El argentino Juan Pablo Brzezicki fue eliminado del Abierto de Francia que se juega en Roland Garros, pero su balance arroja resultados altamente positivos: alcanzó por primera vez en su carrera la tercera ronda de un torneo de Grand Slam. Hoy jugaban Nalbandian, Cañas y Mónaco.
De la redacción de El Litoral
Como sus propias palabras lo indican, fueron dos semanas de felicidad tenística las que vivió el bonaerense Juan Pablo Brzezicki en la edición 2007 del French Open. Es que debió viajar a París con antelación para encarar la fase de clasificación del segundo certamen de Grand Slam del año, y su rendimiento fue muy interesante. Después, el debut que le deparó el azar en el cuadro principal hacía levantar la esperanza de seguir avanzando, lo mismo que el rival que debió enfrentar en segunda vuelta. Logró dos inéditas victorias, pero en tercera llegaba Carlos Moyá, ex número 1 del mundo campeón en esas pistas en 1998. Fue 6-1, 6-3 y 7-5 para cortar el sueño.
"Han sido dos semanas gloriosas que van a quedar para el resto de mi vida y espero que éste sea el empuje para acabar bien el año, acomodarme entre los cien primeros y seguir jugando varios años de mi carrera en el gran nivel", fue lo primero que lanzó el bonaerense tras caer ante el mallorquín. Así acabó el sueño de este jugador de 25 años, originario de una familia de procedencia polaca y que, sin haber ganado nunca un partido en un Grand Slam, alcanzó la tercera ronda en Roland Garros.>
"Me costó"
La aventura se acabó ante un Moyá a quien enfrentó de forma intimidada, antes de que se soltara a mediados del segundo set y luchara por engancharse en el partido. "Me costó entrar en el juego cuando vi la dimensión de la cancha, del jugador que tenía enfrente, al que estaba cansado de ver en la televisión y ahora jugaba contra él. Traté de estar lo más relajado posible, pero si le dejás la pelota corta o agarrar ritmo, te mata a golpes", indicó Juan Pablo.
Brzezicki, que demostró descaro cuando le dijo al árbitro que pronunciara bien su nombre, se fue metiendo poco a poco en el partido. "Sabía que era un encuentro largo y que podía empezar a jugar bien, a soltarme, y lo hice. Pero ya era tarde, me desperté en el tercer set", señaló. Algo similar reconoció Moyá, quien dijo que el argentino se "envalentonó" a medida que avanzaba el encuentro, por lo que se felicitó de haber ganado el tercer capítulo y no haberle dado más oportunidades de engancharse definitivamente.>
Futuro distinto
El empuje de su gran Roland Garros servirá a Brzezicki para colocarse al borde del top 100, lo que puede abrirle las puertas de torneos ATP. Al respecto, el tenista dijo que "hemos cumplido el objetivo de la primera mitad del año y tenemos que seguir trabajando para hacer una buena segunda mitad". Después, señaló que tras descansar unos días en Buenos Aires acudirá a los torneos de Sopot, en la Polonia de sus orígenes, y Umag, en Croacia. "El objetivo es sumar puntos para poder estar tranquilo en la primera mitad de 2008", concluyó el "Polaco".
Para hoy
La jornada de domingo tenía previsto, tras el cierre de nuestra edición, las presentaciones de octavos de final de los tres argentinos en carrera. Así, en el último turno del Philippe Chatrier, estadio central de Roland Garros, David Nalbandian se medía con el ruso Nikolay Davydenko, con quien mantiene una ventaja de 5-2 a su favor. En tanto, en el tercer turno del Suzanne Lenglen (segunda cancha en importancia del predio) se enfrentaban Juan Mónaco y Guillermo Cañas, con la mínima diferencia en choques en favor del de Tapiales.
Hewitt: "Nadal nunca se da por muerto"
El tenista australiano Lleyton Hewitt señaló ayer, tras su triunfo ante el finlandés Jarkko Nieminen, que Nadal es de ese tipo de jugadores que nunca dice "estoy muerto", al comentar el próximo duelo contra el español en los octavos de Roland Garros, que se jugará en la jornada de lunes.
Como el año pasado, y en la misma ronda, los dos se verán de nuevo las caras. En el 2006 venció Nadal en cuatro sets, y el australiano recuerda que el de Manacor "no le teme a nadie, lo cual es increíble".
Nadal y Hewitt se entrenaron en Hamburgo y allí el oceánico comprobó cómo hacerle partido al español, aunque fue Rafa el que se impuso en tres sets muy disputados. "Tiene una gran actitud y sobre la pista, en un partido, es como una batalla", dijo Lleyton.
Después, el "aussie" admitió que "no había pensado en él hasta ahora, pero en cuanto superé la tercera ronda, mi atención se posó sobre su persona. He tenido partidos muy duros contra Nadal en el pasado, y no espero que el de mañana sea fácil o diferente".
Para el final, dejó un halago para el zurdo jugador oriundo de las Islas Baleares: "No hay dudas de que, aunque es bueno en otras superficies, es muchísimo mejor en tierra batida que cualquier otro. Definitivamente, el polvo de ladrillo es su mejor superficie", concluyó.
