José María Aguilar asegura que es el responsable del magro presente del club de Núñez
"El problema soy yo"
Las fuertes declaraciones del presidente "millonario" recorrieron todo el ámbito futbolero y sorprendieron a la mayoría. "La soberbia fue uno de mis errores más grandes", confesó el directivo.

De la redacción de El Litoral

José María Aguilar, el presidente de River Plate, asumió que "el problema" en el club de Núñez es él y que su falta de manejo de los "códigos del poder" incide en este presente caótico del club, "tanto como las malas actuaciones deportivas y los hechos de violencia".

El titular "millonario", en entrevista exclusiva con agencia Télam, señaló que "nunca antes un presidente de River sufrió tantas críticas y semejante presión" como la que él padece por estos días. "El principal problema de River soy yo. Éstos son momentos de acumular críticas, pero las estamos recibiendo con una rara unanimidad. Sin embargo, yo me hago cargo de todo, porque no me gusta derivar culpas en el técnico, el Consejo de Fútbol o el jefe de seguridad", disparó Aguilar.>

Además dijo: "En estos momentos, estoy viviendo una cuasi inmolación, porque no tengo ningún manto protector. Hasta me suena casi lógico ser el centro de los cuestionamientos. Pero el eje de ellos pasa porque hace tres años que no ganamos nada en lo futbolístico y por los episodios de violencia que, aun estando fuera de lo institucional, lo terminan afectando".>

El precio del poder

Las palabras del presidente riverplatense sorprendieron a todos, más aun cuando se refirió a su colega, Mauricio Macri, de quien dijo: "La presidencia de River es uno de los factores de poder más importantes de la Argentina, tanto como la de Boca. Por eso la llegada de Macri a ese lugar provocó un impacto tal que hoy es uno de los presidenciables que tiene el país. Eso hizo que se mirara como su contracara. Como una posibilidad de lanzamiento a la arena política nacional bastante sencilla.

Errores fundamentales. "La soberbia fue uno. Una soberbia que me avergüenza muchas veces, pero que utilizo en varias ocasiones como mecanismo de defensa, cuando me siento atacado, especialmente por la prensa. Es que, cuando asumí como presidente de River, un día antes de que cayera el gobierno de Fernando de la Rúa (18 de mayo de 2001), tenía apenas 38 años. Era el más joven en llegar a ese cargo en la historia del club", manifestó el dirigente. Exceso de confianza. "De entrada, salimos campeones; fui tapa de medios masivos; además, le ganamos a Boca; también resolvimos algunos temas económicos de la institución en un momento en que no había bancos por la crisis. Todo eso junto hizo que me autodijera: "Esto es una papa'. Y, después, no solamente se pudrió la papa, sino que resolvimos no renovarle el contrato a Ramón Díaz, el tema de los bancos me valió un proceso judicial que todavía no se resolvió, entramos en un bajón futbolístico y los problemas con los barrabravas empeoraron todo. ¿Dejar todo? "Siempre digo que es tentador eso, pero, en realidad, lo hago para que los medios no me pregunten más sobre el tema. Los insultos no me resultan indiferentes y las críticas me afectan".