Sol Lauría
En 1513, Nicolás Maquiavelo le remarcaba al príncipe algo que hoy todos los asesores de comunicación y publicistas le repiten a los candidatos: "Todos ven lo que aparentas ser, pocos conocen lo que realmente eres".
La certeza de que siempre se puede proyectar una imagen mejor, más beneficiosa o conveniente, incita a los políticos (no solamente a los políticos, pero esta nota trata de ellos) a hablar más claro, mover las manos de una determinada manera, usar unos colores antes que otros, ponerse o sacarse la corbata, sonreír siempre pero no tanto, como para que no lo tomen como una persona ni muy seria ni superficial, entre tantas otras artimañas.>
Las tradicionales formas de propaganda política (mitines, actos, caminatas) fueron cediendo lugar a las más renovadas de la publicidad, dando origen a la definición de "videopolítica" y "mediatización de la política". Así, publicistas desembarcaron en este terreno con spot, merchandising, sondeos de opinión, media training. En fin, una compleja maquinaria comunicacional se pone en marcha en tiempos electorales, los candidatos se convierten en los protagonistas de la película y tienen todo guionado para convencer a los votantes de que ellos son la mejor opción.>
Aunque, vale aclarar, en esta campaña a intendente en particular los añejos recursos del contacto "cara a cara" volvieron a instalarse. Un Cachi Martínez pausado y más oyente que orador se instaló en cafés del centro y diversos puntos de los barrios de la ciudad, para "escuchar al vecino". Y el intendente Balbarrey salió a patear la calle allí donde su gestión hizo obras y, también, donde no para "dar explicaciones".>
De todas maneras, las publicidades se suceden unas a otras con las promesas y propuestas de Barletta, Martínez, Balbarrey, Galizzi y los otros. En las radios suenan sus jingles, los diarios dejan un espacio considerable a los avisos, las paredes vislumbran sus caras y en un simple paseo los caminantes vuelven con varios volantes.>
Sobre éstos últimos El Litoral conversó con Darío Díaz, profesor del Instituto 12 especializado en fotografía política, que analizó los panfletos de los cuatro aspirantes a la jefatura de la ciudad mencionados.>
La imagen, empieza Díaz, es "muy importante". Tal vez por eso los candidatos se preocupan mucho por las fotos, saben que "se juegan todo".
Díaz, que hace tiempo fotografía a aspirantes a distintos cargos electivos, sostiene que algunos elementos importantes a tener en cuenta al momento del diseño son la mirada ("tiene que mirar a cámara para mirar de frente al espectador"), la sonrisa ("la imagen sonriente es más agradable, aunque no tiene que ser exagerada para que el que lo ve no piense que se ríen en su cara"), el ángulo (normal, cuando el sujeto se coloca en el mismo plano que el espectador; picado y contrapicado, la cámara capta a la persona desde abajo), la iluminación, el color (transmite valores psicológicos e impacta ópticamente) y la tipografía (contribuye a la creación y fijación de la identidad).>
De un repaso de cada uno de los volantes, Díaz apunta que Barletta evitó el uso de corbata seguramente para "parecer más popular". También cree que su sonrisa se encuentra en el límite admisible, siendo la de Balbarrey la de "la medida justa, presenta una imagen feliz, pero que no se está riendo".>
En estos casos, coinciden los colores de fondo, pero el de Barletta "está muy pasado de azul, gana protagonismo ante el propio candidato". En cambio, la figura del intendente resalta con los tonos de la bandera argentina, "se viene para adelante". El verde de Martínez a Díaz lo "golpea mal, pero es probable que haya querido jugar con la esperanza". El que le erró, para Darío, es Galizzi: "Está totalmente contraindicado".>
Para concluir, el especialista recuerda una fórmula de comprobación que utilizan los norteamericanos: colocan el volante frente a los ciudadanos y le preguntan si le compraría un auto usado. ¿A quién le compraría Díaz un auto usado? A Martín Balbarrey y Mario Barletta. Los otros dos que "pasen de largo". Si se tiene que guiar por los volantes, claro.>
Nació en Felicia un 12 de junio. Hoy tiene 39 años, está casado desde hace 9 con Cintia Gómez y tiene dos hijos. Todos vivían, hasta la renuncia de él a la Corte Suprema, con 17.000 pesos mensuales -su mujer cobra 7.000 como fiscal federal-. No le dijo a Ejercicio Ciudadano el monto total de su patrimonio personal, pero aclaró que fue adquirido gracias a estas remuneraciones, honorarios profesionales y créditos. Es peronista, hincha de Colón y presidente de la Fundación Centro.
Santa Fe lo vio nacer en vísperas de la Navidad de 1958, un 16 de diciembre. Desde entonces, fue hincha de Colón, club del que hoy es socio. Se casó a los 30 años con Mercedes Mansilla y tuvo dos hijos. Un tiempo antes de esto, se introdujo en las filas del justicialismo y participaba activamente en los grupos juveniles de Acción Católica Argentina. Es ingeniero en Recursos Hídricos, como intendente cobra un sueldo de 6.980 pesos y su patrimonio es de 239.707,30, según su declaración jurada de impuesto a las ganancias ante la Afip.
Nació el 10 de marzo de 1969 en Santa Fe. Está casado desde hace 7 años y tiene un hijo. El ingreso mensual de la familia es de 6.000 pesos. Además de estar afiliado a la agrupación de la boina blanca y ser hincha de Colón, es desde hace 10 años presidente de Apyme Santa Fe.
Es ingeniero en Recursos Hídricos y nació en Santa Fe el 13 de marzo de 1953. Tuvo cinco hijos con su esposa, Beatriz Spagni, con quien se casó en 1979. Pertenece a la Unión Cívica Radical y es socio del Club Atlético Colón. Su familia, que tiene un patrimonio aproximado de 300.000 pesos, vive de los 7.938 que cobra como rector de la Universidad Nacional del Litoral, según lo declaró el candidato a la ONG Ejercicio Ciudadano.