Desde Matilde, se hace un homenaje a la industria molinera
Abrió el museo Del Trigo al Pan
A fines de junio, esta propuesta comenzó a marchar a paso firme para acercar la historia de esta población a los visitantes. Una iniciativa que atrapa e invita a conocer algo de más de los orígenes de Matilde.

Ivana Zilli[email protected]

A sólo 45 kilómetros de la capital santafesina, Matilde (ubicada en el sudeste del departamento Las Colonias) despierta curiosidad y genera varios interrogantes. A fines de junio, la apertura del Museo Histórico e Interactivo Del Trigo al Pan, de los Artistas Unidos Matildenses (Aruma), motivó a mucha gente a acercarse a esta localidad para conocer de qué se trata esta nueva propuesta cultural, turística, educativa y de formación integral.

Un espacio donde el pasado se conjuga con el presente para conocer la evolución de los procesos productivos desde que se extrae la semilla de trigo hasta la elaboración del producto final. En las distintas salas, se plasma el circuito productivo desde diferentes perspectivas, contando con la exposición de máquinas, de un importante archivo fotográfico y de la visualización de un video donde se da a conocer cómo se realiza todo el proceso productivo.>

Para concretarlo, se rescató un antiguo edificio (donde estuvo la cooperativa limitada de Matilde, que quebró en 1991), ubicado en Av. San Martín e Italia. Se lo limpió y se cambió parte del piso, más allá de que se trató de mantener varios de los elementos originales. De a poco, esta idea comenzó a tomar forma y se empezaron a diseñar los distintos espacios: el que está destinado a la venta de los productos -licores, mates, bolsos y bijouterie-, de artesanos regionales; el que se encuentra reservado a la nostalgia -soles de noche, radios, farolas, planchas a vapor, damajuanas de vidrios-; el educativo, en el cual, durante las vacaciones de invierno se proyectaron películas; el agropecuario, que cuenta con la exhibición de las maquinarias agrícolas que se utilizaban en el pasado, balanzas y utensilios relacionados con el uso de la harina de trigo.>

Esta propuesta "está dedicada a la industria molinera argentina y es única en su género en el país". Una iniciativa que "es muy importante para poblaciones como Matilde que, si no tienen una actividad que convoque, se vuelve un pueblo fantasma porque la juventud se va y no vuelve más", destacó Cecilia Iglesias, guía del Museo Histórico e Interactivo Del trigo al pan.>

Para involucrarse

Al referirse al carácter interactivo de este museo, Georgina García Kieffer, asesora en el Plan de Turismo Rural Inta, remarcó que "se pretende que los visitantes se conviertan en protagonistas y comprendan el proceso completo, desde la molienda hasta que el pan sale del horno".

A la vez, se quiere lograr que "los propios visitantes participen dentro del museo y puedan generar esta interactividad". Para concretarlo, "hay que seguir creando nuevas propuestas -charlas, un recorrido contado por algún historiador, un encuentro de personas que hicieron historia en la región, entre otras- en cada una de las salas", advirtió García Kieffer.>

De esta forma, "queremos que en este museo se vea una propuesta integral, donde haya posibilidades de asistir a una charla, de disfrutar de una actividad en el patio y de comprar los productos que hacen los emprendedores regionales con sus propias manos".>

Desde el primer día que el museo abrió sus puertas, "se pudo disfrutar de una tarde de mate, más allá de contar con la posibilidad de recorrer y conocer algo de la historia molinera. Esto brinda la oportunidad de disfrutar de un día de museo con toda la familia", resaltó la asesora en el Plan de Turismo Rural Inta.>

Cultura del trabajo

Por medio de esta propuesta, se pretende hacer un reconocimiento a la gesta de la inmigración que en esta región trabajó duramente desde la siembra hasta la blanca harina, procurando poner en la mesa el alimento de cada jornada. A la vez, fomentó la dignidad del laboreo, que es la cultura del trabajo.

Los primeros pobladores fueron de origen italiano, españoles, suizos, alemanes y franceses. Un verdadero crisol de razas que vieron en estas tierras la posibilidad de concretar sus sueños de progreso cultivando el suelo fértil, para cosechar las doradas espigas que hoy representan el símbolo de este pueblo. Luego, llegó el ferrocarril y, merced al espíritu de algunos visionarios que fundaron un molino harinero, Matilde pudo ver cómo el trigo se transformaba en la blanca harina, lo que más adelante constituiría el sustento para la población.>

Horarios de visita.

De lunes a viernes, de 9 a 12 y de 15 a 18; y los sábados, domingos y feriados, de 14 a 18. Las escuelas que quieran reservar un turno para hacer la recorrida pueden contactarse al 0342-499-3118. A Matilde se puede acceder por las rutas nacionales 11 ó 19.