Forrajes conservados
Los silajes de maíz más productivos y nutritivos para nuestros tambos
La Agencia de Extensión del INTA Totoras se propuso evaluar la producción de Materia Seca y calidad como alimento de un grupo de híbridos de maíz en un sistema real de producción de la zona. Aquí los resultados.

La máxima producción de forraje de calidad en los sistemas ganaderos en general y en los lecheros en particular, es uno de los objetivos prioritarios a tener en cuenta para lograr elevadas cargas y máximas producciones individuales, dos aspectos que definen la productividad del sistema. Y en lo que respecta a los forrajes conservados, el silaje de maíz es uno de los más difundidos en la región.

Del conjunto de componentes tecnológicos que intervienen en la confección de silo de maíz, la elección del híbrido a sembrar es uno de los principales: es importante seleccionar materiales que se destaquen por su producción de materia seca (MS) y calidad.

Este trabajo tiene por objetivo evaluar la producción de MS y calidad como alimento de un grupo de híbridos de maíz en un sistema real de producción del área de la Agencia de Extensión del INTA Totoras.

La experiencia

El ensayo se realizó en una empresa tambera del Distrito Clason, Provincia de Santa Fe, sobre un suelo Argiudol Típico, Serie Clason. El cultivo anterior fue una pastura degradada de cuatro años. La preparación del lote se realizó en el mes de julio, con una pasada de cincel y luego rastra de disco y dientes. El objetivo fue descompactar el suelo y generar condiciones favorables para el desarrollo de malezas (gramillón y cebollín) para realizar un control con herbicidas en la primavera y previo a la siembra del ensayo.

A principios del mes de septiembre se realizó satisfactoriamente el control químico de malezas con Glifosato. Debido a las escasas lluvias ocurridas en la fecha normal de siembra para nuestra región (septiembre y principios de octubre) se tomó la decisión de retrazarla para el mes de diciembre para escapar de la falta de lluvias que generalmente se da al final de enero y principios de febrero, coincidiendo con el período crítico del cultivo. Esta decisión dio como resultado la fecha de siembra 15 de diciembre, considerada como fecha de siembra de segunda. El control de malezas del cultivo se realizó con Atrazina (3 l/ha) y Guardián (2 l/ha) y la fertilización con 70 kg/ha de fosfato diamónico a la siembra y 150 l/ha de UAN en 5º - 6º hoja del cultivo.

El diseño de la experiencia fue en franjas de siete surcos a 70 cm entre líneas por 300 metros de largo con dos repeticiones por híbrido. Las variables evaluadas fueron: producción de MS (Kg./ha), número de plantas a cosecha (plantas/ha), relación espiga planta (E/P), MS del silaje (%MS), proteína bruta (%PB), fibra detergente neutro (%FDN), fibra detergente ácido (%FDA), digestibilidad in vitro de la MS (%Dig. in vitro) y energía metabolizable (EM).

En el Cuadro 1 se presentan los registros de lluvias ocurridos durante el ciclo del cultivo para la campaña 2006/07.

Los que mejor se portan.

Las precipitaciones ocurridas durante el ciclo del cultivo fueron favorables para su desarrollo. Hacia fines del mes de marzo se presentó un temporal de 10 días en los que llovieron 507 mm. Esta situación anormal para la región y que coincidió con el momento de cosecha, no permitió (en algunos casos) realizar la extracción de muestras para la determinación de las variables que se evalúan a cosecha, en tiempo y forma. Es por este motivo que todos los materiales se cosecharon en dos días.

El Cuadro 3 muestra el número de plantas logradas a cosecha, la producción de materia seca (MS) y la relación espiga-planta (E/P: el peso de las espigas en relación al peso total de la planta) de los materiales participantes.

La producción de MS promedio de la experiencia fue muy buena para los valores que se obtienen en la región. Los materiales que mejor comportamiento presentaron en cuanto a rendimiento en kg. de MS/ha fueron Siroco TD Max, Mass 534, Tronado TD Max, DK 700, SPS Megasilo y DK 780 S con valores que superaron al promedio de la experiencia entre el 24 y 11%.

En cuanto a la relación espiga-planta, los mayores valores se obtuvieron con Ax 744 y Siroco TD Max con un 46.5 y 44.4% respectivamente.

La calidad como alimento promedio de la experiencia fue muy buena en cuanto al aporte energético, con valores máximos de 2.61 a 2.59 Mcal de EM/Kg. de MS para los participantes H - 2755, Prozea 30 y Mass 534. En algunos híbridos, el porcentaje de MS fue elevado por el atraso en la cosecha producto del temporal ocurrido en la zona hacia fines del mes de marzo.

Los materiales Siroco TD Max, Mass 534, Tornado TD Max y DK 700 fueron los que combinaron una alta producción de MS con un alto contenido energético.

Agradecimientos: Se agradece a los Sres. Oscar F. García y Mario Escalso por su invalorable colaboración para la realización de la experiencia.

Información preparada por el Ing. Agr. José María Mendez, de la Agencia de Extensión Rural del INTA Totoras, en el marco del Proyecto Lechero del INTA, Centro Regional Santa Fe.

INTA Rafaela