables de Bacteriología de todas las jurisdicciones, quienes discutieron la situación de la enfermedad en el país y planificaron las actividades para el período 2007-2008.>

El Dr. Juan Carlos Bossio, jefe del Departamento Programas de Salud del Instituto Coni, recordó que "en Argentina tenemos una tasa de TBC media en relación al resto de los países del continente. Estamos por encima de los países desarrollados pero dentro del conjunto de los países en desarrollo, nos ubicamos dentro del medio inferior".>

El profesional explicó que -anualmente- son notificados aproximadamente 11.000 casos de TBC nuevos, la mitad de los cuales son de forma pulmonar basilífera, es decir, que los pacientes tosen y expectoran el basilo que provoca la enfermedad, lo que hace que ésta no sólo sea un problema para esa persona sino por el contagio que pueden ocasionar en personas sanas.>

Por eso, estimó que en Argentina existe una tasa de aproximadamente 29 casos nuevos por cada 100.000 habitantes, lo que la ubica en un nivel medio inferior entre los países en desarrollo.>

Pero hay que tener en cuenta -aclaró- que esa tasa es la situación promedio del país y el nuestro es un mosaico de situaciones, motivo por el cual hay provincias que tienen una tasa tres veces más alta (hasta 90 pacientes por cada 100.000 habitantes) y otras mucho menor (4 ó 7 por 100.000). Santa Fe está por debajo de la media nacional y ha arrastrado una tendencia al descenso del problema en los últimos decenios, que la ha ido ubicando en una mejor situación respecto del resto de las provincias.>

La situación en la provincia

Por su parte, el Dr. Bernardo Salvadores, jefe del programa local de TBC, explicó cómo es la situación de esta enfermedad en la provincia. Informó que "desde hace más de 15 años, la tendencia en el número de enfermos es permanente al descenso. En 2003 tuvimos un ligero aumento pero en 2004 y 2005 siguió la tendencia al descenso, alrededor de un 5 ó 6 % menos de casos por año. También ha disminuido mucho la mortalidad porque -a pesar de que la gente piensa que la TBC es un problema que está controlado y que nadie debería morirse porque es una enfermedad fácilmente diagnosticable y existen tratamientos- hay cierta demora en los diagnósticos".

En este sentido, insistió en remarcar que muchas personas no consultan a tiempo a los servicios médicos o -una vez iniciado el tratamiento- lo abandonan antes de tiempo, lo que trae como consecuencia que genere TBC resistente a las drogas o que la recaída sea mucho peor al cuadro inicial y lleve a la muerte.>

No obstante, aseguró que "la tendencia en la mortalidad también ha disminuido mucho en los últimos años. De todas maneras, estamos haciendo hincapié en mejorar la detección precoz. Por eso, recomendamos que todas las personas que tienen síntomas compatibles con TBC (tos persistente, a la que a veces puede agregarse decaimiento, pérdida de apetito y de peso, expectoración con sangre) consulten rápidamente a un médico para que se haga el diagnóstico. En caso de ser confirmado, deben iniciar el tratamiento y es preciso controlar al grupo familiar para ver si hay algún otro miembro infectado para hacer medidas de prevención".>

Cabe agregar que -durante la reunión- los profesionales analizaron diferentes temas específicos, como la asociación entre TBC y sida y las mejores estrategias para abordar el problema; la cobertura en el país con la vacuna BCG y la necesidad de realizar ajustes en el calendario de vacunación; la enseñanza de la TBC en las universidades, para garantizar que los médicos y el personal de salud sepan que esta enfermedad sigue siendo un problema, de manera que participen en la detección y el tratamiento.>

TBC, sida y pediatría

Según explicó el Dr. Bernardo Salvadores "en nuestro medio epidemiológico, la tuberculosis (TBC) es la enfermedad marcadora más importante en los enfermos VIH positivos. Por eso, actualmente esta asociación es un problema que también se está detectando como bastante importante".

Asimismo, recordó que la mayoría de los pacientes tienen entre 20 y 40 años, aunque también se da en los ancianos, mayores de 60 años, porque disminuyen sus defensas. Sin embargo, aclaró que "si bien puede afectar a cualquier persona, independientemente de su situación socioeconómica, afecta en mayor grado a las personas de bajos recursos y que tengan malas condiciones de vida. En la provincia, casi el 60 % de los pacientes se concentra en el gran conurbano rosarino".

Por su parte, la Dra. Judith Pierini -profesional del hospital Iturraspe que participó en el taller de educación para médicos para el diagnóstico de la TBC infantil- explicó que "la tuberculosis en los niños es marcadora de que ocurre en el adulto porque el niño es contagiado por un adulto bacilífero. A través de éste nosotros buscamos los contactos y ahí nos damos cuenta qué niño tiene TBC, que generalmente es asintomática y no bacilífera".

Por eso, agregó que "tratamos de hacer el diagnóstico en general a través de los contactos, ganándole de mano a la enfermedad, para diagnosticar al infectado y no al enfermo. Posteriormente, hacemos en esos chicos la quimioprofilaxis para evitar que enferme".