La Asamblea de la Universidad de Buenos Aires (UBA) finalmente sesionó en el Congreso de la Nación. Ingresó a sus decanos, profesores y graduados en un operativo digno de "James Bond" y proclamó un rector en medio de algunos gritos de ilegalidad y aplausos que avalaron el comicio.
Para llegar a este punto, tras nueve meses de parálisis en el Rectorado -no así en las facultades y unidades académicas- hubo que armar una alianza entre dos sectores bien diferenciados, tras una fórmula de consenso.>
El sector de siete decanos (antes eran nueve), considerado mayoritario y que aceptó el paso al costado en mayo pasado de su candidato Atilio Alterini, de Derecho, anunció en noviembre la unión electoral y programática con el Espacio 4 (Ciencias Exactas, Sociales, Arquitectura y Filosofía y Letras), considerados independientes y de centro izquierda. Hoy, este último espacio sumó dos decanos más, Agronomía y Medicina.>
Los estudiantes de la FUBA, que quedaron huérfanos de referentes tras el fin de la gestión del rector Guillermo Jaim Etcheverry, quien mantuvo una amistosa relación con ellos, y que, tras perder en las elecciones para el Consejo Superior -pasó de cuatro a dos miembros-, tuvieron un efímero reconocimiento del Espacio 4, que hoy ya prácticamente no lo tienen.>
En tanto, el rector Hallú, al día siguiente de haber hecho su defensa a la educación pública y gratuita y el recuerdo emocionado de sus orígenes humildes, volvió a cargar contra los estudiantes que agredieron en la sesión como "delincuentes". Estos mensajes, seguramente van a marcar las diferencias que tendrán lugar en los próximos meses, entre dos bloques o espacios que tenían propuestas y discursos enfrentados.>
También habrá que tener en cuenta las afirmaciones de Sorín a DyN el día siguiente a la agitada Asamblea cuando reafirmó su voluntad de "seguir el trabajo social con organizaciones de derechos humanos y con compromiso comunitario" que practica desde hace muchos años, aunque ahora desde el rectorado.>
Sorín quiere dejar de lado "los negocios que hacen algunos pocos con los cursos de Extensión", entre ellos, con los idiomas que "son incumbencia sólo de la facultad de Filosofía y Letras" y con el Turismo y las becas. El vicerrector quiere una UBA "que opine" y se comprometa "con los necesitados", algo así como fueron las universidades del país en los '70. Mucho trabajo social y en servicio desde las facultades, prevención de la salud, educación, vacunación y planes de viviendas económicas en las villas. La pregunta es ¿cómo engarzará este ideario con el grupo que sostuvo al rector, teniendo en cuenta que su origen es más ligado a la llegada de Franja Morada al gabinete del Rectorado a fines de los '80 y en los '90 y que distó mucho de aquellos radicales que peleaban de igual a igual con los dirigentes de la JUP en los '90? ¿Será ésta una Alianza más, como la que se encolumnó tras la lamentable gestión de Fernando de la Rúa o se reinventará en un nuevo movimiento que reforme los estatutos y renueve los aires de la anquilosada institucionalidad de la universidad porteña?>