La emergencia de la energía

La situación por la que está atravesando la industria nacional requiere de una solución que, por ahora, parece lejos de alcanzarse.

Es que el gobierno nacional sigue recurriendo a la negación de los problemas para pretender ocultarlos ante la opinión pública como estrategia electoralista.>

El presidente y quienes lo asesoran deberían saber que esta sociedad está altamente informada a través de la multiplicidad de medios de comunicación, pero que además es la primera en padecer la falta de una política en este sentido. Al menos la que está relacionada con cualquier tipo de producción, que ahora ve altamente comprometido su trabajo gracias a la escasez de energía para poder hacerlo.>

La situación no es nueva, y de hecho era previsible. Como tantos problemas estructurales que terminan estallando en el país, la falta de energía es una crisis que se podría haber evitado aunque para eso, claro, hacían falta una serie de medidas que nunca se tomaron.>

Para esta administración, es más importante que las marquesinas de Capital Federal estén iluminadas durante toda la noche que las industrias del interior productivo sigan generando riqueza. En definitiva, el consumo domiciliario tampoco debería ser la variable de ajuste, siendo que el pequeño consumidor tampoco es responsable del problema. Sin embargo, con la astucia política que los caracteriza, han sabido revertir la carga de la prueba, haciendo culpables a los pequeños y a los grandes usuarios de la energía como las industrias, en vez de asumir el problema como propio y encarar una salida para evitar que esta situación se repita en el futuro.>

Hoy, nuestra provincia vuelve a ser castigada por querer producir. La cervecería Santa Fe pierde un millón de dólares por no disponer de gasoil para distribuir su mercadería, Milkaut tampoco tiene energía y amenaza con tirar la leche, después del enorme esfuerzo que significó recuperar gradualmente el suministro de materia prima; en el parque industrial de Sauce Viejo el ritmo productivo ha mermado notablemente y muchos ven amenazada su fuente laboral. En el sur, la General Motors evalúa la posibilidad de instaurar horarios nocturnos para adecuarse a esta nueva realidad. Todas las empresas instaladas a lo largo y a lo ancho de nuestras geografía provincial y nacional que utilizan el frío o el calor están seriamente comprometidas, tales como los frigoríficos, las lácteas y las metalmecánicas.>

A este inquietante panorama se le suma la escasez de fertilizantes. Profertil acusa una pérdida de un millón de dólares por día. Ya lleva dos semanas parada y dejó de producir la urea granulada, insumo vital para el trigo y el maíz, comprometiendo así también al campo en una época clave.>

Es cierto que todos debemos colaborar con el ahorro de la energía, pero la producción no debe seguir siendo castigada por un crimen que no cometió, y en cambio se debería investigar a los responsables de la crisis para que den la cara ante la sociedad y la justicia.>