Opinión
Una alianza en el gobierno de la UBA
Por Laura Hojman (DyN)

La Asamblea de la Universidad de Buenos Aires (UBA) finalmente sesionó en el Congreso de la Nación. Ingresó a sus decanos, profesores y graduados en un operativo digno de "James Bond" y proclamó un rector en medio de algunos gritos de ilegalidad y aplausos que avalaron el comicio.

Para llegar a este punto, tras nueve meses de parálisis en el Rectorado -no así en las facultades y unidades académicas- hubo que armar una alianza entre dos sectores bien diferenciados, tras una fórmula de consenso.>

El sector de siete decanos (antes eran nueve), considerado mayoritario y que aceptó el paso al costado en mayo pasado de su candidato Atilio Alterini, de Derecho, anunció en noviembre la unión electoral y programática con el Espacio 4 (Ciencias Exactas, Sociales, Arquitectura y Filosofía y Letras), considerados independientes y de centro izquierda. Hoy, este último espacio sumó dos decanos más, Agronomía y Medicina.>

Los estudiantes de la FUBA, que quedaron huérfanos de referentes tras el fin de la gestión del rector Guillermo Jaim Etcheverry, quien mantuvo una amistosa relación con ellos, y que, tras perder en las elecciones para el Consejo Superior -pasó de cuatro a dos miembros-, tuvieron un efímero reconocimiento del Espacio 4, que hoy ya prácticamente no lo tienen.>

En tanto, el rector Hallú, al día siguiente de haber hecho su defensa a la educación pública y gratuita y el recuerdo emocionado de sus orígenes humildes, volvió a cargar contra los estudiantes que agredieron en la sesión como "delincuentes". Estos mensajes, seguramente van a marcar las diferencias que tendrán lugar en los próximos meses, entre dos bloques o espacios que tenían propuestas y discursos enfrentados.>

También habrá que tener en cuenta las afirmaciones de Sorín a DyN el día siguiente a la agitada Asamblea cuando reafirmó su voluntad de "seguir el trabajo social con organizaciones de derechos humanos y con compromiso comunitario" que practica desde hace muchos años, aunque ahora desde el rectorado.>

Sorín quiere dejar de lado "los negocios que hacen algunos pocos con los cursos de Extensión", entre ellos, con los idiomas que "son incumbencia sólo de la facultad de Filosofía y Letras" y con el Turismo y las becas. El vicerrector quiere una UBA "que opine" y se comprometa "con los necesitados", algo así como fueron las universidades del país en los '70. Mucho trabajo social y en servicio desde las facultades, prevención de la salud, educación, vacunación y planes de viviendas económicas en las villas. La pregunta es ¿cómo engarzará este ideario con el grupo que sostuvo al rector, teniendo en cuenta que su origen es más ligado a la llegada de Franja Morada al gabinete del Rectorado a fines de los '80 y en los '90 y que distó mucho de aquellos radicales que peleaban de igual a igual con los dirigentes de la JUP en los '90? ¿Será ésta una Alianza más, como la que se encolumnó tras la lamentable gestión de Fernando de la Rúa o se reinventará en un nuevo movimiento que reforme los estatutos y renueve los aires de la anquilosada institucionalidad de la universidad porteña?>