De todo el país
Santa Fe recibió a docentes universitarios católicos
Cerca de 400 profesores de universidades de ese credo visitaron durante tres días nuestra ciudad en el marco del IV Enduc. El evento forma parte de las celebraciones por el cincuentenario de la UCSF.

Bajo el lema "Universidad y Nación. Camino al Bicentenario. Realizando la verdad en el amor", profesores universitarios católicos de todo el país se reunieron en el IV Encuentro nacional de docentes universitarios católicos, organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria (Cepau) de la Conferencia Episcopal Argentina, y la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF).

Desde ayer y hasta mañana, el objetivo es promover el abordaje interdisciplinar de temas fundamentales para la vida y el desarrollo de la Nación y concretar un aporte académico sustantivo a la comunidad universitaria y a la Nación en el marco de su bicentenario.>

Casi 400 docentes se hicieron presentes en el acto inaugural, realizado en la sala del ex cine Garay, en la sede del colegio Inmaculada.>

"La universidad tiene que ser un ámbito de reflexión en el cual la cultura de un país se fortalezca: la universidad es como el laboratorio de una comunidad -expresó en el acto inaugural, monseñor Arancedo-. Nuestra Nación va camino a su bicentenario: las universidades deberán ser las sedes permanentes de reflexión, de generación de ideas y proyectos para que surja una Nación comprometida con los ideales de vida cristianos", precisó a la numerosa audiencia, entre los que se encontraban autoridades académicas locales y nacionales, y representantes de los gobiernos provincial y municipal.>

"La proximidad del bicentenario de la Revolución de Mayo nos estimula a reflexionar sobre el aporte que -quienes vivimos nuestro compromiso bautismal en el mundo académico- podemos realizar a la Nación junto con todos los hombres de buena voluntad", explicó en su alocución, el rector de la UCSF, Pbtro. Lic. Gerardo Galetto.>

"La universidad argentina, tanto en sus versiones de gestión privada o estatal, es un ámbito propicio para el diálogo sobre estos temas, y la búsqueda de acuerdos básicos que se traduzcan en un auténtico servicio de construcción social inclusiva, de solidaridad y de calidad política", agregó el rector.>

"Asimismo, la cultura democrática necesita del esfuerzo de todos los ciudadanos para que la pluralidad sea respeto por las diferencias, y unidad en torno a los valores humanos innegociables que garantizan la vitalidad de la República", consideró.>

Política, verdad y amor

Galetto mencionó líneas de "reflexión y de acción que están en la esencia de nuestro compromiso universitario de participación cívica: la verdad y el amor".

"Contrariamente a lo que suele afirmarse, la política y la verdad no son incompatibles, sino que se reclaman mutuamente. No pocos filósofos han llamado la atención acerca de la necesidad de verdad para que la esfera pública se mantenga viva y sana. El ejercicio del poder necesita de la verdad como condición fundante, no sólo por motivos éticos sino metafísicos, es decir, para su misma existencia", sentenció el rector.>

En este sentido, remarcó que el "descuido de la verdad en todas sus dimensiones significa el peligro de abrir la puerta al totalitarismo explícito o encubierto".>

Recordando a Juan Pablo II, Galetto mencionó que "una vez que se ha quitado la verdad al hombre es pura ilusión querer hacerlo libre; en efecto, verdad y libertad o bien van juntas, o juntas miserablemente perecen".>

"Pero también sabemos de la insuficiencia de la verdad cuando falta el amor", agregó.>

Fe, ciencia y saber

Por su parte, el presidente de la Cepau, monseñor Roberto Rodríguez también recordó a Juan Pablo II en su discurso ofrecido durante la inauguración del encuentro: "Una cultura sin verdad no es una garantía para la libertad, sino más bien un riesgo". A su criterio, "arraigados en la perspectiva de la verdad, el hacer cristiano implica ante todo la apertura al trascendente, donde la fe, la ciencia y el saber se encuentran: es allí donde reside la verdad y la grandeza del hombre".

"El docente, en razón del propio oficio, está llamado a la búsqueda de la verdad y a transmitir esa experiencia a las nuevas generaciones. El estudiante tiene que entusiasmarse por nuestro entusiasmo, y así tienen vida: creyendo tenemos vida. Esto se hace realidad ahora frente a los desafíos del mundo actual, frente a una verdad que a veces resulta sólo del consenso o una verdad individualista, que no es tal", indicó.>

"Siempre debe quedar resguardada la verdad de las comunidades académicas para seguir con fidelidad su vocación de investigar e interrogar la realidad estudiada desde el sentido último. Digo esto, con relación a lo que puede ser una educación basada en las exigencias del mercado", reflexionó Rodríguez.>

"El mayor desafío del docente universitario es defender esa comunidad de maestros y discípulos como el sujeto propio de la experiencia universitaria, dentro de cuyos límites puede acontecer la búsqueda de la verdad y el servicio a ella", concluyó.>

De la Redacción de El Litoral