Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín
Treinta años de títeres

Leonor Soria-Télam

"El gran circo". Con este espectáculo se concreta el gran cambio del género porque se aplica la multiplicidad de técnicas que se vislumbraba en "La bella y la bestia". Foto: Agencia Télam. 

El Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín cumple 30 años de existencia, gracias a la iniciativa y el empuje del recordado Ariel Bufano, quien, junto a Adelaida Mangani, iniciara, en 1977, la actividad en el teatro de la calle Corrientes.

Para celebrar el acontecimiento se dispuso una exposición fotográfica sobre la actividad del grupo y, en la Sala Carlos Morel (hall de entrada), una muestra de los títeres y las técnicas empleadas a lo largo de las últimas tres décadas.

"Por un lado, tendrá un carácter retrospectivo -detalló Mangani a Télam-, ya que incluirá desde los primeros títeres modelados por Ariel con papel, tiza y cola, hasta los más complejos, que se fueron incorporando luego.>

"Pero, por otro lado -acotó la titiritera-, la muestra brindará un pantallazo de las evoluciones técnicas y materiales sufridas por el género en esos años".>

Completando los festejos, el Grupo de Titiriteros del San Martín estrenó "El maravilloso viaje del Maese Trujamán y su extraordinaria Compañía", en homenaje a Ariel Bufano (fallecido el 8 de octubre de 1992), ya que el personaje de Trujamán fue tallado por él en ocasión del estreno de "La bella y la bestia" (1981).>

El espectáculo se estructura a manera de antología, con fragmentos de 18 de los 42 espectáculos ya realizados por el grupo y agrupados en núcleos temáticos para culminar con partes de "David y Goliat", el primer montaje estrenado hace tres décadas.>

"A nuestro primer espectáculo lo dimos en la Sala Leopoldo Lugones, que estaba destinada a proyecciones cinematográficas. Como la sala está completamente aparte del cuerpo de lo que es el teatro -comentó Mangani-, el resto del personal ni siquiera sabía quiénes éramos. Íbamos de la vereda a la sala y de la sala a la vereda".>

Con el tiempo, la situación fue cambiando y, en 1980, el tercer espectáculo ("El amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín", de García Lorca) subió a escena en la Sala Cunil Cabanellas, que justo ese año se inauguraba donde había estado la confitería.>

El gran cambio

En 1981, se estrenó "La bella y la bestia", en la Sala Casacuberta, lo que significó un enorme cambio. "Creo que esa obra realmente quiebra una tradición en el teatro de títeres porque cae el retablo, el titiritero está a la vista, los títeres son monumentales y las escenografías son entradas y sacadas en un ritual realizado por los mismos titiriteros.

"También se produce un quiebre en la manera de ver el teatro de títeres, no sólo de hacerlo -agregó- y, además, nosotros empezamos a formar parte del movimiento interno del teatro".>

Con el estreno de "El gran circo" en la Sala Martín Coronado, se concreta el gran cambio del género, porque se aplica la multiplicidad de técnicas que ya se anunciaba en "La bella y la bestia".>

"Desde que Kive Staiff tomó la decisión de crear un elenco estable, se generó la institucionalización de un género artístico", aseguró.>

A lo largo de este proceso se fue generando una corriente de público que empezó a hablar de "los títeres del San Martín", por lo tanto, el imaginario de la ciudad de Buenos Aires tiene en esa expresión un símbolo que fortifica la relación público-escenario.>

No hay que olvidar que este 2007 también se cumplen 15 años de la Escuela de Titiriteros del Teatro San Martín tal como funciona actualmente, y 20 años de los primeros talleres formativos.>

Dentro del género del teatro de títeres es curiosa la relación que se establece entre el muñeco y el manipulador.>

"En la relación que uno hace con el objeto, si no se establece una realimentación mutua, la vida se hace muy difícil", ironizó la titiritera.>

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