Un clima de incertidumbre
Republicanos y demócratas se enfrentan por guerra en Irak
 George Bush insiste en incrementar el uso de la fuerza. Foto: Archivo El Litoral. 

En total, el presupuesto de Bush para Defensa alcanza la astronómica cifra de 716.500 millones de dólares, que serían destinados a la financiación de las guerras en Irak y Afganistán.

EFE/AFP

El Senado de Estados Unidos abrió un debate sobre el plan de George W. Bush para la guerra en Irak que se tradujo en un choque entre republicanos que salieron en defensa del Presidente y los demócratas, que fracasaron en su intento de aprobar una resolución en contra.

Los senadores republicanos bloquearon el debate, tras una agitada sesión en la que la mayoría demócrata sólo logró 49 de los 60 votos necesarios para la celebración del debate en la Cámara (de 100 miembros) y la posterior votación definitiva sobre el plan de enviar 21.500 soldados adicionales a Irak.>

Este fracaso ha dejado en la incertidumbre el futuro de la resolución no vinculante redactada por el senador demócrata Carl Levin y el republicano John Warner.>

El borrador urge al presidente Bush a considerar alternativas al envío de tropas adicionales para detener la violencia confesional en Irak y rechaza el recorte de fondos financieros para los militares.>

Mientras los legisladores no se ponían de acuerdo sobre el debate, Bush presentaba en el Congreso su presupuesto para el próximo año fiscal, que incluye una partida de 235.000 millones para la guerra contra el terrorismo.>

En total, el presupuesto de Bush para Defensa alcanza la astronómica cifra de 716.500 millones de dólares, que serían destinados a la financiación de las guerras en Irak y Afganistán, el aumento de tropas y la adquisición de barcos y aviones de combate.>

"Estamos en guerra y nuestra primera prioridad es asegurarnos de que nuestras tropas tengan los recursos necesarios", subraya su propuesta.>

Foco de tensión

En el Senado, la guerra en Irak es foco de tensiones entre republicanos y demócratas, pero también en el seno de cada una de las formaciones, donde las facciones moderadas y radicales tratan de imponer sus posiciones sobre un tema que ha generado preocupación y rechazo entre la opinión pública.

"Una resolución no vinculante es en mi opinión un ejercicio político que no hace más que dañar el esfuerzo bélico", declaró el senador republicano Linsey Graham el domingo al canal de televisión Fox News.>

En tanto, algunos de los demócratas más liberales ya habían expresado su deseo de votar en contra del proyecto, por considerarlo demasiado flojo.>

Algunos de ellos, como el senador Chris Dodd, habían pedido la adopción de una moción de censura más crítica.>

"Estoy decepcionado de que no podamos encontrar el camino para hacer más que enviar un mensaje sin sentido a la Casa Blanca, una Casa Blanca, debo agregar, que ha dicho que ignorará cualquier cosa que digamos sobre la guerra en Irak", afirmó el viernes Dodd en una reunión del Partido Demócrata.>

"La población nos envió un mensaje en noviembre pasado. Los votantes fueron claros", agregó. "Quieren un cambio en la política con respecto a Irak", insistió.>

Entretanto, los republicanos que respaldan a Bush han tomado la delantera para convencer a sus colegas de que den una oportunidad al plan divulgado el 10 de enero, que incluye el envío de 21.500 soldados adicionales a Irak.>

"Esta es nuestra última gran oportunidad", dijo Lindsey Graham.>

La nueva estrategia de Bush constituye una fuerte apuesta para detener la violencia, especialmente en Bagdad, donde serán desplegados 17.500 nuevos soldados, de los que ya llegó una brigada de unos 3.200 efectivos.>

Pero el plan presidencial tropezó con el escepticismo de incluso algunos republicanos, en particular tras la divulgación de un informe de inteligencia que esboza un panorama oscuro.>

Aquéllos que respaldan la medida del Congreso consideran que no tiene sentido enviar más soldados.>

"No podemos ubicar nuestras tropas en medio de una guerra civil", dijo a la cadena ABC el domingo el senador republicano Chuck Hagel, uno de los más duros opositores al nuevo plan y potencial candidato presidencial.>

Quiere más fondos

El presidente estadounidense, George W. Bush, presentó un proyecto de presupuesto ampliamente basado en la guerra contra el terrorismo, en el que incluye una partida adicional de 235.000 millones de dólares con ese fin para los próximos dos años.

"Estamos en guerra y nuestra primera prioridad es asegurarnos de que nuestras tropas tengan los recursos necesarios", subraya el documento.

El total para Defensa alcanza los 716.500 millones de dólares si se suman los 481.400 millones que forman la partida base para el Pentágono.

La partida adicional se divide en 141.700 millones de dólares en "fondos de emergencia" para la guerra contra el terrorismo para el año 2008. Para el año fiscal en curso, que finaliza el 30 de setiembre próximo, solicitó un incremento de 93.400 millones de dólares, además de los 70.000 millones ya aprobados.

"Las sumas incluidas en el pedido del presupuesto de defensa son sorprendentes", dijo el legislador Ike Skelton, presidente de la comisión de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes.

"No podemos proveer una defensa nacional adecuada sin los recursos necesarios, pero tampoco podemos simplemente ratificar el pedido del presidente sin realizar las diligencias y la supervisión que la Constitución establece", dijo.

El proyecto de presupuesto global para 2008, de un monto total de 2.900 billones de dólares, prevé un alza de 10,7% de los gastos relacionados con la seguridad.

El presidente republicano se fijó por otra parte el objetivo de equilibrar las cuentas hacia 2012, limitando drásticamente el aumento de los gastos -excluyendo los de defensa- y aumentar las reducciones de impuestos, muy criticadas por los demócratas, más allá de 2010.

El mandatario prevé también reducir los gastos por programas de salud pública y de los fondos de retiro, para economizar 96.000 millones de dólares en cinco años.

Para el año fiscal 2007, el déficit será llevado a 244.000 millones de dólares (contra 248.000 millones el año anterior), antes de bajar a 239.000 millones en 2008.