Entrevista al politicólogo Luiz Alberto Moniz Bandeira
Argentina y Brasil darán sustento a América del Sur como bloque
La Argentina y Brasil serán el eje de la futura conformación de América del Sur como un bloque único de países, en el contexto de un nuevo mundo "multipolar" superador del liderazgo militar impuesto por los Estados Unidos

El politicólogo brasileño Luiz Alberto Moniz Bandeira es una de las voces más escuchadas en el Palacio de Itamaraty, llegó a la Argentina a presentar su libro: "La formación del Imperio Americano. De la guerra contra España a la guerra de Irak", que en Brasil va por su tercer edición y que le permitió al autor ser premiado en 2006 como "El intelectual del año".

El historiador, de 71 años y que reside la mayor parte del año en Alemania, sostiene que la industria armamentista es la que da sustento a la política "ultraimperialista" que desarrolla EE.UU. en la actualidad.>

A diferencia del criterio de ocupación y destrucción del Imperio Romano, hoy -según Moniz Bandeira- EE.UU. lidera un "cartel" junto con las demás potencias industriales que "transfiere las guerras" a la periferia, como sucede actualmente en Irak y otros puntos del Cercano y Medio Oriente y África.>

Moniz Bandeira -un acérrimo crítico del presidente George W. Bush- sostiene que el "imperio estadounidense" entró en un inevitable proceso de decadencia y que el futuro marca la llega de "un mundo multipolar", con China, India, Rusia, Unión Europea, Estados Unidos y América del Sur.>

El pensador, que sostiene que el presidente venezolano Hugo Chávez no representa un peligro para la política armamentista en la región, dijo que el eje Argentina-Brasil es el pilar que dará sustento a América del Sur como un bloque de países.>

Ultraimperio

-¿Qué va a encontrar el lector en su nuevo libro?

-El libro describe cómo funciona el imperio americano. El imperio americano hoy no puede vivir sin guerra, porque su producción está basada largamente en la industria bélica y ahí está el presupuesto del Pentágono. Las industrias bélicas tienen que producir todo tipo de armamentos y eso se debe colocar en alguna parte, por eso necesitan las guerras.>

-¿La política imperialista de EE.UU. sigue siendo similar, en términos de ocupación, a la desarrollada por el Imperio Romano?-No. El concepto más ajustado es el del ultraimperio. El concepto cambia según la realidad, está en constante modificación. Las fuerzas militares son para defender las fronteras nacionales, pero EE.UU. está en todas partes del mundo para defender sus intereses económicos. Hoy el imperio tiene forma de un `cartel', conformado por las potencias industriales. Entonces las guerras son transferidas para la periferia del sistema. -¿A Brasil y la Argentina, como países ubicados en la periferia, que rol nos cabe? -América del Sur es relativamente una periferia. No se puede comparar con Oriente Medio o África, que son zonas de conflicto. En la región, Chávez sostiene que EE.UU. puede provocar conflicto en la frontera entre Venezuela y Colombia, pero la realidad es que un conflicto armado no le conviene a EE.UU. porque el 15 por ciento del petróleo que consume viene de ese país, no puede exponerse a semejante situación. -¿Esta cartelización es homogénea en términos económicos? EE.UU. y Europa no muestran criterios comunes en sus negociaciones con otros mercados.-Las contradicciones siempre existen. El `cartel' no elimina la contradicción, es para fijar precios o el área de influencia. La Unión Europea hace las mismas exigencias que EE.UU.: garantía a los inversores, propiedad intelectual, cosas inaceptables para Brasil y la Argentina. -¿Cuál es la etapa superadora de la decadencia del imperio americano?-La tendencia es hacia un mundo multipolar. EE.UU. hoy pierde fuerza, pierde consenso. Estamos entrando en la época de los grandes países: China, India, Rusia, Unión Europea. Brasil es también un gran país, pero sabe que América del Sur integrada es mucho más. Brasil tiene comprensión hoy de que es necesaria una integración con la Argentina para que pueda existir un polo de poder mundial para negociar con los otros gigantes.

Télam