El faltante de gasoil y la crisis energética son datos de la coyuntura que frenan la actividad en las cadenas agroalimentarias. La demanda de inversiones en infraestructura sigue en la agenda, al igual que reglas previsibles para mercados sensibles, como los de la carne vacuna y del trigo.
Varios frentes de preocupación se agitan en el sector agropecuario, por encima de los números positivos que arrojan los tonificados precios agrícolas y el volumen final de la cosecha 2006/2007, ubicada esta semana por la Secretaría de Agricultura en un récord de 94 millones de toneladas.
De cara al nuevo ciclo, los productores y las empresas deberán previsionar un importante stock de divisas procedentes de esa canasta para encarar el nuevo ejercicio productivo. Esto, en un escenario que proyecta costos en ascenso y márgenes acotados por cierto retraso cambiario y las intervenciones sobre mercados sensibles en términos inflacionarios, como el triguero.>
La crisis energética, acentuada en los últimos días por razones climáticas (la ola de frío incrementó la demanda de gas) afecta a varias cadenas agroindustriales (producción de fertilizantes, avicultura, zafra azucarera, aceiteras, lechería, entre otras) con suba de costos y caídas en el ritmo de producción, mientras la escasez de gasoil impacta también sobre los costos y, lo que es más grave, en los planes y ciclos productivos tranqueras adentro de los establecimientos rurales.>
Estos son ejemplos de que se mantiene la demanda de un mayor ritmo de inversiones en infraestructura para estar a tono con el avance agroindustrial.>
En cuanto al gasoil, durante una reunión que mantuvieron entidades del agro ayer con el subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar, el diagnóstico del Gobierno se reiteró en una línea ya conocida, pero que contrasta con la realidad. De acuerdo con la información oficial, el stock disponible y las herramientas del mercado, como la importación de combustible, no hay motivos para que no se pueda proveer con normalidad el gasoil.>
¿Todo bien?
"¿Está todo bien como dice el Gobierno o falta combustible en algunas regiones del país, como nos manifiestan nuestros productores?", interrogó CRA en un comunicado a la salida del despacho de Folgar. "Si el Gobierno dice que está todo bien, ¿por qué está todo mal?", advirtió la entidad. El interrogante deja entre paréntesis la soterrada puja entre el Gobierno y las petroleras y grandes distribuidores sobre la política de precios internos.
De hecho, la misma confederación ruralista se pronunció también esta semana en tono crítico sobre las reglas que imperan sobre el negocio ganadero y pidió la "normalización" del mercado triguero. En cuanto al gasoil, planteó la necesidad de modificar la actual situación de abastecimiento. "El Gobierno tiene las herramientas para hacerlo", opinó CRA. Sobre el mismo problema se pronunció la Sociedad Rural Argentina (SRA). "Lo más importante en este momento es garantizar el abastecimiento de gasoil en todo el territorio nacional", señaló la entidad. Pero, al mismo tiempo, refrescó alguna cifras referidas y volúmenes y costos. A nivel chacra, el consumo anual asciende a 4.200 millones de litros de gasoil, a lo que debe adicionarse la demanda para el traslado de la producción.>
Durante la presente cosecha récord se requerirán 500 mil viajes adicionales de camión, lo cual insumirá seis millones de litros de combustible extra respecto al año pasado, calculó la Rural. Luciano Miguens, titular de la entidad, consignó que por cada centavo que aumenta el precio del gasoil, el costo de producción en el campo se encarece en 42 millones de pesos.>
Luz verde
Esta semana, vía la resolución 246/2007 de Agricultura -publicada en el Boletín Oficial- el Gobierno dio por aprobado el denominado "plan para el desarrollo de la cadena de ganados y carnes", que habilita fondos no reintegrables en aportes directos y asistencia técnica a los criadores.
Carbap salió de nuevo al cruce y citó que "el mejor plan ganadero es aquel que le permite al productor producir con rentabilidad". Como medidas alternativas, planteó una menor carga impositiva a la retención de vientres o al logro de un mayor peso final del novillo en la faena.
Carlos Petroli
