DESTINOS
Un lugar cargado de historia
La isla del Cerrito. Aquí, el pasado impone su presencia. Es un lugar único, por la trascendencia que adquirió a lo largo del tiempo. Ubicada estratégicamente entre la desembocadura de los ríos Paraguay y Paraná, esta isla fue puntal de las tropas de la Triple Alianza en la guerra con el Paraguay, albergó un hospital modelo y hoy desborda de una flora y fauna imponentes. textos de Federico Aguer

Llegamos al Cerrito una mañana de domingo, en donde el sol del otoño entibia un inusual frío de junio en la isla chaqueña. El lugar, detenido en el tiempo, evidencia la inmovilidad del día de descanso, aumentando la sensación de abandono y melancolía.

El silencio imperante en este museo viviente es roto por el canto de algunos pájaros y por el aullar de los monos carayá, verdaderos protagonistas del lugar, que buscan calor agrupándose en las copas de los árboles.>

En el Cerrito, el paisaje confunde su densa arboleda con las construcciones que hablan de un pasado mejor. Los viejos edificios de estilo inglés pertenecen al predio del Ex Hospital, y hoy sirven para el trabajo administrativo de la Municipalidad o de albergues para viajeros.>

Entre las barrancas que miran al Paraná y al Paraguay, hoy se yerguen silenciosos los restos de esta miniciudad, en donde la comunidad de hoy transita por estos senderos cargados de historia.>

El pasado de la isla

La Isla del Cerrito es una prolongación natural del territorio de la provincia del Chaco en su límite este, en la desembocadura del río Paraguay con el Paraná y separada de la costa chaqueña por el río Ancho Atajo que se desprende del río Paraguay y desemboca en el Paraná con una superficie aproximada de 12.000 hectáreas.

Está conectada a la provincia con el puente San Pedro, a 40 kilómetros de la capital provincial. Cuenta con una espesa vegetación, compuesta por lapachos, sauces, alisos, chivatos, y las omnipresentes palmeras.>

Por su cerro, que se eleva 15 a 20 metros sobre el nivel del río, fue el sitio elegido para instalaciones militares en distintas épocas, y capital del Territorio Nacional del Chaco; lo que confirma su importancia geopolítica.>

La historia de la Isla, también llamada antiguamente Isla del Atajo o Borda, se inició en el año 1528, cuando un navegante llamado Sebastián Gaboto (primer europeo que llegó hasta la desembocadura del río Paraguay) la avistó y desembarcó en ella.>

Según la Secretaría de Turismo de la provincia, "desde la época hispánica la isla fue una referencia obligada para los navegantes que se internaban en el río Paraguay o remontaban al río Paraná en su curso superior, pero nunca se intentó en ese período un poblamiento efectivo, salvo los esporádicos asentamientos de cazadores, pescadores o productores forestales provenientes de la vecina ciudad de Corrientes.>

Por su parte, las tribus indígenas también la utilizaron como hábitat por la abundancia de animales silvestres, frutos comestibles y peces en las lagunas y arroyos de la isla".>

La triple Alianza

Durante la contienda, la isla fue el único lugar de la provincia ocupado por las tropas aliadas; disputado por Paraguay y el único donde queda gran cantidad de restos de esa guerra.

En 1866, el mariscal Solano López situó el campamento principal de sus tropas en Itapirú frente a la Isla del Cerrito; mientras que el almirante Tamandaré jefe de la escuadra Imperial Brasileña resolvió la ocupación del Cerrito a fin de utilizarla como base de operaciones navales.>

"En ese año, comenzó a desembarcar tropas y ordenó la construcción de un arsenal, un hospital de campaña y una capilla". Así lo reflejan los cuadros del manco Cándido López, que inmortalizaron al lugar en sus cuadros cargados de coloridos soldados en campaña.>

De esta manera, mientras Mitre y las tropas aliadas iban ganando terreno, parte del ejército uruguayo y brasileño se encontraba en Isla del Cerrito, desde donde deberían avanzar escasos kilómetros, remontando el río Paraguay para cortar la retirada de las fuerzas de López. Mientras, esperaba al resto de las tropas aliadas que en Paso de la Patria ultimaba los preparativos para efectuar la travesía del Paraná, y presentar el primer combate en territorio enemigo.>

La isla fue un punto estratégico y base de operaciones de las tropas aliadas: desde aquí partieron para enfrentarse con el ejército enemigo en el combate de Curuzú.>

La Isla del Cerrito permaneció ocupada por el Brasil durante toda la guerra, pero al terminar ésta, en el año 1870, con la muerte de López y la ocupación del territorio paraguayo por los ejércitos aliados, el gobierno argentino consideró ilegítima dicha ocupación.>

Dice Marcos Altamirano en su reciente obra; "Así concluyó una etapa importante en la historia del Cerrito, en la que cumplió un papel protagónico en la guerra de la Triple Alianza, sufrió la prolongada ocupación de una potencia extranjera, fue una pieza clave en las tratativas de límites internacionales en nuestro país y, finalmente, fue la segunda capital de la Gobernación del Chaco".>

El mojón fue un hospital

COLONIA MAXIMILIANO ABERASTURY. En el año 1939, se inaugura en la Isla del Cerrito un moderno hospital. Se lo llamó Colonia Regional Maximiliano Aberastury, en homenaje al médico entrerriano que impulsó la ley para la creación de este instituto, dedicado a la recuperación de los enfermos del Mal de Hansen; y en torno del cual se desarrolló una pequeña población estable. Se construyeron más de 35 edificios, respetando el clima del lugar, con galerías cubiertas de tela metálica, ventilación cruzada, amplios ventanales, usando para ello materiales de primera calidad, tales como tejas de Marsella, mármol de Carrara y aberturas de la mejor madera de la zona. El establecimiento albergó un promedio de 200 enfermos y funcionó hasta 1974.

Una verdadera particularidad la constituye la historia del hombre mono. "Pancho", como fue conocido, era un niño que, abandonado por sus padres, se internó a vivir en la espesura de los montes, comiendo frutas silvestres y raíces. Al ser encontrado por las autoridades en 1917, fue remitido al hospital, en donde se fue integrando de a poco a la vida con los hombres. Pese a ser sordomudo, se las ingeniaba para comunicarse y demostrar su carácter afable y cordial, ayudando con los mandados y sobresaliendo por su descomunal fuerza.>

"Pancho" murió en 1968, dejando tras de sí otro hecho anecdótico que ilustra el pasado de tan singular paraje.>