El Litoral realizó un seguimiento por varios de los barrios afectados por los cambios de recorrido del transporte urbano de pasajeros. El general, los vecinos recibieron con satisfacción la decisión del Ejecutivo municipal.
Contentos. Así estaba la mayoría de los vecinos que El Litoral consultó en un seguimiento por los barrios de la ciudad en los que desde hoy rigen los cambios de recorrido de colectivos impuestos por el Ejecutivo municipal.
Varios son los motivos que desencadenaron esta decisión: las quejas cada vez más frecuentes de los usuarios, la ausencia de servicio en los nuevos complejos habitacionales que se inauguraron este año en la zona norte, y las demoras para licitar el servicio, encuadrarlo en un marco legal y poner fin a la precariedad declarada por el ex intendente Marcelo Álvarez.>
Aunque la actual gestión envió el nuevo pliego al Concejo Municipal hace ya un año, los ediles aún no lo debatieron. Mientras duermen en los cajones del recinto, una vez más se optó por colocar paños fríos a un servicio que, en definitiva, no logra conformar a todos los sectores.>
Más allá de la crítica situación de fondo, los nuevos trayectos que desde hoy realizan nueve líneas aliviaron a muchos vecinos. Es que además de extender recorridos, se cambiaron ramales (con una frecuencia entre coche y coche mayor a 20 minutos) por líneas que pasan cada 6 minutos y se agregaron nuevas ofertas a algunas barriadas.>
En el norte
En el límite norte del ejido urbano, en Cabaña Leiva por ejemplo, los pasajeros tenían una gran sonrisa. "Es bueno porque vamos a tener más continuidad de colectivos", dijo Laura, quien colgó en su comercio los planos con los nuevos recorridos. Es que ahora sólo deberán esperar el 3 unos pocos minutos.
"Lo único malo es que no pasará más el 15 bis, que nos dejaba en Facundo Zuviría y Gorriti donde tomábamos el 10 bis o el 16 para ir al centro, mucha gente los usaba para ir a trabajar".>
Sentada en la vereda de su casa, Estela confirmó la buena frecuencia: "Pasan a cada ratito, esperemos que sigan así", dijo aliviada porque ya no tendrá que esperar media hora.>
El nuevo complejo habitacional ubicado al oeste de avenida Peñaloza al 10.000 (sobre calle Europa) vio, por primera vez esta mañana, un colectivo transitar sus calles de tierra. Son los coches de la línea 18, que ahora ingresan al corazón del barrio. "Para que el servicio sea frecuente y bueno, necesitamos que arreglen calle Europa entre el 9800 y el 10.000 porque hay muchos pozos", pidió Elio.>
En el sur y en el este
Cuando en barrio Centenario se enteraron de que la línea 3 dejaría de transitar las calles, los vecinos pusieron el grito en el cielo. Tras varias reuniones en la sede vecinal, juntaron cuatro mil firmas y lograron que ingrese la 5, que antes sólo recorría J.J. Paso . "Está pasando muy bien, cada cuatro minutos pasa un colectivo, ahí viene uno, mirá", dijo Héctor Nicola mientras apuraba un cigarrillo antes de subir.
Tras cuatro años de ausencia, la línea 9 volvió a El Pozo, sumando su servicio al que siempre prestó la 2. "Vivo en Loyola y este cambio me viene bárbaro porque ahora puedo venir a visitar a mis abuelos de forma más rápida. Antes tomábamos el 5 hasta San Jerónimo y Obispo Gelabert y ahí el dos, en cambio ahora tomó el 9 en Rossi, a la altura de Blas Parera, y nos trae sin dar tantas vueltas" contó Andrea, quien destacó que "el gasto es el mismo porque no hay combinaciones pero ahorro mucho tiempo".>
La misma opinión dio una mamá que esperaba el colectivo junto a sus 4 hijos: "Ahora puedo tomar uno solo para llevar a los chicos a la escuela e ir a lo de mi mamá, me favorece mucho este cambio".>
Las líneas que modificaron el trayecto son la 3, 5, 9, 10 bis, 14, 15, 15 bis, 18 y 18 bis.>
Opinión de concejales de la UCR
Los concejales Julio Schneider, Carlos Pereira, Leonardo Simoniello y Jorge Henn advirtieron que las modificaciones en los recorridos de las distintas líneas de colectivos no estarían dentro del marco de la legalidad, dado que esos cambios sólo podrían realizarse mediante ordenanza sancionada por el Concejo Municipal.
Los ediles radicales intentaron sin suerte -por la negativa del oficialismo peronista- que el Concejo sancione un proyecto de ordenanza para rechazar los cambios. La razón que esgrimieron fue expuesta en la última sesión por el concejal Carlos Pereira; "Las modificaciones de recorridos sólo pueden realizarse a través del dictado de una ordenanza. Al pasar el sistema a prestarse en forma precaria por la pérdida de vigencia de la ordenanza 9833 de los pliegos de licitación del transporte del año 1994; quedó en vigencia para regular al Transporte Público por Colectivos, la ordenanza madre que es la Nº 5366. Esta norma, en su art. 37 dice que `para la habilitación de nuevos itinerarios o líneas, la modificación de los actuales (...) será siempre necesaria la intervención y autorización del Concejo Municipal', con lo que queda demostrado lo irregular que es el decreto de Balbarrey".
Argumentaron, además, que la propuesta del intendente sobre los cambios, "tendría por objetivo principal ahorrar kilometrajes de recorridos a las empresas, siguiendo una lógica de sacarle recorrido en un lugar de la ciudad para dársela en otro, compensándola con las demás líneas, pero sin tocar el problema de fondo, cual es, la falta de este servicio esencial en numerosos barrios de la ciudad".
En desacuerdo
La vecinal Siete Jefes se mostró disconforme con los cambios porque `nos sacaron parte del servicio de la Línea 9... que permitía a los vecinos su desplazamiento en sentido este-oeste sin tener que duplicar pasajes... y obliga a alumnos de las escuelas Avellaneda y San Martín a recorrer varias cuadras inseguras". Por su parte, el presidente de la vecinal Sarmiento, Manuel Miralles dijo que los cambios "nos afectan doblemente porque no ha sido incluida nuestra zona para ningún nuevo servicio, y porque la Línea 3 que pasa por Blas Parera ahora va a doblar por Azcuénaga, y va a pasar por Peñaloza y de ahí a la cancha de Unión. En 4 años hemos perdido el ramal 1 de la Línea 5, la Línea 1 que pasaba por Blas Parera y ahora la 3".
De la redacción de El Litoral
