Ecos de Fertilizar 2007
"Ya nadie discute la necesidad de incorporar más nutrientes"
El ingeniero agrónomo Enzo Cástino es el gerente ejecutivo de Fertilizar; el Dr. Fernando García es el Director del Cono Sur de IPNI, y ambos son la cabeza visible de la organización del Simposio sobre Fertilización que exitosamente se cumplió en Rosario la semana pasada.

Los organizadores del Simposio Fertilidad 2007 estaban lógicamente satisfechos por la respuesta de profesionales de toda la región: más de 1000 inscriptos siguieron las dos jornadas del encuentro, que abordó en profundidad la dinámica de los nutrientes, su aplicación y la experimentación actualizada en cultivos y pasturas. Los entrevistados, Enzo Cástino y Fernando García, de Fertilizar e IPNI, respectivamente.

Fernando García: -Estamos realmente muy contentos. Vamos por la octava edición del Simposio; que empezamos allá por el '99 y este año alcanzamos arriba de 1000 participantes en la audiencia. Estamos muy satisfechos también porque año tras año lo que vemos que no sólo es la región, sino que se va ampliando a otras zonas. Tenemos gente de Uruguay y del NOA, así que estamos recibiendo gente de lugares remotos. Lo que queremos es corresponder a esa expectativa, brindando herramientas que contribuyan al mejor uso de nutrientes, fertilizantes y al mejor rendimiento de los cultivos. -Hace diez o quince años nadie se planteaba en el país la fertilización y el nitrógeno era una palabra desconocida. Las cosas cambiaron... Enzo Cástino: -Sí, es cierto. Nosotros, desde Fertilizar venimos monitoreando una encuesta en los últimos diez años con 440 productores diferentes cada año, sobre el porcentaje del área cultivada que se fertiliza. Hace diez años se fertilizaba sólo el 10% de maíz y trigo y hoy se fertiliza un 90% del área sembrada. Eso te marca una tendencia muy positiva.En soja, los porcentajes son menores. Tenemos un 40% de gente que fertiliza soja de primera y de segunda. Y la tendencia es positiva, en aumento. Digamos que el productor es cada vez más consciente y hoy, cualquiera con el que hables, te certifica que el uso de fertilizantes le mejora los rindes. -Nuestra zona ha tenido un año muy atípico por el tema de las lluvias. ¿Cómo ven las perspectivas para el trigo, cuando aún hay gente que no levantó siquiera la soja? EC: -En ambientes tan húmedos lo que tendría que verse es no aplicar todo en el inicio. Hay que espaciar un poco, buscar la estrategia para que no se lave el fertilizante en la siembra. -Bueno, algunos de los especialistas que ustedes convocaron insisten en que los test de nitrógeno deberían incorporar la humedad como un medidor ya que, si bien no tan central como la temperatura, también incide en la decisión... -FG: -Sí, es cierto. En realidad son varios los factores a considerar. Uno de los aspectos es, sin duda, el momento de la aplicación; otro, las dosis. También con el tema humedad se da la contrapartida "buena", si se quiere, de lo que hoy es un problema para muchos campos y productores. Vamos a partir de perfiles de humedad muy cargados. Y en el caso específico de toda la zona de Santa Fe en general, el rendimiento del trigo depende mucho de la humedad y de largar con buenos perfiles, porque luego las lluvias durante el ciclo del cultivo son muy aleatorias, muy escasas y llueve muy de vez en cuando.Creo que una vez que podamos, si Dios quiere, cerrar esto de levantar toda la soja y poder implantar trigo, el potencial que se vislumbra para este cultivo este año es muy importante. Desde el punto de vista del manejo de la nutrición, podemos asegurar que largamos con un perfil lleno de agua. Es decir que el agua, que hoy parece estar en contra, para la campaña triguera está bastante de nuestro lado. De ahí en más, plantear ciclos cortos, superar algún problema de siembra, los huellados, etc... Pero a partir de subsanar esos inconvenientes estamos, insisto, con un perfil de humedad que permitirá rindes buenos, cosa que no nos pasaba en años anteriores de marcados déficit hídricos. -¿De qué manera empezarán a jugar los fertilizantes orgánicos, a partir de las experiencias conocidas de conversión de lo químico a orgánico? ¿Cómo analizan ese tema? FG: -Todavía no tenemos nosotros en nuestro país los problemas de otros en que los agroquímicos pueden tener alguna incidencia negativa en el ambiente. Y los queremos evitar, obviamente. Desde el punto de vista de los fertilizantes orgánicos, los lumbricompuestos, por ejemplo, y otros, obviamente tienen oportunidades de uso, pero son muy puntuales y específicas sus aplicaciones para determinados casos.Y una de las cosas que vemos es que cuando pensamos en la demanda total de nutrientes que tenemos en agriculturas extensivas, es bastante difícil que esas fertilizaciones puedan cubrir al menos en el mediano plazo las demandas de nitrógeno o de fertilización en general.Creo que en algunos cultivos y en algunas producciones orgánicas pueden ser interesantes y pueden agregar alguna ventaja económica a la hora de certificar, pero es difícil visualizar que a mediano plazo esta línea pueda convertirse en una alternativa importante.Creo, sí, que tenemos que ir visualizando hacer un uso adecuado de los nutrientes que disponemos ahora. Queremos dar énfasis en esta cuestión. Cuando hablamos de las bases, queremos que nuestros técnicos, nuestros ingenieros agrónomos tengan una importante base común de conocimiento, con un nivel que nos permita visualizar cuáles son las herramientas -lo que nos dice el Inta, una facultad, un asesor-, a dónde podemos ir llevando la mejora en una dosis, en una forma, en un momento... -Más allá de las generalidades, se insiste en el monitoreo campo por campo y producción por producción a la hora de recomendar fertilizaciones. Y hay un capítulo importante para la tecnología disponible, su correcto uso y su aprovechamiento... EC: -Desde luego, hay saberes comunes pero cada campo es un mundo y hay que verlo "en directo". Por otra parte, hoy tenemos oferta muy variada, la maquinaria agrícola está cada vez mejor armada. Hay un hecho significativo: el porcentaje de fertilizante líquido está aumentando cada vez más. Eso marca una conciencia no sólo de mayor uso del fertilizante sino hacia dónde el productor está pensando tecnológicamente en cómo aplicar ese fertilizante. Hoy el fertilizante líquido ya trepa al 30% del total de aplicaciones y con eso se está demostrando que el productor es cada más consciente; las compañías están haciendo esfuerzos por llenar esas demandas.

Néstor Fenoglio[email protected] Especial