El gran candidato quedó eliminado
El karma se vistió de bleu
 Thierry Dusautoir supera a Rodney So"oialo, direccionándose hacia el ensayo que rubricó otra victoria histórica de los franceses ante los neozelandeses. Foto: Agencia AFP

Francia profundizó el cúmulo de decepciones mundialistas de Nueva Zelanda, venciendo con argumentos tan sencillos como valederos.

Cumpliendo la actuación más importante en lo que va del certamen, el Seleccionado de Francia venció en la víspera a su par de Nueva Zelanda por 20 a 18, convirtiéndose de esa forma en el segundo semifinalista de la VI Rugby World Cup que lo tiene como anfitrión principal.

A la hora de analizar el trascendente éxito de un equipo que dista de ser un reflejo fiel de la histórica esencia del rugby galo, inexorablemente se cae en intentar describir lo virtualmente indescriptible.

Porque sin lugar a dudas, la imponencia del Millennium Stadium fue testigo ayer de la versión 2007 del karma mundialista que afecta a los All Blacks. Un equipo todopoderoso que acostumbra a derrumbar adversarios de todos los orígenes durante cuatro años, pero que en el momento supremo (léase RWC), queda sumido en decepciones cada vez más grandilocuentes.

Definitivamente, ayer volvió a quedar demostrado que Nueva Zelanda carece de la fortaleza anímica necesaria como para sobreponerse a los momentos críticos. Algo que por supuesto se ubica en las antípodas del poderío físico-técnico que los distingue por encima del resto de los mortales que practican este juego apasionante, lo que a la vista está, resulta insuficiente.

Érase una vez en Cardiff...

El intenso y equilibrado comienzo del partido dejó en claro algo que era absolutamente previsible: los Coqs estaban decididos a jugar su mejor partido en lo que va de la Copa, presentando una "batalla" sin concesiones desde el punto de vista físico.

Pese a esto, los de Oceanía comenzaron a establecer diferencias en el contenido y el resultado, con paciencia y algo de efectividad; sumado a actuaciones individuales destacables como las de Jerry Collins y Luke McAlister, por lejos, los mejores de su equipo.

De esa forma, los All Blacks pergeñaron un merecido 13 a 3 en los cuarenta minutos iniciales; con la salvedad que la etapa debió contener mayor cantidad de puntos, debido a un par de ocasiones desperdiciadas por el vencedor y a otros tantos penales desviados por el perdedor.

La sensación imperante fue que la situación estaba controlada, pese al notable esfuerzo que con enorme entereza desarrollaban Les Bleus.

Sin embargo, apenas iniciado el complemento llegaría una circunstancia clave: el sin bin aplicado al citado McAlister. Esos diez minutos de inferioridad numérica, resultaron letales para los neozelandeses, ya que los galos sumaron los 10 tantos que hicieron posible la igualdad transitoria.

Acto seguido, los All Blacks lucieron desorientados, por lo que se aferraron al único elemento en el que sacaron ventajas en la etapa: el juego corto de los forwards. De esa forma, a pura fortaleza individual, apoyaron el try que pareció encaminar (sólo en el resultado) lo que a priori se esperaba de este apasionante partido.

Pero una vez más afloró uno de los rasgos que los Coqs enarbolaron en tiempos de plenitud: su entereza. La que resultó más que suficiente para humillar al emblema universal de todo un país... El que por primera vez se despidió de un Mundial antes de las semifinales, lo que no hace más que ahondar la decepción imperante en gran parte del "Planeta Rugby".

Euforia francesa

Los casi 25.000 franceses que tuvieron la suerte de conseguir un ticket para presenciar un match que no figuraba en los planes previos de "su mundial", tuvieron una recompensa inconmensurable.

La que únicamente podría compararse con la mítica semifinal de Gales "99, cuando los Coqs dieron vuelta un partido que al cabo del primer tiempo parecía perdido, imponiéndose por 43 a 31 a la "máquina negra" conducida por Jonah Lomu y Cía. En materia de éxitos fuera de la RWC, el último databa del año 2000.

Como si esto fuese poco, ahora se abre una perspectiva más que apetecible, ya que en la semifinal del próximo sábado a las 16 (hora argentina), Francia retornará a Saint Denis para medirse con Inglaterra, en busca del preciado pasaporte a la final que tanto añoraban.

Celebración francesa

A la hora de los testimonios emergentes del pletórico plantel francés, vale comenzar con la del cuestionado head-coach Bernar Laporte, quien afirmó: ""Bravo por los jugadores, que tras la derrota ante Los Pumas, han sufrido muchísimas cosas. La respuesta ha estado ahí, en el campo de juego. Tenemos ganas de ser campeones del mundo: pese a que hoy batimos a un gran equipo, queremos ir mucho más lejos. Tal vez no seamos el mejor equipo del mundo, pero estamos en carrera", concluyó.

Por su parte, el experimentadísimo lock galo, Fabien Pelous, expresó: ""Hubo momentos muy difíciles, porque los All Blacks son un gran equipo. Pero hemos aguantado y la verdad es que estoy orgulloso de lo que hemos hecho hoy".

Decepción neozelandesa

El head coach neozelandés, Graham Henry, felicitó a Francia y agradeció el esfuerzo de sus dirigidos: "Obviamente, estamos decepcionados; pero así es el deporte. Estoy orgulloso de mis rugbiers, aunque no hemos jugado tan bien como en anteriores partidos. En cambio, los franceses estuvieron muy fuertes en defensa: hoy ganaron los mejores. Es el mejor equipo galo al que nos hemos enfrentado en años", añadió exagerado.

A su turno, el capitán Richie McCaw explicó: "Se pueden imaginar el ambiente que había en los vestuarios. Es muy duro esto después de un trabajo de más de tres años. Soñábamos con ganar el Mundial y nos quedamos con las manos vacías. Hay jugadores inconsolables, llenos de tristeza".

Francia 20 - Nueva Zelanda 18

El match se disputó en el Millennium Stadium de Cardiff, ante 74.000 espectadores, con el referato del inglés Wayne Barnes.

Les Bleus: Olivier Milloud (Jean-Baptiste Poux), Raphael Ibañez (Dimitri Szarzewski) y Pieter De Villiers; Fabien Pelous (Sebastien Chabal) y Jerome Thion; Serge Betsen (Imanol Harinordoquy), Thierry Dusautoir y Julien Bonnaire; Jean-Baptiste Elissalde y Lionel Beauxis (Frederic Michalak); Cedric Heymans (Christophe Dominici), Yannick Jauzion, David Marty, Vincent Clerc y Damien Traille. Head Coach: Bernard Laporte. All Blacks: Tony Woodcock, Anton Oliver (Andrew Hore) y Carl Hayman; Keith Robinson (Chris Jack) y Ali Williams; Jerry Collins (Chris Masoe), Richard McCaw y Rodney So'oialo; Byron Kelleher (Brendon Leonard) y Daniel Carter (Isaia Toeava); Sitiveni Sivivatu, Luke McAlister, Mils Muliaina, Joe Rokocoko y Leon MacDonald. Head Coach: Graham Henry. Primer tiempo: 13 y 31, penales de Carter; 17, try de McAlister y goal de Carter; 40, penal de Beauxis. Segundo tiempo: 6, penal de Beauxis; 14, try de Dusautoir y goal de Beauxis; 23, try de So'oialo; 29, try de Jauzion y goal de Elissalde.

César Miño