Al margen de la crónica
La pelota sigue picando

A fines de 2004, el gobernador Jorge Obeid y el intendente Martín Balbarrey anunciaron juntos tres obras importantes para el desarrollo de la ciudad, en ocasión de inaugurar la iluminación ornamental del Puente Colgante.

Todas serían financiadas por el gobierno provincial: Playa Grande, el saneamiento del Lago del Parque Sur y los Lagos del Oeste. Las dos primeras encontraron rápidamente los fondos para su ejecución, mientras que la tercera -precisamente la que pretendía regular y ordenar el crecimiento urbano del oeste, profundizando los lagos reservorios para optimizar el espacio de almacenamiento de excedentes pluviales- nunca encontró el respaldo económico. En consecuencia, el proyecto duerme en las carpetas oficiales.>

Desde el municipio se refugian en la idea de que el gobierno provincial no quiso aportar el dinero, a pesar de que ellos cumplieron y elaboraron el proyecto de obra. En la Casa Gris esgrimen que el Ejecutivo local nunca quiso tomar la decisión de relocalizar a las familias que ocupan los reservorios.>

A esta altura nadie puede dudar de que lo que faltó fue decisión política. Porque dinero hubo. El mismo Balbarrey se jactó en más de una oportunidad del respaldo que recibió su gestión por parte del gobierno de Néstor Kirchner, el que se materializó en 70 millones de pesos otorgados sólo en 2006 y que fueron invertidos en repavimentación de calles, puesta en valor de plazas y otras obras. Por su parte, el gobierno provincial optó por financiar la restauración del Teatro Municipal y Playa Grande.>

Ahora, tras padecer una segunda inundación (otra vez en un año electoral) no hay anuncios de montos que puedan reparar la afectación física y psíquica de quienes se vieron otra vez anegados. Ni los 35 millones de pesos que la provincia le dio a la ciudad; ni los 1.500.000.000 que ahora pide el intendente para disminuir la vulnerabilidad hídrica.>