Osteoteca y documentación
Al rescate del patrimonio histórico
El Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales de Santa Fe, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Provincia, está desarrollando un proyecto de preservación de los restos humanos del templo San Francisco, del Parque Arqueológico, con financiamiento del Consejo Federal de Inversiones.

La Dra. Silvia Cornero dirige el equipo de profesionales y estudiantes que está trabajando en la recuperación de los restos humanos del templo San Francisco, en las ruinas de Santa Fe la Vieja, Cayastá. Su interés por el estado de los esqueletos de los primeros pobladores de la ciudad fundada por Juan de Garay surgió en el año 2002, cuando realizó un estudio de impacto ambiental sobre los mismos y los grados de afección de los restos.

"El Parque Arqueológico Santa Fe la Vieja alberga la más interesante colección osteológica humana del período de contacto hispano-indígena procedente de las tres iglesias de la antigua ciudad de Santa Fe, en Cayastá. Las iglesias La Merced, Santo Domingo y San Francisco exponen un total de 192 sepulturas, cuyo número mínimo se estima en 245 individuos", explicó la osteóloga.>

Destacó asimismo el valor que estos restos significan "en el campo del conocimiento científico y social, dado que es el primer asentamiento urbano formal en el Río de la Plata". La ciudad fue fundada por Juan de Garay en 1573, trasladada hacia 1660 a su emplazamiento actual en Santa Fe, aunque su sitio original fue definitivamente abandonado recién en 1671.>

A partir de 1949, bajo la dirección del Dr. Agustín Zapata Gollán se realizaron excavaciones en las iglesias La Merced, San Francisco y Santo Domingo. Los esqueletos de las sepulturas halladas quedaron desde entonces expuestos in situ. "A pesar de los intentos insuficientes de preservación y dada la ineficacia de los productos utilizados en la época, como el caso de la goma laca, los huesos sufrieron la agresión constante y progresiva de diversos factores ambientales que favorecieron su deterioro", señaló Cornero.>

Deterioro gradual

Al respecto, recordó que "en 1980 ya se planteaba una preocupación por el estado de las colecciones osteológicas, que llegó a interesar a la Organización de Estados Americanos (OEA). Este organismo designó a la antropóloga física norteamericana, Dra. Janes Buisktra, quien evaluó las condiciones en que se hallaban los esqueletos y planteó un plan de rescate. Trabajó con su equipo entre los años 1980 y 1987 pero no se alcanzó a cubrir ni el 30 % del total de la colección. De modo que la mayoría de los entierros no ha recibido tratamiento de conservación".

En ese marco, la Dra. Silvia Cornero efectuó, en el año 2002, un estudio de impacto ambiental sobre los elementos esqueletales, donde identificó los factores actuales de perturbación que actúan en el proceso de deterioro, y los grados de afección por cada elemento óseo.>

"Los esqueletos se encuentran en su plataforma original de sedimento compacto, es decir semienterrados y se hallan por lo tanto sometidos a una acción ambiental constante que ejerce, sobre ellos, un proceso de deterioro gradual y efectivo. Los factores que contribuyen a la desintegración química y destrucción física de los esqueletos son varios y su combinación acelera el proceso", advirtió la experta.>

Entre ellos, mencionó las fluctuaciones térmicas, que provocan la exfoliación de la corteza ósea. El calor y la humedad someten a los huesos a un juego constante de tensión y contracción, provocando fisuras en los mismos. A su vez, las condiciones de humedad y temperatura generan un microclima propicio para la proliferación de insectos, colonias de hongos y bacterias y microfauna, que se alimentan de estos restos orgánicos.>

Las excreciones de roedores y de pájaros constituyen productos metabólicos activos en el proceso de biodeterioro que altera paulatinamente la cobertura de laca. Los nidos de avispas actúan sobre los pedestales, socavando la base de apoyo.>

Por los ventanales de los templos, durante algunas horas del día, el ingreso de los rayos solares afecta los enterratorios. "La luz solar contiene rayos ultravioleta (UV) que constituyen una forma de energía y por lo tanto pueden tomar parte de un proceso de reacción química agresivo, agravado especialmente en los períodos estivales", señaló Cornero.>

Todos estos factores que operan activamente en el proceso gradual de deterioro "garantizan la continuidad de pérdida de materia ósea y por lo tanto la pérdida de información científica y de representatividad simbólica. Ambos valores constituyen bienes patrimoniales cuya pérdida es irreparable tanto en términos científicos, como míticos e históricos", subrayó.>

Rescate y conservación

Atendiendo el riesgo de destrucción y en pos de una política de preservación del patrimonio histórico, el director del Museo de Estudios Coloniales de Santa Fe, Arq. Luis María Calvo, mediante la Subsecretaría de Cultura de la Provincia a cargo de la Lic. Ana María Cecchini, gestionaron fondos para el rescate y la conservación de los restos humanos del templo San Francisco, obteniendo el financiamiento de parte del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

La Dra. Cornero y su equipo de colaboradores -integrado por profesionales y estudiantes de Rosario y de Alejandra- han comenzado la exhumación de los esqueletos de San Francisco. El Proyecto de Rescate y Curadoría de los Restos Humanos del Templo San Francisco consiste en la excavación de los huesos, la remoción de la goma laca, restauración, aplicación de consolidantes y documentación de la colección. El trabajo estaría concluido en diciembre de este año.>

"El destino de los restos inquietó por unos días a la comunidad de Cayastá debido a que en el Parque Arqueológico no se disponía de un espacio seguro que reuniera las condiciones apropiadas para el depósito de la osteoteca que guardaría los restos -comentó Cornero. Fue entonces que el presidente comunal de Cayastá, Marcelo Dupraz, en acuerdo con el Arq. Calvo, dispuso la restauración y el acondicionamiento de la torre del Parque Arqueológico para el definitivo alojamiento de las colecciones". Los restos serán guardados en un mueble de madera confeccionado especialmente por un carpintero del pueblo. En tanto que en su lugar original serán reemplazados por réplicas realizadas en cemento.>

El equipo que dirige Cornero está integrado por: Dra. Silvia Bidut, Lic. Irene Dosztal y Lic. Lorena Salvatelli, Arq. Oscar Pavanetto, Lisandro Arelovich, Federico Ramos, Hugo Mattiozzi, M. Ángeles Segovia, Mónica Leyra, Paula Rolla, Bárbara Magnabosco, Marina De Biassi y Carolina Bruno.>

Laura Osti