Las lecciones de la emergencia
Vecinos del barrio Sur de Esperanza controlan ejecución de obras públicas
Este ejemplo de madurez cívica ha despertado interés incluso en pares de otras ciudades como Santa Fe, Santo Tomé y Reconquista. El monitoreo de los trabajos por subcomisiones y un reclamo por la concreción de proyectos.

Entre diciembre de 2006 y marzo de 2007 se inundaron dos veces. Pero la impotencia y la bronca se transformó en propuestas y acciones desde una autoconvocatoria genuina. Tal condición quedó refrendada en la masiva concurrencia a las reuniones semanales con la convincente presencia de entre 400 y 600 vecinos. Su expresión representa un saludable ejemplo de ejercicio ciudadano, un difícil compromiso entre los paralelos que rigen nuestras vidas democráticas: los derechos y deberes.

Se autodenominan VUA (Vecinos Unidos por el Agua, Esperanza al Sur) y sus acciones ya despertaron interés de vecinos de ciudades como Santa Fe, Santo Tomé o Reconquista, quienes se han comunicado para saber cómo trabajan en pos del bien común a partir de una situación de desastre como la que padecieron.>

Y no es para menos: la Municipalidad de Esperanza avanza en la ejecución de obras públicas bajo la mirada atenta de estos vecinos que se han organizado en ocho subcomisiones que hacen un seguimiento de los trabajos, pero no sólo eso. Elevan inquietudes y propuestas a cada paso con el objetivo que la ciudad tenga un planeamiento hídrico adecuado.>

Hay un total de 90 delegados de manzana para observar algo más de trescientas que corresponden al barrio que representan. Una anécdota durante la última lluvia sintetiza el sentido de la responsabilidad logrado: pensando que era el primero, uno de los vecinos, a las 7.30 de la mañana, salió a recorrer una de las obras para saber si el agua escurría correctamente. Pero uno de sus pares le había ganado de mano. A las 4 de la mañana bajo una lluvia torrencial ya estaba ahí y comprobó que el drenaje era óptimo.>

"No es un tema sencillo, hace muchos años que no se hace nada -advirtió uno de los voceros a El Litoral- en materia de obras", pensando en las consecuencias que provocaron las inusitadas lluvias de fines de marzo y que inundaron toda la zona sur de la ciudad. Por eso, con asesoramiento de profesionales en forma particular elaboraron un estudio integral de la problemática con metas concretas.>

"Sobradamente, la crisis desnudó desatinos, inoperancia, hasta oportunismos. Nadie puede desconocer que aquí faltaron obras; las que oportunamente se presentaron como la solución absoluta a todos los problemas hídricos; planificación y previsión a futuros eventos; mantenimiento de lo ya existente; y tantas otras cosas que hubieran mitigado el desastre", señalaron en una carta que recientemente entregaron a las autoridades (ver aparte).>

Razones y sentimientos

Recientemente, los vecinos del barrio Sur elevaron al ministro de Asuntos Hídricos, Alberto Joaquín, una nota donde manifestaron su "profunda preocupación ante las demoras de obras y gestiones" que se encuentran actualmente en la órbita de esa cartera, "según manifestaciones vertidas por nuestros funcionarios públicos, cuya ejecución reviste relevancia crítica para la problemática hídrica de la ciudad".

Los fenómenos ocurridos en diciembre y marzo se han convertido para todos los vecinos afectados "en un profundo sentimiento de angustia y desesperación; que, entre otros aspectos negativos como la incidencia patrimonial y emocional, deviene naturalmente en la afectación de la armonía y orden social que caracteriza a esta comunidad de Esperanza".>

Los vecinos del barrio Sur entienden que esta realidad, las características climáticas futuras de la región y la responsabilidad directa que le compete al Ministerio de Asuntos Hídricos en la materia, "son fundamentos suficientes para requerirle la urgente adopción de medidas" para concretar:>

* Finalización de los 3 canales interceptores ubicados al oeste del ejido urbano de la ciudad y que aportan al canal denominado De la Rural, con la construcción de aliviadores sobre ruta 70 y las alcantarillas necesarias hasta su desembocadura en el río Salado.>

* Construcción de un cuarto canal interceptor sobre Camino 12 con cruce por ruta 70 y drenaje hacia el río Salado, con aliviador y alcantarillas necesarias.>

* Construcción de un canal sobre calle Heer de Bauge, desde Antártida Argentina hasta ruta 70 y desde allí hasta el río Salado, con aliviador sobre ruta 70 y alcantarillas necesarias. Alteo sobre la misma calle desde ruta 70 hasta Antártida Argentina y desde allí hasta ruta 6. Esta obra servirá como anillo de defensa a la ciudad, impidiendo el ingreso del aporte hídrico de la zona rural y favoreciendo el escurrimiento de las aguas del campo.>

* Imprimir la mayor celeridad posible a la ejecución de la obra Canal Sur Esperanza, aunque esto implique la revisión del contrato firmado con la empresa ejecutora, viendo la posibilidad de trabajar en tres frentes, dos en las obras de canalización y otro en la construcción de alcantarillas, con puente aliviador sobre Ruta Provincial N° 6.>

* Conclusión de canales sobre calles 27 de Febrero, desde calle San Martín, cruzando ruta 6 hasta calle Polter y desde allí hasta Canal Sur. Sobre calle Montalbetti, desde Janssen, cruzando ruta 6 hasta calle Polter y desde allí hasta Canal Sur. En ambos casos, con la construcción de aliviadores y alcantarillas correspondientes.>

Un fenómeno que hiere...

"Por todos es conocido el alcance que tuvieron los fenómenos de diciembre de 2006 y marzo de 2007. Apenas tres meses nos separaron de la catástrofe que, de hecho, pueden considerarse excepcionales por sus características, pero que diezmaron y lastimaron profundamente lo más preciado de cualquier persona: el amor a lo propio y el sentido de pertenencia. Hemos vivido situaciones de dolor, angustia, soledad, desesperación... al ver que algo nuestro se perdía con la fuerza del agua.

"No sólo lo material, que puede traducirse en muebles, aberturas, electrodomésticos, vestimenta y otras tantas cosas queridas que con esfuerzo nos costó obtener, sino que también se alejaba nuestra dignidad, al sentirnos invadidos por algo más fuerte que era imposible detener... Dejar nuestras casas, abandonar un pedazo de lo nuestro, buscar un refugio, llorar desconsolados de impotencia.

"Estos sentimientos quedan atrás con el paso del tiempo, pero no se borran; y lo que es peor, han dejado una marca que es más aún difícil de superar: el miedo. Cualquier relámpago, señal de tormenta o lluvia leve es motivo suficiente para que nuestras familias se alteren. No hace falta hablar mucho sobre esto, basta sólo recorrer nuestro barrio para darse cuenta de que no hemos abandonado, ni mucho menos, las frágiles e irresistibles bolsas de arena. Señores, esto es lo que nos han dejado éstas catástrofes". Parte de la extensa carta que los vecinos del barrio Sur entregaron recientemente al intendente de la ciudad, a los concejales y legisladores provinciales.

Atención psicológica.

Compromiso mediante del Ministerio de Salud de la provincia, en los próximos días, los vecinos que así lo requieran podrán recibir atención psicológica en el Centro de Salud Ceferino Namuncurá del barrio Sur. Esta necesidad es uno de los efectos silenciosos de la emergencia hídrica que azotó a Esperanza y la región, y que los vecinos autoconvocados tampoco quieren dejar pasar.

Exequiel Kay